El Desmantelamiento de los Medios Estadounidenses: Un Incendio de Cinco Alarmas
Kari Lake, asesora principal de la Agencia de Medios Globales de EE. UU. (USAGM), anunció recientemente una asociación entre USAGM y One America News Network (OAN) para proporcionar fuentes de noticias a las redes de USAGM, incluidas Voice of America (VOA), Radio Martí y la Oficina de Radiodifusión de Cuba (OCB). Este anuncio, aunque aparentemente inocuo, señala un ataque catastrófico contra el periodismo estadounidense y la libertad de los medios de comunicación a nivel mundial.
OAN no es una organización periodística; es un portavoz de extrema derecha, pro-MAGA, conocido por difundir la negación de las elecciones, la desinformación sobre COVID-19 y por enfrentarse a múltiples demandas por difamación. Entregar a esta red el control de los medios financiados por EE. UU. diseñados para contrarrestar la propaganda en regímenes autoritarios no solo es irónico, sino profundamente alarmante.
Para quienes han dedicado sus carreras a defender la verdad en entornos mediáticos represivos, esta medida es un golpe devastador. La decisión se burla de la historia de periodismo independiente y no partidista de USAGM y representa un desmantelamiento deliberado de sus redes, violando décadas de protecciones establecidas por el Congreso contra la interferencia política.
El nombramiento de Lake ha ido seguido de un patrón de resistencia, demora y desafío a las órdenes judiciales. La terminación ilegal de los acuerdos de subvención para Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), Radio Free Asia (RFA) y otras, dio lugar a demandas y órdenes judiciales que exigían la liberación de los fondos apropiados por el Congreso, órdenes que la agencia de Lake ignoró constantemente. RFE/RL, por ejemplo, se ha visto obligada a reducir drásticamente su personal y a evitar por poco el cierre debido a los recortes de financiación. De manera similar, VOA ha estado fuera del aire durante meses.
Este patrón se extiende más allá de USAGM. La Red de Radiodifusión de Oriente Medio (MBN) ha suspendido el empleo del 90% de su personal, y Alhurra TV ha sido cerrada. La reciente orden ejecutiva del presidente Trump que recorta los fondos para NPR y PBS, citando «propaganda radical y progresista», subraya aún más este ataque sistemático contra los medios independientes. Ambas organizaciones han prometido acciones legales, pero el desprecio de USAGM por las resoluciones judiciales pone en duda la eficacia de dichas medidas.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) emitió un informe de emergencia a los 100 días del segundo mandato de Trump, declarando que la libertad de prensa ya no es algo garantizado en los Estados Unidos. El informe detalla una escalofriante escalada de ataques, que incluyen el castigo a las organizaciones de noticias, las investigaciones de la FCC y un aumento del acoso y las amenazas contra los periodistas.
A nivel mundial, el daño es extenso. Los recortes al apoyo de USAID a los medios independientes han dejado a los ecosistemas de noticias en democracias frágiles al borde del colapso. Esto refleja los patrones observados en los regímenes autoritarios de todo el mundo, donde los ataques a la prensa conducen a la represión, la desinformación y la erosión de la confianza pública.
Si bien el Congreso tiene el poder de intervenir y salvar estas instituciones vitales, su inacción es alarmante. No se trata de una disputa presupuestaria; es un ataque directo a la Primera Enmienda, la libertad de prensa y los mismos cimientos de una sociedad democrática. El desmantelamiento de estos medios de comunicación no es un proceso gradual, sino una destrucción calculada y gradual, que permite que el autoritarismo se afiance.
El momento de actuar es ahora. El futuro del periodismo estadounidense y mundial pende de un hilo.Tomado de https://feeds.nbcnews.com/msnbc/public/news
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