Reseña: Megalopolis, entre el arte y el desastre

Francis Ford Coppola es uno de los directores más grandes de todos los tiempos. Si tomáramos en cuenta solo su carrera entre 1974 y 1979 sería suficiente para colocarlo en ese lugar, cuando realizó cuatro obras maestras seguidas: The Godfather (1972), The Conversation (1974), The Godfather II (1974) y Apocalypse Now (1979). 

Por esa época entre el rodaje de Apocalypse Now y One From the Heart (1981), Coppola tuvo la idea de realizar una ambiciosa y costosa obra que llevaría el nombre de Megalopolis. Un filme que tenía la intención de comparar la actualidad o el futuro cercano de Estados Unidos con la caída del Imperio Romano. 

En ese momento inicio la obsesión y camino tortuoso para llevar esta obra al cine. Francis no era ajeno a los rodajes y proceso difíciles de filmación. Pero Megalopolis se lleva las palmas. Y las opiniones van desde obra maestra incomprendida, peculiar y desastrosa. Pero ¿cuál es la realidad? 

¿De qué trata?

La película cuenta con una gran variedad de tramas, pero si vamos de lo más a lo menos importante trata de lo siguiente: 

En esencia el filme es la historia de César Catalina (Adam Driver). Un arquitecto que quiere convertir la ciudad de New Rome en una utopía, de nombre Megalopolis. Para lograr su cometido quiere utilizar su más grande invención, un nuevo elemento de nombre megalón, que le valió el premio Nobel.  

Catalina tiene además la particularidad que puede detener el tiempo a voluntad y es el heredero de una familia rica y poderosa. En años pasados, la misteriosa desaparición de su primera esposa, lo convirtió en sospechoso de asesinato. Pero esta perdida se ha convertido en una obsesión para transformar el futuro.

El principal opositor de Catalina es el alcalde de New Rome, Cicero (Giancarlo Esposito). Quien busca la construcción de un gran casino, en los mismos terrenos donde el arquitecto busca construir su utopía. 

La hija de Cicero, Julia (Nathalie Emmanuel), como una miembro del jet set de la ciudad en un principio se siente inclinada por defender a su padre de Catalina. Pero mientras va descubriendo la vida y la personalidad del arquitecto se siente atraída por sus ideas. Hasta que ambos se embarcan en un romance en contra de la voluntad de su padre. 

De forma paralela la celebridad televisiva, Wow Platinum (Aubrey Plaza) busca venganza de Catalina. Como su amante se ve rechaza por este cuando le confiesa que lo ama. Y se casa con su poderoso tío Hamilton Crasssus III (Jon Voight). Quien controla la fortuna de la familia.

Mientras Catalina y Cicero buscan realizar sus proyectos de vida, el excéntrico primo de Catalina, Clodio (Shia Labeouf) busca destruir a su pariente. Y en su obsesión intentará apoderarse de la ciudad, sabotear la vida de su primo e involucrarse en un affaire ilícito.   

Otras subtramas incluyen un satélite ruso. Y un gran evento donde se celebra la virginidad de una estrella del pop (Grace VanderWaal). 

Todo esto narrado por el asistente y chofer del protagonista, Fundi Romaine (Laurence Fishburne). 

Además en el filme también hay otros miembros de la familia Catalina, conjuras políticas, drama familiar, drama político y momentos experimentales.  

40 años de percances 

Desde un primer momento Coppola se enfrentó a una gran resistencia a realizar este filme. Después del tortuoso rodaje de Apocalypse Now y el desastroso desempeño en la taquilla de su siguiente película, One From the Heart, su compañía fílmica se encontraba al borde de la bancarrota. 

Antes los elevados costes de producción Francis llevó este proyecto a diversos estudios para ser rechazado en múltiples ocasiones. Parecía que encontraría suerte a finales de los noventa. Y comenzó rodaje y prepoducción en 2001.

Originalmente el filme contaría con Russell Crowe, Robert De Niro, Leonardo DiCaprio, Nicolas Cage, Paul Newman, Kevin Spacey, James Gandolfini, Edie Falco y Uma Thurman. 

Se grabaron alrededor de 30 horas de metraje en la ciudad de New York. Pero el proyecto fue cancelado después de los atentados del 11 de septiembre. Por que el filme hacía referencia a la destrucción de una parte de la ciudad. 

En 2007 se había dado por muerto el proyecto, ante declaraciones del cineasta. 

Pero en 2019, cansado de depender de los estudios, Coppola comenzó la preproducción del proyecto nuevamente. Algunos nombres de actores que estuvieron ligados al proyecto en un inicio incluían a Jude Law, Oscar Isaac, Forest Whitaker, Cate Blanchett, Zendaya, Michelle Pfeiffer y Jessica Lange.

James Caan estaba en negociaciones para interpretar a Hamilton Crassus, pero desgraciadamente el actor falleció en 2022. 

Coppola vendió una parte de sus viñedos para financia de forma autónoma el filme. Que terminó costando 120 millones de dólares. 

El rodaje se llevó a cabo entre 2022 y 2023. Se comenta que los problemas en el rodaje y el choque de ideas llevaron a varios miembros de la producción a abandonar el proyecto. Incluyendo la diseñadora de producción, Beth Mickle, el director de arte David Scott y el supervisor de efectos visuales Mark Russell. Que además se llevó al resto del equipo de efectos visuales.  

El filme se estrenó en la 77ª edición del Festival de Cannes. Donde se buscaba encontrar una distribuidora. Pero al final solo Lionsgate se interesó en el proyecto, con la condición de que Coppola se encargara de los costos marketing.  

Por último, Megalopolis dio la nota, cuando el trailer fue retirado de redes sociales. Esto sucedió cuando se descubrió que las citas de críticos utilizadas en el avance eran falsas. Las citas negativas de otras películas de Coppola habían sido generadas por Inteligencia Artificial y hablaban de un cineasta visionario, pero incomprendido.

Megalopolis ¿obra de arte incomprendida o desastre? 

Megalopolis es una obra pasional y la obsesión de la mitad de la vida de Francis Ford Coppola. A sus 85 años Coppola como artista ha dedicado buena parte de las últimas dos décadas a producir cine y dirigir películas experimentales, que se han perdido en festivales y circuitos independientes. 

Esta película tiene toda la marca de esta faceta experimental de Coppola. Un filme que combina actitudes teatrales, diálogos sacados de obras de Shakespeare y performance, combinadas con una gran iconografía y un análisis comparativo entre la caída de Roma (específicamente la conjura de Catalina), con homenajes al cine independiente y al cine clásico norteamericano. 

Como director, escritor y productor es evidente que está obra no tiene influencias externas y probablemente ese es su más grande talón de Aquiles. Entre las estatuas que se mueven, el exceso de diálogos, las subtramas y la gran cantidad de personajes, el filme pierde el foco.

Cuando hablamos de los efectos visuales por momentos son impresionantes. Y en otros se ven hechos con bajo presupuesto.  

En el afán de proponer resalta su entusiasmo en ser optimista y mostrar que el rescate de la humanidad se puede dar a través del amor y el arte. Y este puede salvar a nuestra civilización o hacernos mejores personas.  

Los personajes son planos y las actuaciones son disparejas yendo del humor involuntario, a la sátira y el absurdo.  Y algunos simplemente desaparecen.

Es una obra de arte en sí que es digna de analisis por su propuestas, y es mucho mejor de lo que esperábamos, por no por eso es necesariamente buena (o mala). Es una película que refleja el poco interés del director de gustar al público y solo complace la vanidad de Coppola. Quien busca filosofar en un ejercicio casi onírico sobre el futuro de la civilización y parece hacer una reflexión sobre su relación con su hija y su familia.  

En esta postura resulta difícil relacionarnos con ella porque tanto la postura de Catalina como de Cicero está hecha desde las elites. Que dicen que sus proyectos beneficiaran al pueblo, pero sin tomarlo en cuenta.  

Megalopolis busca ser revolucionaria y vale la pena reflexionar sobre muchas de su propuestas filosóficas, políticas y visuales. Pero falla con la aglomeración de elementos y personajes. Destacan por momentos la participación de Adam Driver, Giancarlo Esposito y Nathalie Emmanuel. Aubrey Plaza, Shia Labeouf y Jon Voight entran en el renglón de lo raro. Y sobran todos los demás personajes.

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Tomado de https://warp.la/