La transición energética como fuente de empleo verde - Ethic

La transición energética como fuente de empleo verde – Ethic

Tomado de Ethic.es

Hubo un tiempo en el que la vida social, la economía y demografía de Langreo, así como las de otros muchos municipios asturianos, estaban impulsadas por la locomotora del carbón extraído de las minas. Hoy, la minería, las centrales térmicas de la región –y de todo el país– y sus empleos asociados, ya forman parte de una época pasada. La transición energética y ecológica, la digitalización o la automatización definen un mundo presente que transforma rápido todos los aspectos de la vida: la economía, la sociedad y, por supuesto, los trabajos. Y, al igual que ha sucedido con los mineros, muchos otros trabajos quedarán sellados en el recuerdo. Pero, ¿qué va a pasar con toda la gente (y las regiones) que han vivido hasta este momento de sectores con fecha de caducidad? ¿Podrán compensarse los empleos perdidos con las demandas de una nueva economía verde?

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la transición sostenible destruirá en el mundo unos 6 millones de trabajos hasta 2030. Sin embargo, se estima la creación de hasta 24 millones. Si centramos el foco en España, según un estudio del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el país creará, gracias al el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), entre 253.000 y 348.000 empleos verdes al año hasta 2030, de los cuales algo más de 100.000 estarán relacionados con las energías renovables. Nos referimos a instaladores de energía fotovoltaica, directores de sostenibilidad, especialistas en biodiversidad, especialistas en cálculo de huella de carbono, desarrolladores de hidrógeno verde u operarios de plantas de reciclaje. 

En base a estos datos, podríamos respirar tranquilos. Sin embargo, el éxito de la reconstrucción del mercado laboral y la empleabilidad en clave sostenible, ya en plena transformación, dependerá del impulso y compromiso de todos los agentes de la sociedad para reubicar a todos aquellos trabajadores en nuevos puestos de calidad y alinear a las nuevas generaciones a los puestos verdes. Es imprescindible el papel de las administraciones, pero destaca, también, el de las empresas y centros de formación: en ellas descansa el equilibrio entre la demanda de nuevos puestos y el alumbramiento de una generación preparada para cubrirlos. 

En España se crearán entre 253.000 y 348.000 empleos verdes al año hasta 2030

El presente verde

Según el Informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), las adiciones globales anuales de capacidad renovable aumentaron casi un 50% en 2023 para alcanzar casi 510 gigavatios (GW). Es la tasa de crecimiento más alta en las últimas dos décadas y marca el vigésimo segundo año consecutivo en el que se establecen nuevos récords en adiciones de capacidad renovable. Estas inversiones no solo impulsan la transición hacia fuentes de energía más limpias, sino que también generan una demanda constante de mano de obra capacitada en áreas como la instalación, mantenimiento y gestión de sistemas renovables, algo que se antoja fundamental para continuar promoviendo el empleo verde y para entender por qué va a ser tan importante.

El desafío de la educación

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) define los empleos verdes como «trabajos en agricultura, actividades de fabricación, investigación y desarrollo o administración que contribuyen sustancialmente a preservar o restaurar la calidad medioambiental». La falta de talento en este campo se presenta como uno de los desafíos medioambientales de mayor enjundia en la actualidad: de poco sirve tener las claves para propulsar la transición sostenible si no contamos con la acción humana necesaria para iniciarla. El talento verde podría comprometer el despliegue de la transición energética por falta de personal cualificado y esta falta de talento puede tener su origen en varios factores. 

En primer lugar, la rápida evolución de estas tecnologías ha podido provocar que sea difícil mantenerse al día con la formación y capacitación de las mismas. Además, la falta de conocimiento sobre las oportunidades de carrera en este campo podría explicar porqué existe tanta demanda insatisfecha en este tipo de talento o la lentitud con la que evoluciona: el 94% de las compañías asegura que carece del talento necesario para lograr sus objetivos. Y es que todo apunta a que la educación se muestra rezagada ante la creciente demanda de conocimiento ecológico. Según un informe publicado por LinkedIn, existe una falta de experiencia en el sector casi íntegra. Según el informe, el 86% de los hombres y el 90% de las mujeres carece de una cualificación o experiencia laboral ecológica.

Este es el caso de Iberdrola. El propio responsable de empleabilidad de la compañía, Juan Luis Aguirrezábal lo reconoce: «Hay una inversión en energía verde que no se puede ejecutar por falta de talento». Ante esta realidad, Iberdrola ha puesto en marcha Global Green Employment, la mayor plataforma de orientación, formación y empleo verde hasta la fecha. Una herramienta ideada con el objetivo marcado en acelerar la transición energética y permitir que más personas formen parte de ella. Funciona como un generador de talento abierto a empresas e instituciones para aportarles la asistencia que necesiten en la búsqueda de personal cualificado. De este modo, se pretende aunar a quienes desean enfocar su futuro laboral en el sector del empleo verde, con especial foco en el sector renovable, y los agentes empresariales y educativos que pueden contribuir a hacerlo realidad. Además, la plataforma pone especial foco en la formación y capacitación de jóvenes y personas en situación de vulnerabilidad. Global Green Employment ofrece un análisis por zonas geográficas y en tiempo real que combina la oferta de puestos con opciones de formación que van desde masters hasta prácticas, pasando por becas de ayuda al estudio: con la plataforma se pretende crear hasta 20.000 puestos de empleo verde nuevos para finales de la década. 

El 86% de los hombres y el 90% de las mujeres carece de una cualificación o experiencia laboral ecológica

Sin dejar a nadie atrás

Como en otras grandes transformaciones de la historia, siempre habrá partes que se vean beneficiadas y otras algo más perjudicadas. Sin embargo, sí que podemos escoger entre una transformación abrupta que olvide a algunos colectivos o entre una que aúpe a estos hacia destinos más prósperos. Es decir, tenderles una mano para que se suban al tren del progreso sostenible. 

Trabajando en esta dirección, algunas empresas ya han puesto en marcha diversos proyectos de formación en energías renovables dirigidos a jóvenes en situación de vulnerabilidad. Es el caso de Iberdrola y UNICEF; las dos entidades han presentado una alianza innovadora y de impacto social, Generation Unlimited, destinada a contribuir a la inclusión sociolaboral de los jóvenes en situación de vulnerabilidad y a promover la generación de oportunidades de formación y empleo, tanto en España como a nivel internacional. Volviendo a Langreo, es cierto que hoy su población ya no marcha al ritmo del traqueteo de los trenes de minas, pero algunos de sus entornos naturales sirven de refugio para la biodiversidad de la zona y reclamo turístico para quienes quieren conocer el entorno natural mientras descubren la historia minera del municipio. Incluso parece que el municipio y sus gentes mantendrán la identidad industrial, aunque de forma diferente: la empresa Exiom, creada por un descendiente de mineros y con varias fábricas de paneles solares repartidas por Asia, acaba de abrir, a través del programa de desarrollo de startups PERSEO de Iberdrola, la primera gran planta de producción de placas fotovoltaicas del país. Una fábrica que requerirá de industria complementaria, innovación y, por supuesto, empleados; lo que supondrá un estímulo económico para toda la zona. Un ejemplo para el alma industrial de la región y un símbolo de que una nueva era ilusionante está llamando a la puerta.

Tomado de Ethic.es