GUADALAJARA.- El Ayuntamiento de Guadalajara, gobernado en coalición por Partido Popular y Vox, niega el abandono de los fondos de Antonio Buero Vallejo, asegura que la catalogación de los mismos no ha finalizado y que fueron trasladados al Palacio de la Cotilla el pasado jueves, tras una primera clasificación, a la espera de que ocupen un espacio en la sala dedicada al dramaturgo, «siendo fiel a la disposición que tenía en el despacho».
Así lo ha señalado el concejal de Cultura, Javier Toquero, de la formación de extrema derecha, para quien el almacenamiento de estos fondos donados a la ciudad en una veintena de cajas apiladas en un trastero lleno de humedades, junto a papel higiénico y otros objetos amontonados, forma parte del «procedimiento normal» que se realizar con cualquier bien que se incorpora al fondo municipal.
El edil ha defendido así el tratamiento que están recibiendo estos fondos, compuestos por cerca de 2.000 documentos, libros y objetos que pertenecieron al Premio Cervantes de 1986, y considera que la denuncia realizada por el Grupo Municipal Socialista y el de Aike -formación municipalista- respecto a la situación de los mismos, no es más que un intento de «empañar el trabajo que se realiza desde la concejalía, con el único fin de criticar y sacar rédito político».
Toquero ha explicado que se ha llevado a cabo «una primera clasificación» del fondo y que al Palacio de la Cotilla se han trasladado aquellos ejemplares que van a ocupar un espacio en la sala Buero Vallejo. «Nos queda esa última tarea, que es la colocación de los ejemplares en el despacho, o ubicarlos en otro espacio en el que se puedan conocer o consultar en un momento determinado», para lo cual -ha precisado- «se necesita un listado topográfico en el que ya se está trabajando».
«YA TENÍAN QUE ESTAR COLOCADOS»
Un espacio al que también se ha referido, en declaraciones a El Decano de Guadalajara, el hijo del dramaturgo, Carlos Buero, quien explica que la idea original era colocar los libros que se encontraban en el despacho de su padre en el espacio recreado en el Museo Buero de la Cotilla. La mayoría eran libros de arte, recuerda, pero al haber más en la casa, decidió que «lo propio» era donar la colección completa, al resultar «el complemento perfecto para la colección de pinturas obra de mi padre que se encuentra en La Cotilla».
Fondo donado al Ayuntamiento de Guadalajara compuesto por más de 2.000 ejemplares, entre libros y folletos, de arte principalmente, aunque también otros temas como varios diccionarios y gramáticas.
Carlos Buero lamenta el estado en que se encuentra el fondo en Guadalajara, que muestra que «nuestra llamada ‘clase política’ no está a la altura», puesto que desde que se propuso la donación ya han pasado cerca de tres años, por lo que «esos libros deberían estar colocados en su sitio desde hace mucho tiempo».
En esta línea, el hijo del dramaturgo apunta que junto a la parte de la colección que se iba a instalar en La Cotilla, estaba también previsto que una parte quedara en la Biblioteca municipal.
Tomado de https://www.publico.es/
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