El lenguaje es fascinante, da igual cuando lo leas. Pensemos por un momento en el Antiguo Egipto. Durante milenios se escribió con jeroglíficos y luego con la escritura hierática y demótica. Sin embargo, con la llegada del cristianismo, los egipcios comenzaron a adoptar el alfabeto griego para escribir su lengua. Esta escritura, conocida como copto, conservó el idioma en una forma más fonética y accesible. No sabemos si se han basado en esta historia, pero una tribu de Indonesia tiene una historia fascinante muy parecida.
El legado lingüístico del Cia-Cia. Esta historia nos lleva hasta la isla indonesia de Buton, donde el idioma Cia-Cia ha sido un pilar de la identidad de la tribu homónima durante siglos, aunque con un “pero”: sobreviviendo únicamente a través de la tradición oral.
Como en tantas otras lenguas ancestrales, la falta de un sistema de escritura propio puso en serio peligro su preservación, especialmente en un país tan diverso lingüísticamente como Indonesia, donde existen más de 700 lenguas que se enfrentan a desafíos similares. Ante el riesgo de perder un día la comunicación que siempre han mantenido, la comunidad Cia-Cia encontró una solución inesperada y única en Corea y su alfabeto, Hangul, que se ha adoptado como la base para transcribir su idioma.
Aceptamos alfabeto coreano. A diferencia de otras lenguas locales que intentaron adaptarse al alfabeto árabe, la fonética particular del Cia-Cia lo hizo incompatible con dicha escritura. Aquello resultó problemático, especialmente en Buton, donde el dialecto Wolio ya se había establecido en árabe desde el siglo XVI.
¿Qué ocurrió? Que, en 2009, un equipo de académicos surcoreanos llegó con una propuesta radical: utilizar el Hangul como el sistema de escritura para el Cia-Cia. Dicho alfabeto, desarrollado en el siglo XV para hacer accesible la escritura a todos los estratos sociales de Corea, mostró una asombrosa compatibilidad fonética con el Cia-Cia.
Una colaboración pionera. Para hacer posible esta transición, hay dos nombres a destacar, tal y como cuenta el New York Times. Se trata de dos instructores de Baubau, entre ellos Abidin, que fueron capacitados en la Universidad Nacional de Seúl. Durante seis meses, Abidin trabajó en la adaptación de los caracteres del Hangul a los sonidos específicos del Cia-Cia, creando un sistema que respetara las peculiaridades fonéticas del idioma.
Su dedicación convirtió a Abidin en el pionero de la transcripción del Cia-Cia al Hangul, y su esfuerzo culminó en la creación de un método formal de enseñanza que ahora se imparte en las escuelas de Buton. Abidin destacaba cómo el Hangul permitía capturar ciertas pronunciaciones y tonos del Cia-Cia de manera fiel, lo que proporcionó una base sólida para la preservación escrita del idioma.
Inmersión cultural. Hoy, a lo largo de la región de Sorawolio, en Baubau, la presencia del Hangul se ha expandido hasta sitios inimaginables hace unos años. Se puede ver en las señales de las calles, edificios públicos o las escuelas, ofreciendo un recordatorio visual de esta fusión cultural única en el planeta.
Y cuando se publicó el primer diccionario de Cia-Cia en Hangul en 2020, se renovaron los esfuerzos por enseñar a los estudiantes locales dicha escritura, que, además de preservar el idioma, subraya la identidad cultural de la comunidad en un contexto moderno. Las escuelas ahora producen sus propios materiales didácticos en el propio Hangul para alumnos de cuarto a sexto grado, fortaleciendo así el vínculo entre el Cia-Cia y la nueva generación.
La complejidad del “truco”. Qué duda cabe, la decisión de adoptar Hangul puede ser controvertida y, de hecho, ha suscitado opiniones encontradas. Mientras algunos observadores temen que el uso de un alfabeto extranjero pueda alterar la identidad del Cia-Cia, otros ven en esta mezcla una oportunidad para preservar su cultura.
Frente a la corriente adversa, contaba al New York Times el exalcalde Amirul Tamim, quien ha promovido activamente el proyecto, que la resistencia a influencias externas podría haber significado la desaparición del idioma. Amirul sostiene que la diversidad cultural de Indonesia es lo suficientemente fuerte como para beneficiarse de una herramienta que garantice la supervivencia de lenguas minoritarias.
Retos y el futuro. A pesar de los avances descritos, el Cia-Cia enfrenta una realidad desafiante: la influencia del idioma nacional, el Bahasa Indonesia, amenaza con desplazar su uso en la vida cotidiana, especialmente entre las generaciones más jóvenes. En palabras de Djunuddin, un líder de la comunidad, muchos niños están empezando a directamente no hablar Cia-Cia, y la transmisión oral del idioma se ha debilitado.
¿Soluciones? Para abordarlo, los ancianos y académicos locales han intensificado sus esfuerzos de documentación, trabajando para registrar términos y expresiones en Hangul y promoviendo su uso en casa. Además, se están transcribiendo cuentos y relatos tradicionales para mantener vivas las lecciones de vida y valores ancestrales de la tribu.
Al final, y más allá de ser un medio de comunicación, el lenguaje de donde sea es historia viva, conocimiento y sabiduría, en este caso de una tribu. Como explicaba al medio La Ode Alirman, sociólogo de Baubau, la conservación del Cia-Cia es crucial para transmitir a las futuras generaciones, no solo palabras, sino también la esencia de su identidad y cosmovisión.
Imagen | Samuraijohnny, Bagas Hutagalung
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