Colaboraciones
Fernando Gálvez de Aguinaga
A lo largo de la carrera de un artista se dan descubrimientos de autores y obras que representan verdaderos manantiales de ideas y formas de abordar la materia pictórica, el dibujo y la composición. Es el caso de la apertura de horizontes estéticos que para Siegrid Wiese significó su encuentro con los trabajos de Vlady. Sus pinturas recibieron desde un inicio la poderosa emoción que ella estaba experimentando cada vez que veía un dibujo o un cuadro en un libro y luego más aún, cuando pudo ver en vivo la sabiduría virtuosa del manejo técnico que Vlady desarrollaba en sus creaciones tanto de grabado como de pintura. Los colores discurrían a su vez un abecedario sensible que tocaba su mente, como si fuera un reflejo de su propia manera de establecer la paleta de cada composición. El coloquio de los pinceles se hace a partir de una mirada que escruta los cuadros, los murales de Vlady en la Biblioteca Lerdo de Tejada, una mujer que se autorretrata bajo una capa blanca de pintura que pareciera inundar el taller, es la materia de Vlady que la cerca, la baña, la transfigura sin que deje nunca de ser ella misma, se abre el trueque de trabajos pictóricos. Siegrid viaja desde Oaxaca a la Ciudad de México, quiere ver todo lo que puede de Vlady, asomarse a la compleja ventana de sus cuadros, su vida interna es también de agitación inusitada, busca maestros que puedan acercarla a las recetas que dan esa profundidad a los óleos o los temples como lo hace Vlady, mezcla pigmentos, arma en bastidores la posibilidad de un fresco transportable, sabe por los escritos del maestro ruso que no hay lugar a equivocaciones en los muros al fresco y estudia durante horas ese muralismo de estética vanguardista con el que las Revoluciones y los Elementos fueron desarrolladas por Vlady. Hasta que se presenta en el Centro Vlady con la convicción de que puede desarrollar una exposición exprofeso para la UACM, cuadros pintados para esta muestra y todas sus exploraciones del gran maestro.
Siegrid, mujer inquieta, promotora cultural además de trabajadora incansable de las telas, desde su estudio flotado frente al jardín Conzatti de la capital de Oaxaca se ha vuelto una discípula de la pasión pictórica de Vlady. Precisamente frente a ese Jardín, en otra calle, hospedamos a Vlady en 2001 cuando se hizo una retrospectiva de grabado en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, misma que terminaría regalando enteramente para iniciar su gran donación de 4,600 obras al pueblo de México a través del INBAL. Así nos los dijo a Francisco Toledo y a mí y así se lo cuento a Siegrid que abre más sus ojos inmensos con los que ha devorado kilómetros de pinturas vladianas como se mira en sus paisajes, en sus seres que más que monstruosos yo diría que son eminentemente pictóricos, los pinceles atacan la tela y en el grumo del óleo encuentra la forma del personaje. Las líneas paralelas y vibrantes del dibujo, los grabados y las pinturas de Vlady parecen cimbrar a esa gran pintora en que se ha ido convirtiendo Siegrid. Le cuento que aquella vez de la exposición de Vlady en el IAGO coincidió con la llegada de Toledo después del año que vivió en Los Ángeles y coincidió también con la manifestación contra el expendio de comida chatarra Mac Donalds que Toledo hizo suya y Vlady se quedó a participar con Toledo y a repartir tamales. Los dos, en vez de volantes, regalaron tamales a la gente. Siegrid escucha y extiende esas líneas vibratorias a sus cuadros, a sus dibujos como si cada anécdota de Vlady la electrificara a ella y a su obra. “Para ti”, le digo después en el patio de Centro Vlady, “tú que eres promotora de un encuentro artístico llamado Erótica, ¿sabías que Vlady hizo la primera exposición individual enteramente erótica de México en 1968?” Y luego nos metemos a la exposición de Rembrandt y Vlady y vemos dos grabados sexuales del adelantado holandés. Pero también vemos las reinvenciones de una de esas piezas de Vlady. Entonces reunimos obra de ambos en esa vertiente y sumamos un puñado de trabajos participantes de Erótica. También integramos a la apertura al Trio Mori de Jazz, pues Siegrid y su compañero Oscar Oxama promueven música haciendo conciertos en su hogar, impulsando una productora y repartiendo músicos en eventos y teatros. Siegrid organiza sesiones de dibujos de desnudo en su taller desde hace 18 años. Así también las orquestaba Vlady. Los creadores desbordan sus cuadros cuando están comprometidos y el coloquio de los pinceles es la vida misma. La piel de los amantes chinos, políptico de Vlady que hace del erotismo casi una abstracción de la poética erótica, representa una polea que articula toda la exposición gracias a la generosidad del Museo de Arte Moderno.
Agradecemos a Flavio Sosa y la Secretaría de Cultura de Oaxaca esta primera acción con el Centro Vlady, con Difusión Cultural y la rectoría misma de nuestra Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Estamos seguros de que este festejo de Siegrid Wiese en sus 25 años como pintora es un gran primer paso de colaboración.
Este es el segundo Texto de Sala que acompaña la exposición Siegrid Wiese y Vlady. Coloquio de los Pinceles, que será inaugurada el jueves 27 de marzo de 2025 a las 19 horas en el Centro Vlady de la UACM , ubicado en Goya 63, colonia Insurgentes Mixcoac, Ciudad de México.
Tomado de https://morfemacero.com/
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