Un nuevo informe publicado por Human Rights Watch denuncia que el desplazamiento masivo de civiles palestinos en Gaza ha sido forzoso y que constituye un crimen de guerra por la forma en que se ha llevado a cabo.
Eran las cinco de la madrugada del 13 de octubre de 2023 cuando Omar, un padre de familia que residía en la calle Yarmouk, en el norte de Gaza, se despertó por los bombardeos israelíes. “Salté de mi apartamento e intenté salir”, contó Omar a la organización Human Rights Watch (HRW), recordando cómo intentó escapar tras el impacto de dos bombas que sacudieron su edificio. Sin haber recibido ninguna orden de evacuación previa, Omar perdió a cuatro familiares, incluido su hijo de seis años.
Omar es uno de los muchos testimonios recogidos en el informe
‘Desesperados, hambrientos y asediados: desplazamiento forzoso de
palestinos en Gaza por Israel’ que HRW ha publicado este jueves. La ONG
acusa al Gobierno israelí de cometer crímenes de guerra por el
desplazamiento masivo del 90% de la población gazatí: 1,9 millones de
personas se encontraban desplazadas en octubre de 2024, según la ONU.
“No existe ninguna razón militar imperativa plausible que justifique el
desplazamiento masivo por parte de Israel de casi toda la población de
Gaza, a menudo varias veces”, afirma HRW.
Órdenes de evacuación confusas
Desde el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque de
Hamás contra Israel, el Ejército israelí ha emitido al menos 184 órdenes
de evacuación en Gaza, según HRW. Una de las órdenes más amplias se
publicó el 13 de octubre, obligando a más de un millón de personas a
abandonar sus hogares. A pesar de los bombardeos en la madrugada de ese
día, HRW verificó que la orden de evacuación general no fue enviada
hasta las 07:15 de la mañana, cuando el portavoz militar israelí,
Avichay Adraee, la compartió en su cuenta de Facebook.
“La evacuación de civiles debe ser una medida de último recurso y
debe ofrecer garantías de seguridad”, indica el informe de HRW, que
cuestiona la efectividad de los protocolos de evacuación,
describiéndolos como “confusos y contradictorios”. Los testimonios
destacan que las comunicaciones eran inaccesibles para la mayoría de los
civiles, quienes enfrentaron apagones deliberados de electricidad y
cortes de internet. “No teníamos forma de saber qué hacer ni adónde ir”,
recuerda Ghassan, residente de Yabalia, cuyo barrio fue bombardeado
pocas horas después de que Israel lanzara panfletos de evacuación desde
el aire.
“El sistema de evacuación de Israel ha perjudicado gravemente a
la población y, a menudo, sólo ha servido para sembrar el miedo y la
ansiedad”, afirma HRW en su nuevo informe. La ONG dice que ese sistema
ha sido ineficaz, pese a que Israel ha defendido que las órdenes de
evacuación buscan proteger a los civiles palestinos.
En primer lugar, el sistema presuponía que todos los gazatíes
contaban con cobertura, señal y teléfonos con batería suficiente para
recibir las alertas. Tan solo un día antes, el 12 de cotubre, el
entonces ministro de Exteriores y actual ministro de Defensa,
Israel Katz, decía: “No se activará ni un solo interruptor eléctrico,
ni se abrirá un solo grifo y no entrará ni un solo camión de combustible
hasta que los rehenes israelíes sean devueltos a casa”.
La realidad es que, desde el 7 de octubre de 2023, los servicios telefónicos y de internet en Gaza sufrieron importantes interrupciones
debido a los daños en la infraestructura de comunicaciones, cortes de
electricidad, bloqueos de combustible y, aparentemente, apagones
deliberados por parte de las autoridades israelíes. Además, HRW detalla
que las órdenes de evacuación difundidas en internet eran a veces
inexactas y cambiaban durante el día, lo que requería que las personas
estuvieran constantemente conectadas y revisaran la información.
El Ejército de Israel también empleó la difusión de mapas que
presentaban inexactitudes e incongruencias. La orden de evacuación
general, emitida el 13 de octubre de 2023,
contenía una instrucción principal para los residentes del norte de
Gaza: dirigirse al sur. Los folletos lanzados desde el aire incluían un
mapa rudimentario de Gaza en el que se indicaba adónde debían
desplazarse los civiles. Pero, posteriormente, las órdenes de evacuación
se volvieron más específicas. En ese momento, las autoridades israelíes
“indicaban la evacuación de determinados barrios, a menudo con mapas y
flechas que señalaban la dirección en la que debían huir. Sin embargo,
debido al tamaño y la escala de los mapas compartidos, no siempre era
posible para el lector saber si se encontraba en una zona prevista para
la evacuación”, subraya HRW.
El 1 de diciembre de 2023, el Ejército israelí publicó un mapa
en su sitio web, al que se podía acceder mediante un código QR desde un
teléfono móvil, que dividía Gaza en una cuadrícula de 620 bloques
numerados. A partir de ese momento, siguió publicando folletos y
mensajes en las redes sociales en los que se indicaban los bloques que
debían ser evacuados. Sin embargo, HRW denuncia que cerca de 31.000
personas en Jan Yunis
“no recibieron una orden de evacuación completa debido a errores en los
mapas”. Estos presentaban imprecisiones, como “resaltar parcialmente o
incorrectamente las zonas de evacuación, lo que dificultaba saber quién
debía evacuar”. En algunos casos, “las órdenes de evacuación contenían
instrucciones contradictorias, por ejemplo, pedir a la gente que saliera
de ciertas zonas mientras simultáneamente marcaban esas mismas zonas
como destinos” seguros a los que podían dirigirse.
Por último, la organización denuncia que las órdenes de
evacuación a menudo carecían de indicaciones de tiempo precisas. Sin
saber cuándo empezarían los bombardeos, los civiles se veían obligados a
huir bajo una presión extrema sin tiempo para actuar. “Las órdenes de
evacuación han sido inconsistentes, inexactas y con frecuencia no se han
comunicado a los civiles con tiempo suficiente para permitir las
evacuaciones, o no se han comunicado en absoluto”, destaca HRW.
“No teníamos ni idea de adónde nos dirigíamos”, dice Ghazal, una
niña de 14 años con parálisis cerebral. “Ese periodo fue el más duro
por el que he pasado. Son recuerdos negros a los que no quiero aferrarme
porque no quiero seguir pensando en ellos”, explica Ghazal, que había
perdido sus dispositivos de asistencia en un ataque contra su casa el 11
de octubre de 2023 y que intentó seguir las órdenes de evacuación del
13 de octubre para huir hacia el sur.
“Yo era una carga para [mi familia], una carga extra junto a sus
pertenencias. No encontraba ningún medio de transporte. Incluso a las
personas sin discapacidad les costaba caminar, así que puedes imaginar
lo que era para alguien con discapacidad”. Ghazal relata que intentó
esforzarse por hacer el camino a pie el mayor tiempo posible. “En ese
momento sentí que la muerte estaba cerca. Me rendí y me senté en el
suelo en medio de la carretera, llorando. Les dije que siguieran sin
mí”.
Limpieza étnica
El desplazamiento de la población de Gaza también ha llevado a
algunos expertos a señalar posibles actos de limpieza étnica, que una
comisión de la ONU define como “una política destinada a expulsar a un
grupo étnico de un área determinada mediante la violencia o amenazas”.
HRW argumenta que los desplazamientos en Gaza, motivados por ataques
intensificados y el bloqueo, responden a una estrategia de desalojo de
palestinos de ciertos territorios.
Sin ir más lejos, en una entrevista con elDiario.es, Francesca
Albanese, relatora especial de la ONU para los derechos humanos en
Palestina, aseguró que lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza es una “limpieza étnica a través de medios genocidas”.
HRW sostiene que las declaraciones de funcionarios de alto nivel
israelíes evidencian una intención de despojar a la población de sus
tierras mediante desplazamientos masivos y forzosos. “Israel no puede
justificar estos desplazamientos citando la presencia de grupos armados,
si no garantiza zonas seguras para los civiles desplazados”, añade el
informe. Esas zonas han sido designadas por el Ejército en el sur y
centro de Gaza, en Al Mawasi, pero la seguridad en ellas no esrá
garantizada ya que han sido objetivo de ataques reiteradamente.
El derecho al retorno y la obligación de reparación
Frente a esta situación, el derecho al retorno de los palestinos
desplazados se convierte en una demanda de justicia en medio de la
crisis. HRW subraya este derecho –consagrado en el derecho internacional
y en la Resolución 194 de Naciones Unidas–, que garantiza a los
desplazados la posibilidad de regresar a sus hogares y recuperar sus
propiedades, o recibir compensación si la restitución no es posible. “El
derecho al retorno no solo representa una reivindicación histórica de
los palestinos, sino también una demanda de reconocimiento del daño
sufrido y de reparación adecuada”, reza el informe.
“Israel ha violado descaradamente su obligación de garantizar
que los palestinos puedan regresar a sus hogares, arrasando
prácticamente todo en grandes zonas”, denuncia HRW, que en su informe
recoge también la destrucción de amplias áreas de la Franja.
Sin embargo, la organización destaca que las autoridades israelíes no han ofrecido condiciones ni garantías para el retorno de los desplazados, mientras que las condiciones en los refugios temporales, donde se hacinan decenas de miles de personas, son insostenibles. “Estamos en una tienda de plástico; no hay agua ni comida. Y esto es lo que Israel llama zona segura”, explica Omar, quien ahora sobrevive en Jan Yunis.
Fuente: https://www.eldiario.es/desalambre/israel-desplazado-forzosamente-90-palestinos-gaza-no-teniamos-idea-adonde-dirigiamos_1_11816575.html
Tomado de https://rebelion.org/
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