Polarización sin recuperación

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Año poliédrico, con afluentes y caminos que seguramente sorprenderán. Así, un 2022 con una canasta enorme de temas que, aunque diversos, convergen en dos puntos de presión para el país en su conjunto. Ejemplos hay varios a la vista; la reforma energética como ariete de discusiones que tienden a recrudecerse impregnadas de dogmas políticos, la confrontación en la fase preparatoria al ejercicio de consulta para la revocación de mandato que tiene en esquinas distintas al gobierno y al INE, y un escenario electoral que puede reconfigurar la concentración del poder territorial que previsiblemente puede sumar Morena. Pero este breve muestrario, engrosado por muchos otros tópicos, en el pico del embudo, se tiene como característica dos cuestiones: un ríspido escenario de mayor polarización, y un contexto poco propicio para la solidez y la recuperación económica.

En el primer caso, poca armonía se puede esperar ante temas prioritarios que, fundamentalmente marcan una línea divisoria profunda entre el parecer de los mexicanos. De ahí, lejos de la búsqueda de consenso y puntos medios en las posturas, la movilización social, el ataque y el cuestionamiento a quienes piensan distinto, parece que serán las constantes. No podría ser diferente cuando por frente se tiene una reforma fundamental para los fines del gobierno federal como lo es la reforma eléctrica; legislador que se oponga a la misma, sin duda encontrará el escarnio público encauzado y, partido que no se alinee, hallará la presión social fomentada. Por otra parte, en un año donde se encuentran en juego seis gubernaturas, el acto de polarizar refuerza una narrativa conveniente para quienes se asumen como indicadores de las justas causas del pueblo oprimido.

Pero lo más preocupante es que estos, y muchos más temas donde el divorcio ideológico y conceptual es profundo, no son un aliciente para la recuperación económica tan necesaria. Sobre todo, cuando existen factores que internamente suman al contexto adverso. Por una parte, tenemos un ciclo inflacionario que ha mostrado cifras fuera del objetivo del Banco de México durante largos nueve meses. Estamos en niveles que duplican el tope trazado de 3%, y con las presiones supervinientes para el incremento de la tasa de interés, se antoja muy difícil disminuir este nivel de inflación que ya se resiente y se palpa como no se hacía en 20 años. Por otra parte, en ese círculo pernicioso, los ingresos tributarios previstos para este año, pueden resultar mucho menores ante la pérdida de solvencia del contribuyente. Debemos estar conscientes que, las previsiones reflejadas en el paquete económico, se antojan optimistas ante factores como la ralentización de la recuperación económica de América del Norte y, las condiciones de prolongamiento de la pandemia por la aparición de nuevas variantes.

Queda claro que ante la adversidad ayuda mucho el consenso y una básica unidad nacional. ¿Estamos dispuestos todos a buscarla?

Twitter: @gdeloya

Analista en temas de política

A media semana

Guillermo Deloya Cobián es oriundo de Puebla, licenciado en derecho, con especialidad en derecho fiscal, maestro en economía y gobierno y doctor en planeación estratégica y políticas de desarrollo. Actualmente cursa la maestría en escritura creativa en la Universidad de Salamanca.

Es articulista y comentarista en diversos medios de comunicación nacionales y locales, ha publicado ocho libros, además de diversos ensayos en temas que van desde lo económico, político y jurídico, hasta una novela histórica ubicada en el siglo XVIII.

Es comentarista y analista en temas de política, economía y jurídicos en ADN40.

Ha desarrollado una constante actividad docente como profesor universitario tanto en Puebla como en la CDMX.

Cuenta con una trayectoria en el sector público de veintiocho años donde ha ocupado cargos en los ámbitos federal y estatal, en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, en la Procuraduría General de la República, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública, en el Consejo de la Judicatura Federal y el Gobierno del Estado de Puebla, fue Coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, INAFED, de la Secretaría de Gobernación y ha ocupado diversos cargos partidistas.

Tomado de https://www.eleconomista.com.mx/