Una sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido que declara que las mujeres trans no son mujeres ha causado conmoción en la comunidad trans, destacando un marcado contraste entre la postura celebratoria de la activista anti-trans J.K. Rowling y el miedo y la desesperación expresados por muchas personas trans en el Reino Unido. Rowling, quien ha donado públicamente a organizaciones anti-trans, publicó una foto suya en un yate con la leyenda «Me encanta cuando un plan se concreta», aparentemente haciendo referencia a la decisión del tribunal.
Esta sentencia revierte eficazmente décadas de progreso en los derechos trans. La decisión del tribunal es particularmente preocupante dada la exclusión de las voces y organizaciones trans de los procedimientos. Expertos y defensores temían que su testimonio fuera ignorado, un patrón que refleja el controvertido Informe Cass, encargado por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, que de manera similar marginó a los expertos en salud trans. La donación de £70,000 de Rowling a For Scotland Women, la organización que inició la demanda, subraya aún más la influencia financiera que alimenta este movimiento anti-trans.
El momento de la sentencia coincide con el anuncio de la próxima serie de «Harry Potter» de HBO, con John Lithgow como Dumbledore. El papel anterior de Lithgow como una mujer trans en «El mundo según Garp» añade una capa de ironía, dado el papel de productora ejecutiva de Rowling y la posibilidad de una mayor financiación de causas anti-trans a partir de sus regalías del programa.
Este revés en el Reino Unido refleja una tendencia mundial de aumento del sentimiento anti-trans. En los EE. UU., el gobierno federal ha trabajado activamente para excluir a las personas trans de las fuerzas armadas, eliminar el lenguaje relacionado con las personas trans de los sitios web del gobierno y restringir el acceso a documentos de identificación precisos. Las acciones de la administración Trump, incluidas las amenazas de recortar los fondos federales para la educación a Maine por proteger la participación de los estudiantes trans en los deportes, ejemplifican este ataque más amplio. Si bien algunos estados azules ofrecen una mayor protección, la realidad es que los derechos de una persona trans en los EE. UU. a menudo dependen de su ubicación.
En el Reino Unido, las acciones del gobierno, encabezadas por el Secretario de Salud Wes Streeting, son igualmente alarmantes. Tras el Informe Cass, se ha implementado una prohibición de bloqueadores de la pubertad para jóvenes trans y restricciones al acceso a hormonas para adultos, lo que obliga a muchos a un sistema de clínicas de género con una gran acumulación de pacientes.
Tanto los EE. UU. como el Reino Unido comparten un hilo conductor: figuras multimillonarias como Elon Musk y J.K. Rowling son prominentes en el movimiento anti-trans, sin un contrapeso financiero significativo por parte de los defensores de los derechos trans. Los EE. UU. ven millones gastados en anuncios políticos anti-trans y el auge de activistas anti-trans que capitalizan el problema. Sin embargo, también hay resistencia, con figuras como la gobernadora de Maine, Janet Mills, desafiando abiertamente las políticas anti-trans federales.
A pesar de estos reveses, la resistencia de la comunidad trans sigue siendo inquebrantable. La lucha continua por los derechos trans es un testimonio de la presencia perdurable de las personas trans a lo largo de la historia y de su inquebrantable determinación de existir auténticamente, independientemente del clima político. Si bien la situación actual es innegablemente desafiante, el espíritu perdurable de la comunidad trans ofrece un poderoso mensaje de esperanza y perseverancia.
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