Platicamos con Bernardo Serna, una de las mentes maestras de TLECÁN, en los días posteriores a su nombramiento entre los 50 mejores bares del mundo y en la víspera del evento que recibirán como parte del festival artístico y cultural DOT.DAYNIGHT
La única manera de conservar las tradiciones y las expresiones culturales más profundas es a través de alguien que tenga la firme convicción por resistir a las inclemencias del tiempo y la modernidad.
Esta lucha por la permanencia le ha tocado vivirla a los maestros mezcaleros de todo México, pues la gran influencia del marketing para desvalorizar las bebidas hechas con base de maguey para introducir destilados internacionales ha permeado en las ventas de los productores locales.
Sin embargo, aún hay espacios y apasionados que trabajan por preservar un culto en torno a esta bebida, en el afán de devolverle el valor y el reconocimiento mundial que se merece desde la idea de que tiene como base una de las plantas más ricas, polivalentes y con mayor mitología en el país.
De esta manera nace Tlecān, un proyecto que rescata la cultura mesoamericana en su atmósfera y que ofrece mezcal ancestral -derecho y en coctelería- proveniente de localidades icónicas que la producen con el fin de promover el consumo de este licor.
Describamos la entrada: la puerta principal da lugar a un pasillo oscuro que se traga cualquier resquicio de luz proveniente de la calle Álvaro Obregón, mismo que desemboca en un cuarto de luz tenue en donde el olor del copal envuelve la cabeza con una suerte de aura ceremonial.
Dos esculturas inspiradas en el Dios Mictlantecuhtli vigilan y resguardan a los inquietos y entusiastas que están a punto de comenzar un viaje hacia una experiencia única para el gusto y el olfato.
El espacio, bajo la antigua tradición de beber en comunidad, está pensado para incitar a la convivencia e interacción entre desconocidos. Una barra con pocos asientos se postra al costado izquierdo de la entrada, mientras que pegada a la pared derecha se encuentra una pequeña extensión de madera que sirve para reposar las bebidas.
En una ciudad llena de bares con música estruendosa y bebidas preparadas únicamente para diluir la dura corteza de la conciencia, ésta mezcalería destaca por su atmósfera mística que permite conocer los secretos de México y su gente, impregnados de un manto musical salido de la mente del mismísimo Toy Selectah con una curaduría muy especial de ”cumbias de archivo”.
Todo esto le valió para posicionarse por primera vez en la lista de los 50 WORLD’S Best Bars, con el puesto número 20, gracias al esfuerzo de sus propietarios Bernado Serna, Eli Martínez y Eduardo Panchur.
El mismo Bernardo Serna nos cuenta en exclusiva:
”Teclán nació desde el puro y sentido cariño al mezcal. Así, sin intermediarios ni artilugios de la mercadotecnia que entorpezcan el entendimiento de esta bebida como lo que es: un elixir ancestral… Un regalo que los Dioses nos brindaron a través de la tierra”.
Cada mes la oferta cambia, pues los lotes se compran al menudeo con el fin de no fomentar la explotación y para darle oportunidad a diferentes productores de ofrecer sus recetas.
Las bebidas se adquieren de maestros mezcaleros que elaboran el denominado mezcal ancestral. Esta es una preparación especial que consta de procesos artesanales, con un toque único y personal, pues al no ser un proceso enteramente definido cambia con cada preparación.
Lo que da lugar a imperfecciones que elevan su esencia única al llegar al paladar. Cabe mencionar que estos destilados se realizan casi exclusivamente para consumo personal o de la comunidad y cuentan con un grado de alcohol que va desde los 45 a 50 grados.
Lo mejor es que Tlecán es idóneo para expertos y novatos por igual. Su curaduría de mezcales es capaz de seducir a todo tipo de paladares sin el obstáculo que representa la pretensión.
”Desde el principio el objetivo de Tlecán es que puedan venir los meros meroes, los que le saben, y también los primerizos, hasta esos que dicen que no les gusta pero que están dispuestos a darle una nueva oportunidad. Y es que el mezcal es muy noble, y cuando empiezas a entenderlo en todas sus dimensiones, te das cuenta que para el mexicano deja de ser solo una bebida”.
A pesar de brillar por sí solo, los fundadores de Tlecān se han esforzado por crear cócteles que rescaten lo mejor de las bebidas tradicionales de México para combinarlos con este licor, sobre todo para aquellas personas que quieran un atajo para entrarle al mezcal.
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Tomado de https://warp.la/
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