Los 90 años de un pintor

Los 90 años de un pintor

“Su arte es una evocación admirativa de pueblos ancestralmente sometidos a explotación, que a pesar de sus problemas mantienen una dignidad que el pintor resalta en su obra, en la cual campean la sensualidad y el dinamismo de poderosas tradiciones”....Tomado de https://morfemacero.com/

Culturas impopulares

Jorge Pech Casanova

A sus 90 años de edad, el pintor y profesor de arte Shinzaburo Takeda dirige la realización de un mural que, al concluirlo, tendrá una extensión total de 108 metros de largo por 6.6 metros de alto, en el interior de la Torre de Rectoría de la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

Para el estado de Oaxaca, esa obra será la más ambiciosa que se haya ejecutado hasta la fecha en un espacio público, en el cual podrán admirarla todas las personas que acuden a la máxima casa de estudios. Desde 2024, la primera parte de esa magna composición pictórica se exhibe el lobby de Rectoría, en el primero de los tres anillos murales que circundan los tres pisos de la torre. En 2025, el artista que concibió y conduce este monumental proyecto creativo cumple 90 años de edad, setenta de los cuales ha dedicado al estudio del arte, a su creación y a la enseñanza de estos conocimientos.

Además de este enorme trabajo, el maestro Takeda sigue creando proyectos para murales y otras obras. Desde 2023, por ejemplo, elabora por su cuenta y riesgo un gran mural dedicado al Popol Vuh, el libro sagrado de los antiguos mayas, que constará de 40 lienzos, cada uno de 120 por 120 centímetros. Cuando la obra esté concluida, tendrá 57.6 metros cuadrados.

¿Cómo logra este pintor, a su edad, mantener la energía para desarrollar tantos proyectos y continuar dando sus lecciones de arte a estudiantes universitarios y a niños y niñas a quienes ha convertido en artistas? El artífice y profesor Shinzaburo Takeda entendió que al mirar al mundo con sabiduría, se comprende que las cosas son inmutables al tiempo que, continuamente, se están transformando. Hace 90 años, el 13 de febrero de 1935, nació este hombre que comenzó a mirar el mundo desde las chozas del pueblo de Seto, en Japón, y hoy lo contempla desde su apacible casa en el pueblo de San Andrés Huayapan, Oaxaca.

Su trabajo en Oaxaca poco a poco fue ganando reconocimiento, hasta que en 2004 la universidad le encomendó pintar el cielorraso del paraninfo universitario, que hubo de ser restaurado después de un incendio provocado por criminales. Esta primera gran obra muralística de Takeda para la casa de estudios fue concluida el mismo año en que se la comisionaron, con el apoyo de su discípulo Francisco Monterrosa (quien fallecería prematuramente en el año 2023).

Lejos de su natal Japón, Takeda ha rebasado las fronteras de México, llevando la imagen de nuestro país al mundo. El emperador japonés Akihito le confirió el más alto honor de su nación en 2012, al otorgarle la Orden del Tesoro Sagrado.

Takeda, después de terminar el mural del Paraninfo universitario, continuó dedicado a su pintura, a la gráfica y a sus clases en Bellas Artes. Sintiendo que su labor era insuficiente para impulsar la disciplina del grabado, en 2008 Takeda decidió lanzar la convocatoria para la Bienal Nacional de Artes Gráficas que desde entonces lleva su nombre.

En 2020, el artista retomó la creación de murales al pintar Río Ostuta, comisionado por el escritor Manuel Matus para la Casa de la Cultura de San Francisco Ixhuatán, en Oaxaca. Al año siguiente, en 2021, el maestro Takeda publicó, al cumplir 86 años de edad, una importante contribución a la didáctica de las artes visuales en México: su Método de xilografía en relieve para principiantes, publicado por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca en una espléndida edición.

Ese mismo año de 2021 el pintor viajó a Yucatán para elaborar en el Centro Estatal de Capacitación, Investigación y Difusión Humanística de Yucatán, en la ciudad de Izamal, un mural de ocho por cinco metros titulado Paraíso de quetzales en un mundo de venados, que le comisionó la Universidad Autónoma de Yucatán.

En 2023 el gobierno del Estado de Campeche comisionó a Takeda la realización del mural de más de 10 metros de altura Adán y Eva para el Centro de Investigaciones Artísticas La Arrocera, en la capital campechana.

En 2023, consecuentemente, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca publicó el libro de arte Aquí nació y creció mi espíritu, con investigación de Mariliana Montaner, el cual recopila la obra pictórica y gráfica de Takeda a partir de 1955 hasta el año de la edición.

El propio maestro Takeda hace partir su vocación artística de la alfarería tradicional japonesa que conoció y elaboró en sus años tempranos en la aldea japonesa donde nació. Para él, es fundamental cultivar en el pueblo mexicano los talentos y las concepciones cosmogónicas que parten de las culturas prehispánicas y forman el sustrato espiritual de los descendientes de aquellos pueblos originarios.

Por ello, en 2024 y 2025 convocó a doscientos niños y niñas, junto con sus madres, para crear un mural en cerámica de 400 losetas diseñadas por los menores de edad y sus progenitoras bajo la conducción del artista oaxaqueño-japonés, con la asistencia técnica del escultor Adán Paredes y su taller Los Alacranes. Dicho mural fue instalado en la sección El Arenero del Parque Infantil primavera, inaugurado en 2025 por el gobierno del Estado de Oaxaca.

El maestro Takeda ha vivido en su país adoptivo más de medio siglo. Durante ese tiempo no sólo ha producido una notable obra pictórica y gráfica personal, sino que ha desarrollado una labor magisterial de impresionantes alcances. Retoma en su obra elementos de las culturas indígenas de México, particularmente las que pueblan el istmo de Tehuantepec y la región maya, las cuales ha estudiado meticulosamente.

Su retrato de estas realidades permite comprender que el pensamiento y la acción de los pueblos originarios no es un recuerdo nostálgico ni un asunto de arqueología, sino el desarrollo de una presencia colectiva que define las transformaciones de toda la república.

Suele decirse que los estados del norte de México son los únicos que garantizan la riqueza de la nación. Tal creencia omite reconocer que los trabajadores migrantes de los estados del sur son quienes sostienen —con sus enormes aportaciones en fuerza de trabajo— industrias y cultivos de la región fronteriza norteña, al grado de que se han denunciado casos de esclavitud masiva de migrantes del sur en campos de trabajo de los estados norteños.

Shinzaburo Takeda, desde su lugar de trabajo en las aulas y en su taller personal, en la población zapoteca de San Andrés Huayapan, no cierra los ojos a esos grandes problemas. Por eso privilegia la cultura indígena y campesina en sus enseñanzas y en su obra. Su arte es una evocación admirativa de pueblos ancestralmente sometidos a explotación, que a pesar de sus problemas mantienen una dignidad que el pintor y grabador resalta en sus retratos. En los cuales campean la sensualidad y el dinamismo de poderosas tradiciones.

Tomado de https://morfemacero.com/