diciembre 12, 2024

‘Fue un fracaso’: los errores que desencadenaron el asalto al Capitolio

El legislador afirma que, después de casi 30 minutos, la Policía del Capitolio y unos oficiales del equipo SWAT abrieron una vía para salir de la galería, sobre el piso de la Cámara, y sacaron a los representantes.

La policía dirigía la evacuación, con las armas a mano, y fue entonces que el grupo tropezó con el caos, según explica Crow. Algunos policías se apresuraron a poner barricadas en otras puertas para bloquear a la turba. Otros inmovilizaron a algunos alborotadores en el suelo para permitir el paso de los legisladores.

Debido a los esfuerzos para restringir el número de personas en la cámara, varios legisladores y asistentes se refugiaron en sus oficinas que están repartidas por el complejo. Algunos no fueron contactados por la policía, incluso cuando se atrincheraron en el interior.

Muchos de los miembros de la Cámara de Representantes permanecieron en un lugar seguro, donde podrían haber estado expuestos a alguien con coronavirus, dijeron el domingo las autoridades sanitarias de la sede legislativa.

Lisa Blunt Rochester, representante demócrata por Delaware, presionó a un grupo de republicanos para que usaran las máscaras, sin éxito. Los representantes Hakeem Jeffries, demócrata por Nueva York, y Liz Cheney, republicana por Wyoming, informaron lo que sucedía en la sala, mientras los legisladores llamaban a sus familias y verificaban cómo estaban los miembros de su personal.

En el Senado, los asaltantes se acercaron peligrosamente a los legisladores. Mientras se acercaban, un policía del Capitolio empujó intencionalmente a uno de los alborotadores y la multitud lo persiguió. La maniobra del oficial ayudó a alejar a la turba de una entrada del Senado a varios metros de distancia, según un video tomado por Igor Bobic, un reportero del HuffPost.

En un lugar seguro que no ha sido revelado, el senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham, le gritó al sargento de armas del Senado, Michael C. Stenger, exigiéndole un plan y ordenándole que despejara a los alborotadores, según una persona en la sala. Stenger estaba dando vueltas, dijo la persona, sin proyectar ningún tipo de confianza acerca de que tenía el control de la situación. Posteriormente renunció, al igual que Sund. En todo el Capitolio, voces urgentes se escuchaban a través de las radios de la policía dando detalles sobre el asedio.

Tomado de http://nytimes.com/es/feed/