Colaboraciones
Araceli Mancilla Zayas
VIERNES
La placidez de escuchar al mar
entre las hojas
vaivén cercano que se ausenta
para dar paso a la luz
de ella surgen remolinos
que entran en la casa sin alboroto
atraviesan cristales acariciando el piso
música revivida en los ojos
destello a la orilla de las sombras
entonces el mar vuelve a escucharse
en el jardín
entre ramas de dos árboles
cadencia luminosa
detenida un momento
en el espacio que inunda su presencia
donde sólo cabe estar atentos mientras un pájaro
–que se piensa pequeño–
trina su adiós.
PAVANA POR UNA PRINCESA MUERTA
¿Ya no queda nada?
espera, hay algo
en la música:
algo como
una ligera grieta
¿en dónde?
atrás
su abertura
en una cicatriz olvidada
¿cómo?
entra la música
viento de luz
en el camino de regreso
¿a qué?
hacia la noche
después
va yéndose
-siéntelo-
de la pequeña grieta
que se cierra.
PEQUEÑO RELÁMPAGO
Un momento atrás
bajo flores guinda
vibraba su aleteo
ellos lo miraron en el fulgor
de aparecer entre hojas
del árbol pata de vaca
lució un instante
al despuntar el día
preparaban café
cuando de pronto
en el cristal
un golpe
(no de piedra ni de puño)
amortiguado por el plumaje
tornasol
cayó
palpitó unos segundos
quedó inerte
diminuto colibrí
que horas más tarde
ella recibió entre sus manos
“puedes dejarlo en el altar”
dijo él
al entregárselo: “sólo se secará”
pasaron días: cómo no pensar
en el pequeño relámpago
su viveza había iluminado el aire
luego chocó contra el cristal
observa ahora su ser yacente:
verde azul desde la cabeza
al abdomen
resplandor anaranjado
del cuello que brilla
y se enciende al rotar
largo pico: aguja que bordó
encajes invisibles
patas de garras minúsculas
pecho pelado en el centro
rodeado por fino plumaje blanco
alas grises diseño
para una rapidez
a mil por hora
y en las cavidades vacías
donde hubo ojos
la evidencia de la maravilla
después de la velocidad.
ÁRBOLES
(DE AGUACATE)
Dirías que son uno
por la ligereza en común
de subir hacia lo alto
y extenderse
en curvaturas
sensuales
y sexuales
llenos de hojas
enlazados los troncos
cual hijos de una
sola semilla
que se hubiese
bifurcado en un ser
de dos cuerpos
que se gozan
ricos en brotes
Dirías que son dos
pero imposible afirmarlo
a la primera
viendo el armonioso
enlace que culmina
en las frondas
paralelas
confundidas
en una
Podrías atenerte
a la contundencia
de los frutos
tan distintos siendo
de la misma especie:
unos redondos
y pesados como
bombas
de corteza dura
y áspera
los otros alargados
con tendencia a
acinturarse
de piel esbelta
fácil al cuchillo
mas no dices nada
ante dos que han
decidido ser
para efectos
visuales y vitales
uno solo
frente al viento
el sol los pájaros
las plagas la lluvia
las sombras y la noche
que les cae encima
al unísono
oscureciéndolos
pacíficamente
en el hogar que custodian
con su ayuntada
arborescencia.
GIRASOLES
Zumban insectos en medio
de un campo de girasoles
algún animal
posiblemente una rata
se apresura ante su peso
cuando cae con suavidad
sobre las altas hierbas
no la encuentran:
con los brazos abiertos
de cara al cielo
en lo profundo del terreno
ha tendido su cuerpo de niña
cierra los ojos para absorber
la plenitud del sol
no demasiado lejos
sobre la banqueta
escucha pasos
correría de gente
voces que juegan
lote baldío
oloroso a humedad
a revoltijo de hojas
y basura:
de cara negra
rodela amarilla
tallos largos y peludos
los girasoles cercan
con lealtad infranqueable
el solaz de su refugio.
CUCHILLO
In figure de colomb volat al ciel.
El canto de un pájaro
su pico
puro gorjeo
rasga
la penumbra del alba
sólo un pájaro
-sin verlo
es uno
¿sabes? –
cortando
delicadamente
la noche
canto /rasguño
al velo de la oscuridad
empujada con suavidad
por la luz
algo adentro
se rasga también:
entra el canto al centro
del cuerpo
lo atraviesa
le hiere
deshaciéndolo
en luzombra.
Tomado de https://morfemacero.com/
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