Subrayados

Subrayados

Tomado de https://vientosur.info/


Antonio Gramsci y la Democracia Participativa
Antonio Hunelda

622 pp. 25 €
Uno Editorial, 2024

Jaime Pastor

El propósito que guía al autor en este trabajo es reivindicar el legado del pensamiento político de Gramsci para abordar la tarea de “repensar la democracia participativa” como alternativa a la democracia liberal. Para ello, parte de un enfoque que se desmarca de los predominantes en el ámbito académico, pero también de los procedentes del eurocomunismo y el populismo de izquierda. 

Hunelda estructura su obra en tres bloques. El primero está dedicado a analizar las aportaciones procedentes de la teoría política a lo largo del siglo XX que considera de mayor interés. Dentro de ese marco, sitúa su estudio de la filosofía de la praxis (o sea, el marxismo) de Gramsci, en particular la centralidad que otorga a conceptos como el Estado integral o la relación que establece entre hegemonía y pedagogía. También cabe resaltar su reconsideración de algunos debates dentro de las izquierdas, como el que suscitó la puesta en práctica del sistema de autogestión yugoslavo. El segundo bloque hace un recorrido por sucesivas iniciativas relacionadas con la aspiración a una democracia participativa que en el marco del capitalismo se han ido plasmando en distintos sistemas políticos, como en Suiza ya desde 1874, o más recientemente en Kerala, Islandia, Brasil (Porto Alegre) y en las constituciones latinoamericanas de la primera ola progresista. En este bloque tampoco faltan menciones al caso español, como el 15M y su reivindicación de una democracia real, o un análisis de la evolución de Podemos, con un balance crítico cercano al que se ha podido expresar en artículos de viento sur. El tercer bloque entra en diálogo con distintas aportaciones teóricas, tanto clásicas como más recientes (entre las que cabe destacar las de Jodi Dean, Dardot y Laval, Coutinho o Thomas), pero también con las procedentes de movimientos sociales, como es el caso del MST de Brasil y su pedagogía crítica inspirada en Paolo Freire. Sin embargo, echamos en falta alguna referencia a debates post-68 como el suscitado entre Miliband, Poulantzas y Mandel, o la mención a experiencias actuales como la neozapatista en Chiapas o la de Rojava en el Kurdistán sirio, inspirada en el confederalismo democrático propugnado por Bookchin que también comparte el autor. Hunelda concluye proponiendo “un nuevo paradigma de democracia participativa” que concreta en distintas formas de una nueva institucionalidad, incluida la territorial, que debería conducir a un “Estado pluridemocrático”; todo ello desde su insistencia en la necesidad de que ese proceso se vea apoyado en plataformas cívicas alternativas que impulsen una “estrategia local de contrapoder”.  

Como se puede adivinar de este breve resumen, es esta una sugerente defensa de una “hipótesis democrática de base gramsciana”, cuyo desarrollo, pese a su extensión, es de fácil lectura y merece ser tenida en cuenta en nuestros debates.

 

Vagabundias. Criminales, vagos,
putas y locos
Juanma Agulles

160 pp. 18,90 €
Pepitas, 2024

Ana Orantes Fernández

Este libro nos invita a viajar a los márgenes de la sociedad moderna y a explorar las vidas y luchas de aquellos, aquellas, aquelles, que son “agentes del abismo”, personas incómodas para el sistema capitalista, que han sido excluidas constantemente e incluso han sido criminalizadas. Este relato desafía las narrativas hegemónicas y expone la violencia estructural que se ejerce sobre los cuerpos y vidas de quienes no encajan en la normatividad establecida.

A lo largo del volumen, conoceremos historias como la de la herida abierta del señor K., como la del señor London en la cárcel de Carabanchel, en plena lucha de los presos políticos del franquismo por una Ley de Amnistía, como la del señor Russel en busca de una vivienda digna, como la del señor Hyde y su diagnostico de salud mental, como la del señor Wilder con su doble ausencia al exiliarse de su país y sentirse extraño en este y como la de la señora Bovary sacando trabajo de donde no lo hay.

Con una prosa reflexiva, Agulles nos presenta algunas historias de individuos que él mismo conoció y trató en sus años de trabajo en un albergue para personas sin hogar. Relatos de sujetos que la sociedad capitalista considera desechables, vidas que son reducidas a objetos de control y represión. El autor refleja sus identidades no como víctimas o como personas pasivas, sino como figuras de resistencia que, en su rebeldía, subvierten el orden social dominante. Sin idealizar estas existencias ni condenarlas, les otorga una dignidad que como seres humanos rara vez se contempla desde los discursos institucionales.

Cuando se juzga socialmente a los criminales, a los vagos, a los locos y a las putas, muchas veces se olvida que la verdadera violencia viene de un sistema que permite la explotación y la injusticia y que refuerza la falsa creencia de que el éxito o el fracaso dependen únicamente del esfuerzo individual, sin reconocer que no todos partimos del mismo lugar ni con los mismos recursos. Agulles, a través de los relatos de vidas que nos expone, realiza una crítica rigurosa y necesaria de cómo el sistema, para perpetuarse, se alimenta de la exclusión y el sufrimiento de ciertos grupos. La criminalización de la pobreza, la persecución de la disidencia y la patologización de la diferencia son herramientas fundamentales en esta maquinaria de control.

Vagabundias es un texto incómodo que nos obliga a cuestionar nuestras posiciones y prejuicios. Nos muestra lo que el capitalismo quiere esconder y quiere hacernos creer que nos es ajeno. Nos interpela a todos, todas y todes a repensar la justicia, la libertad y la dignidad desde lo liminal, reconociendo que en las fronteras también se gestan las semillas de la transformación social.

Cierro el libro y suena “Eso es lo que esperan que hagamos” de Alicia Ramos. Abracémonos siendo vulnerables y dancemos en el abismo.

¿Hacia una guerra civil mundial?
Maurizzio Lazzarato

204 pp. 14 €
Traficantes de Sueños, 2024

Germán Pérez

Lazzarato ya se ha convertido en un clásico de la sección de “Subrayados”. Por no repetirme con respecto a sus dos últimos libros, que podrán encontrar reseñados en los números 186 y 187 de esta revista, me centraré aquí en dos aspectos novedosos de su último libro: el genocidio en Palestina y la cuestión de la articulación política de las clases populares.

Para este autor, la característica fundamental de nuestro tiempo es que el capitalismo está profundizando, hasta sus últimas consecuencias y mediante las respectivas máquinas Estado-capital, la guerra civil contra la población. Una guerra civil que es asimétrica, pues a escala global sólo la libra uno de los dos bandos: el que persigue incesantemente la acumulación de capital. El ejemplo perfecto de esta situación de guerra civil es el genocidio palestino. Para el imperialismo mundial, es necesario que Israel mantenga su posición en Oriente Próximo; un objetivo en el que se interponen millones de vidas palestinas. A decir verdad, la violencia más descarnada ha formado siempre parte del ADN del modo de producción capitalista, aunque cierto pensamiento crítico post-Segunda Guerra Mundial lo olvidara, quizá cómodo en el capitalismo pacificado del Norte Global. En otras latitudes no se pudieron permitir lo mismo, como atestigua una rápida mirada a la segunda mitad del siglo XX en Asia, África o América Latina. 

“¿Qué hacer?” es el nombre del quinto capítulo del libro. En él, y recuperando aquí cierto pensamiento leninista, Lazzarato llama a la necesaria “unidad de lo múltiple” en clave estratégica: es necesario que constituyamos organizaciones grandes y capaces de sostener el nivel de enfrentamiento total al que nos someten el Estado y el capital. Para ello, es necesario “un proceso que no unifique ni homogenice la multiplicidad, al tiempo que garantice la centralización a pesar de la diversidad”.

Es difícil no estar de acuerdo con Lazzarato. Y, sin embargo, en este punto clave, se aleja del pensamiento leninista al considerar que el partido político no es un instrumento útil para esta tarea. Si bien rechaza tomarse como ofensa que algunos colegas le llamen leninista captando la utilidad del pensamiento de Lenin para orientarnos en el momento actual, parece aceptar una definición fosilizada de partido, contra la que luchó el viejo bolchevique. En su defensa, diré que el italiano añade a su crítica al partido “tal y como lo hemos conocido”. Bien, pues es hora de pensar un nuevo tipo de partido revolucionario que no separe “nunca lo específico de la iniciativa de la lucha y el proceso de totalización estratégica del enemigo”.

Visceral
María Fernanda Ampuero

170 pp. 16 €
Páginas de espuma, 2024

Nuria Hernández Gonzalez

La cubierta del libro no engaña. Hay una serie de collages perturbadores: el color rojo sobre las fotos sepia, la imagen de un bebé llorando tinta que se repite como un mantra siniestro, cabezas de demonios con dientes afilados… La cubierta no engaña, este libro está lleno de violencia; como la vida, como el mundo. Es quizá un texto de terror realista o más bien una crónica de un tiempo terrorífico: el nuestro, el de María Fernanda Ampuero. Encontramos en él párrafos tan duros, tan honestos, que una quiere mirar hacia otra parte: la pandemia, la muerte, la enfermedad mental, la sonrisa fingida o impuesta, la conciencia de que algo, quizá todo, está irremediablemente herido. La autora disecciona las múltiples violencias que la han atravesado a lo largo de su vida: el racismo, el machismo, la gordofobia, el desarraigo. Realiza una crónica a veces casi periodística, a veces poética y siempre estremecedora del dolor. Nos señala la culpa, la culpa, nuestra gran culpa. Esa que muchas hemos llegado a pronunciar en alto en una iglesia y a otras les han inoculado desde el vientre. La culpa como una genealogía que atraviesa el cordón umbilical y se diluye entre el resto de nutrientes. La culpa y el miedo. Una combinación infalible que nos mantiene quietas, calladas, paralizadas ante la agresión.

Este libro es, ante todo, un maravilloso manifiesto de la rabia. Un análisis íntimo del trauma colectivo. De cómo convertimos en fantasmas y monstruos aquello que no somos capaces de nombrar, porque no tiene nombre o porque asusta o porque no encontramos la manera. Pero la rabia está por todas partes y el haber aprendido a compartirla nos está dando fuerzas. Resulta que quizá no estamos afligidas, ni tristes, ni apáticas, ni ansiosas. Resulta que quizá estamos profundamente cabreadas, iracundas, jodidamente enfermas de tragarnos la rabia y la violencia. En ocasiones, ni si quiera lo sabemos. Es tan perfecto el mecanismo, lleva operando tantos siglos y a unos niveles tan profundos, que, antes de que la rabia se revele, a veces se transforma de manera inconsciente. Adopta la apariencia de otras cosas para nosotras mismas en una suerte transmutación de los afectos. No es magia, es patriarcado.

Qué bien que haya mujeres que lo cuenten. Qué bien que su talento nos ayude a otras a explorar nuestras propias vísceras, a meternos la mano en lo profundo y contemplar el horror sabiendo que ya no estamos solas.

Las líneas del frente. La escritura
de los soldados en la Edad Moderna
Miguel Martínez

336 pp. 24 €
Akal, 2024

Ana Pérez Cañamares

De las guerras solemos conocer los hechos históricos objetivos (fecha, batallas, número de bajas, vencedores y perdedores) o las historias que cuentan las películas (que tienden a romantizar o, cuando menos, a novelizar), pero poco sabemos por boca de los civiles que las sufren y menos aún de los soldados de a pie (que se convierten en incómodos testigos). De estos últimos se ocupa este riguroso estudio sobre la producción literaria (cartas, autobiografías, romances, poemas épicos, pasquines) de aquellos que combatieron con la espada y con la pluma, a veces a un mismo tiempo. El libro refleja “la existencia de un corpus textual muy significativo” que recoge la experiencia de la guerra desde dentro, con su cara (las aventuras, los viajes, el intercambio cultural, la camaradería, la posibilidad de la escala social) y su cruz (la derrota, el desarraigo, las heridas y mutilaciones, el hambre, el cautiverio, la estigmatización). Elaborando literariamente la propia existencia, la “república de las letras soldadesca” reinventó géneros, enriqueció el lenguaje e incorporó nuevas subjetividades a la autobiografía, lo cual tuvo un impacto decisivo en nuevos modelos de lengua literaria. Junto con estas aportaciones, llaman la atención la visión crítica y lúcida de la violencia estatal y el expansionismo imperial, sus planteamientos sobre las consecuencias últimas de la guerra y el imperio, “rebatiendo así una potente narrativa historiográfica sobre el Siglo de Oro español”. El hecho de que muchos de estos textos hayan permanecido ocultos en los archivos, así como la constatación de que algunos de los soldados escritores estuvieron implicados en conflictos con autoridades, son pruebas de la tensión y choque con las posturas oficiales. Su impulso aristocrático, la rebeldía y la tendencia al motín, la crítica explícita a las políticas militares, las tácticas de oposición y autodefensa, la camaradería puesta por delante de la disciplina, e incluso su curiosidad y gusto por las letras les convirtieron en sospechosos y disruptivos del orden social. Por todo ello, nos encontramos ante un libro necesario para conocer a aquellos que son mano ejecutora, pero también carne de cañón, víctimas y victimarios, y a los que ninguno de estos papeles suele otorgar buena fama o suficiente voz. El lector saldrá sorprendido por el discurso de clase de estos “proletarios de la guerra”, su rebeldía y un discurso más rico, complejo y moderno de lo que podríamos imaginar.  “Los soldados no heredan las letras: las conquistan”, se dice en cierto punto; cabría decir que así ha sido para todos aquellos que el poder y las élites han utilizado para después enviar a la fosa común de los silenciados y olvidados.

El MIL. Una historia política
Sergi Rosés Cordovilla

320 pp. 19 €
Virus, 2024

José Luis Carretero Miramar

Tras un vibrante y vitalista prólogo de Jean-Marc Rouillan, protagonista directo de las acciones del MIL, en plena vorágine del post-68, este volumen despliega un análisis profundo y riguroso de la trayectoria práctica y teórica del Movimiento Ibérico de Liberación desde una perspectiva fundamentalmente política.

Ya existe una bibliografía abundante y rica sobre la experiencia y los planteamientos del MIL y sobre las ejecuciones de sus militantes Puig Antich y Oriol Solé. Libros previos como el de Telesforo Tajuelo o el de Antonio Téllez han formado parte de la educación política básica, y han alimentado la mística activista de la militancia autónoma y libertaria de las últimas generaciones.

Este libro, sin embargo, no se centra en narrarnos las acciones armadas del MIL o los avatares personales de sus integrantes. Huyendo de la mitificación acrítica del grupo que se ha practicado en los textos previos, el autor profundiza en la innovadora propuesta política del MIL al estudiar su génesis, sus textos fundamentales y las influencias de las que es un resultado creativo y original.

Así, el texto profundiza en las raíces consejistas del pensamiento de la militancia del MIL, vinculándolas con las distintas familias del ultraizquierdismo marxista del momento (bordiguismo, trotskismo, etc.), así como con la emergencia de la Internacional Situacionista y las distintas vertientes heréticas del anarquismo que trataban de superar, por medio de la acción, la parálisis inducida en el movimiento libertario clásico por la crisis de la CNT en el exilio. Rosés Cordovilla nos muestra la ardua construcción de la propuesta política del grupo y la contradictoria relación entre los distintos equipos militantes que estuvieron en su génesis (el teórico, el activista y el obrero). Es más, nos hace comprender que la misma delimitación de los equipos es una simplificación histórica que trata de hacer comprensible un proceso más complejo y ambiguo. 

La propuesta del MIL fue tremendamente innovadora en el escenario político de la Transición. Lejos de adherirse al antifranquismo y al nacionalismo dominantes en la oposición política catalana de la época, el MIL fue un grupo revolucionario que se presentó como una herramienta de apoyo para la expansión de la autonomía de las luchas obreras en el cinturón industrial de Barcelona. Con un trabajo editorial y teórico que estaba en el centro de su proyecto político, y desde una crítica expresa a las formas organizativas de Partido y Sindicato, las actividades armadas del MIL estaban orientadas hacia la radicalización creciente de la lucha de clases y hacia la autoorganización autónoma de la clase trabajadora.

Por todo ello, estamos ante un libro, denso, complejo y polémico sobre el MIL que merece la pena leer.

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