Las pymes no deben quedar al margen del movimiento ‘tech for good’

Las pymes no deben quedar al margen del movimiento ‘tech for good’

Tomado de Ethic.es

Recientemente, he tenido el honor de asistir al Tech for Humanity Summit en Bilbao, donde se han dado cita 100 de los principales emprendedores sociales e innovadores tecnológicos del mundo para debatir una cuestión central: ¿cómo se utiliza hoy en día la «tecnología para el bien»? 

Sabemos que la tecnología puede tener efectos positivos, pero también negativos, por lo que debemos centrarnos en cómo utilizar estas herramientas para provocar un impacto positivo en un mundo a gran escala. Es realmente importante abordar esta pregunta en el momento actual, cuando las amenazas a la privacidad, la seguridad y la democracia, así como el auge de la inteligencia artificial generativa y la desinformación hacen que los efectos nocivos de la tecnología puedan extenderse rápidamente más allá de las fronteras geográficas y tecnológicas.

Los múltiples e interesantes ponentes del Tech for Humanity Summit representantes de varios países, industrias y temas me recordaron que será necesario un ecosistema de actores diversos para responder a esta pregunta crucial. Pero ese ecosistema debe incluir a las pequeñas y medianas empresas, no solo a las grandes compañías.

Un número cada vez mayor de pymes está empezando a utilizar la IA para garantizar la eficiencia y ser más productivas

Sabemos que las pymes quieren ser una fuerza de cambio. Si hablamos de la sostenibilidad, por ejemplo, el informe de Sage Path for Growth: Making Sustainability Reporting Work for SMEs revela que el 83% de las pymes del mundo la considera una prioridad. Pero, en la actualidad, solo el 8% informa sobre su impacto de sostenibilidad debido a la falta de experiencia, herramientas tecnológicas y orientación sobre por dónde empezar. Esta es un área en la que tecnologías como Sage Earth pueden ayudar enormemente a que las pymes (que son el 99% de las empresas del mundo), inicien su transición hacia el balance net-zero. Si todas las pymes del mundo fueran capaces de iniciar su camino hacia la neutralidad neta de emisiones, imaginemos el impacto que esto podría suponer a lo largo del tiempo para conseguir un mundo más neutro en carbono.

Otro ejemplo en el que se puede aplicar la «tecnología para el bien» es la IA. Un número cada vez mayor de pymes está empezando a utilizar la IA para garantizar la eficiencia y ser más productivas, lo cual es una buena noticia para el crecimiento de su negocio. Pero ya sabemos que la IA también puede replicar rápidamente los prejuicios con los que se desarrolle, por lo que cualquier IA diseñada o utilizada por las pymes necesita tener la confianza y la ética en su núcleo. Esto les ayudará a ser vectores de «tecnología para el bien», otorgándoles su enorme papel en la economía europea.  

Para que el movimiento «tecnología para el bien» prospere, será necesario un enfoque que involucre a todo el ecosistema

En Sage hemos reflexionado mucho sobre este tema y hemos hecho de la confianza, la inclusión y la accesibilidad una parte fundamental de nuestra estrategia de producto, especialmente en lo que respecta a Sage Copilot, nuestra oferta de IA generativa para pymes. La confianza es muy importante para nosotros. A diferencia de lo que ocurre con otros productos, en los que los modelos rastrean internet en busca de respuestas en cualquier parte, nosotros estamos formando a nuestras soluciones de IA para que sean más restrictivas, de modo que nuestros clientes puedan confiar realmente en ellas y no exista el riesgo de que accedan a datos falsos. Si en algún caso se utilizan datos externos, estos procederán de fuentes autorizadas, como sitios gubernamentales. También nos centramos en ofrecer soluciones de valor añadido real a nuestros clientes, manteniendo al mismo tiempo la seguridad de los datos dentro del entorno privado de Sage.

El propósito de Sage es derribar barreras para que todo el mundo pueda prosperar. Esto significa que es nuestro deber dejar el mundo, y el sector tecnológico en particular, mejor de lo que lo encontramos: más inclusivo, más eficiente, más ético y más confiable. Pero no es un reto que podamos afrontar solos: por eso nos asociamos con organizaciones como Ashoka para apoyar y aprender de los principales emprendedores sociales del mundo e invertimos en nuestra próxima generación de emprendedores y tecnólogos a través de asociaciones como Teens in AI, que trabaja para dotar a los jóvenes de todo el mundo de las habilidades que necesitan para utilizar la «tecnología para el bien». Para que el movimiento «tecnología para el bien» prospere, será necesario un enfoque que involucre a todo el ecosistema, pero para lograr el éxito definitivo, no podemos olvidar a las pymes.


Por Cadence Willis, vicepresidenta de la Fundación Sage

Tomado de Ethic.es