Donald Trump, continuidad de la mano dura

El 20 de enero de 2025 asumió a la Presidencia de Estados Unidos Donald Trump, la segunda ocasión que lo hace, luego de haber perdido las elecciones en 2020, en medio de una toma del Capitolio y las denuncias del mismo Trump de fraude electoral. Tras cuatro años de la gestión de Joe Biden, una guerra proxy en Ucrania por el control de territorios y recursos, la asistencia militar y apoyo multilateral al genocidio en Gaza y, el agravamiento de las distintas crisis internas en Estados Unidos (económica, política, de salud pública). Ante este panorama –en entrevista para Contralínea–, el doctor Jesús López Almejo indica que con Trump se corre el riesgo de llegar a una guerra mundial de aranceles. Por su parte, la doctora Silvina Romano menciona que hay más permanencias y continuidades

De Monroe a Trump: el injerencismo

En 2023 se cumplieron 200 años de la Doctrina Monroe, del “América para los americanos” que, junto al Destino Manifiesto dieron forma al injerencismo estadunidense bajo razones de seguridad nacional, defensa hemisférica o continental ante las distintas amenazas externas. En el siglo XIX fueron las potencias europeas, en el siglo XX el enemigo soviético y el comunismo. En el siglo XXI, son China, Rusia, Irán y se renovaron la migración, pobreza, narcotráfico y terrorismo por mencionar algunas de las amenazas más relevantes que ya habían sido identificadas desde los Documentos de Santa Fe.

Con las declaraciones de Donald Trump, la alarma de un nuevo ciclo injerencista es uno de los tópicos de agenda internacional. Al finalizar 2024, hizo referencia al Canal de Panamá –que cumplió 110 años de su construcción–. La queja del presidente número 47 de Estados Unidos fue por la tarifa que pagan los barcos para usar uno de los pasos interoceánicos más relevantes en el mundo pues conecta mil 920 puertos en 170 países y concentra el 6 por ciento del comercio internacional.[1]

No sólo fue el canal de Panamá, también fue Groenlandia, lo que devela los permanentes intereses por territorios y recursos naturales que ponen de manifiesto la existencia de intereses geopolíticos ante la creciente disputa internacional entre potencias, especialmente con China que ha tenido un crecimiento vertiginoso en las dos primeras décadas del siglo XXI.

Caída hegemónica de Estados Unidos

En entrevista para Contralínea, el doctor Jesús López Almejo, profesor de relaciones internacionales e investigador de Conahcyt nivel 1, respondió a la pregunta sobre la existencia del declive hegemónico relativo de Estados Unidos, mencionó que “su deterioro no es relativo es real”.

“Sí, está cayendo rápido, no está cayendo lento Estados Unidos. Apenas podríamos pensar que se consolida como tal, si queremos usar ese adjetivo de imperio, como alrededor de 1945 cuando crea toda esta ingeniería institucional, pues este tejido de instituciones financieras, políticas, diplomáticas, Naciones Unidas, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, etcétera, apenas en 1945. Es decir, todavía no tiene ni un siglo cuando ya vemos su economía cayendo para abajo, su endeudamiento gigantesco, que casi no puede controlar nada”.

Disputa con China

Desde el comienzo del siglo XXI, China ya aparece como un país cada vez más competitivo y se conforma como una amenaza a la seguridad nacional estadunidense, según el Documento de Santa Fe IV (2000).[2]

Para el doctor Jesús López Almejo, Donald Trump quiere recuperarse del déficit comercial con China. En palabras del experto en relaciones internacionales, “Trump –a base de sanciones– redujo ese déficit [500 mil millones de dólares], pero lo redujo nada más a 358 mil millones de dólares, de tal suerte que Trump quiere aplicar la misma estrategia y por las malas, como decimos en México, a la fuerza, violando las propias reglas comerciales que el mismo Estados Unidos, por años, construyó. Quiere volver a reducir ese déficit y quiere tomar ventajas ni más ni menos que de sus propios aliados, Canadá, México y de sus subordinados en Europa”.

El doctor López Almejo dice a Contralínea que con Trump se corre el riesgo de “una guerra mundial de aranceles y de asesinar o dejar mal herido, herido de muerte al comercio libre, que tanto predicó Estados Unidos desde Woodrow Wilson, allá por inicios del siglo XX”.

Por otra parte –a decir del que será el secretario del Departamento de Estado, Marco Rubio–, China es “el adversario más poderoso y el más peligroso”[3]. Con datos del Banco Mundial, la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos y China muestra un mayor dinamismo el país asiático. De 1990 a 2000, la tasa de crecimiento del PIB chino fue de 10.4 por ciento, mientras que el de Estados Unidos fue de 3.4 por ciento. De 2000 a 2023, es más dinámica la economía China con una tasa de crecimiento de 8.3 por ciento, mientras que para Estados Unidos es apenas del 2.1 por ciento, como se detalla en la gráfica siguiente.

Tasa de crecimiento del PIB (1990-2023)

Fuente: elaboración propia con datos del Banco Mundial

Estados Unidos en América Latina

Una de las permanencias en la relación asimétrica entre Estados Unidos y América Latina es el de las invasiones. Como dio cuenta Gregorio Selser en la magna obra sobre las intervenciones extranjeras en América Latina, el sello de administraciones demócratas o republicanas estadunidenses ha sido el de las invasiones. Ningún país del mundo invadió tantas veces América Latina como lo hizo Estados Unidos.[4]

Como sugiere la investigación de Sidita Kushi y Mónica Duffy,[5] de las 400 intervenciones estadounidenses en el mundo entre 1776 y 2019, el 34 por ciento corresponde a América Latina y el Caribe; Asia Oriental y Pacífico, 23 por ciento; Medio Oriente y África del Norte, 14 por ciento; y Europa y Asia Central, 13 por ciento.

En entrevista para Contralínea, la doctora Silvina Romano –coordinadora del Observatorio Lawfare– explica que la relación de Estados Unidos con América Latina al asumir Donald Trump encontrará gobiernos afines. “Con respecto a América Latina tal vez se encuentra con una serie de gobiernos que  lo idolatran a Trump, estamos hablando de Javier Milei, [Nayib] Bukele, el propio [Daniel] Noboa en Ecuador, son derechas diferentes sobre todo en términos económicos y que me parece que eso siempre es importante remarcar, cómo Trump vuelve a remarcar lo del America first, tener una economía sólida y cerrar barreras a la posible competencia, incluso, fíjense todas las tensiones con México en ese sentido, incluso con China y todos los otros gobiernos que hablamos de derecha, son de derecha neoliberal abiertamente”.

Dicha apreciación de la doctora Silvina Romano no es menor. En el evento Hispanic inaugural ball, asistieron precisamente los presidentes de El Salvador, Argentina y Ecuador. Además, estuvieron presentes miembros de las derechas de la región y de Europa, así como empresarios.

Para el doctor y experto en relaciones internacionales Jesús López Almejo, no hay muchas diferencias entre administraciones demócratas y republicanas en torno a ciertos países de la región como es el caso de Cuba.

“Por lo general, en América Latina se concibe a los demócratas como si fueran blancas palomas y a los republicanos como si fueran los halcones, la verdad es que los dos son halcones, nada más que unos se disfrazan de palomas y otros son halcones descarados, lo que hace Trump, es recuperar esa Ley Helms Burton que justamente trata de someter al pueblo cubano con ayuda de la diáspora cubana, que la gente luego cree que los migrantes cubanos refugiados en la Florida son o tienen características similares a los de origen mexicano, o de origen salvadoreño y no,          los cubanos que particularmente se van a la Florida son cubanos que huyen de la dictadura de [Fulgencio] Batista anterior a Fidel Castro, son hacendados, son empresarios de grandes corporaciones, son multimillonarios y estos cubanos son los que se alinean a la narrativa estadounidense de la guerra fría y desde adentro empiezan a impulsar leyes anticastro para poder en algún momento derrocarlo y tener el control de la isla y recuperar lo que con la revolución cubana se les expropia”.

Seguridad y migración, mano dura de Trump

Uno de los principales rubros en la relación de América Latina con Estados Unidos es la migración y seguridad, en donde se liga también la política contra el narcotráfico. Para la doctora Silvina Romano Donald Trump apostará por una mano dura.

“La política del narcotráfico es de mediana larga duración, hemos visto muchas continuidades entre el gobiernos demócrata y republicanos y eso es importante decirlo, ¿por qué?, porque se trata de la principal política de seguridad hacia América Latina desde la década de los noventa, podemos hablar desde antes, pero digo, cual va a ser el cambio, primero la retórica, él le apuesta a una mano dura, le apuesta a combinar el narcotráfico con terrorismo, pero tampoco es nuevo, acuérdense que ya cuando sale la noción de narcotráfico viene asociada, sobre todo después de lo de la torres gemelas, al tema del terrorismo y que son conceptos all inclusive [todo incluido]”.

En cuanto a la migración, es un fenómeno que se agravó en las últimas décadas y se volvió un problema regional con la pandemia por Covid-19, no es que antes no fuese un problema, sino que la migración hacia Estados Unidos creció. Este fenómeno es atendido desde Washington con acuerdos con varios países de la región como México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Colombia y Ecuador. De hecho, la administración Biden desde 2022 emitió la Declaración de Los Ángeles que da forma y contenido a la política exterior migratoria.[6]

En este sentido, para el doctor en relaciones internacionales Jesús López Almejo, “Trump habló mucho, pero es más un discurso. Donald Trump habló mucho, pero sus deportados no pasaron de 1.5 o 2 millones de deportados, ahora vuelve a decir que va a deportar pero es más un discurso para sus bases y entonces, vengo a lo siguiente. Si Donald Trump realmente pudiera deportar por lo menos a uno millón de personas al año, utilizar al ejercito para en lugar de dominar afuera, deportar a nuestros paisanos allá, la economía de Estados Unidos para 2028 perdería 7 puntos porcentuales del producto interno bruto”.

Para la coordinadora del Observatorio Lawfare, Silvina Romano, uno de los temas más importantes es el de las fronteras ligado a la migración. “¿Se acuerdan todo lo del muro? Fíjense, y ahí hablo de la espectacularización del tema de Trump, porque hablamos de la construcción del muro, que sí se construyó, pero ya estaba hecho, y en México lo saben. Es decir, esto sirvió mucho de propaganda. Ahora, las cosas están más complicadas, porque la situación en el continente está mucho peor en términos económicos no solamente en relación a Estados Unidos en Europa, etcétera […]. Es decir, más allá de esa retórica inclusiva, recalcitrante en redes sociales, hay que fijarse bien cómo se negocia. Cuando se habla de las deportaciones masivas ¿es posible hacer deportaciones masivas, qué sentido tiene?, ¿cuál es el costo para los propios Estados Unidos de este tipo de accionar? No es tan simple y me gusta, porque la presidenta actual de México [Claudia Sheinbaum], también plantea cuál es el aporte, enorme, de la comunidad migrante no solamente mexicana sino en general a Estados Unidos”.

En febrero de 2024, la entonces titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y actual secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena, mencionó que el aporte de los más de 37 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos –concentrados en su mayoría en California y Texas– es de 324 mil millones de dólares anuales en impuestos a esa nación. Dicha cifra es superior a los 314 mil millones de dólares que representa el PIB de Colombia en 2024.[7]

Entre México y EU: diálogo y cooperación

El 7 de enero, Trump declaró que entre sus intenciones estaba cambiarle el nombre al Golfo de México por Golfo de América. En la Conferencia de Prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum del 8 de enero, se presentó un mapa de 1607 en donde se da cuenta de que los territorios que hoy son el sur de Estados Unidos en la costa Atlántica (California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Utah, Colorado) fueron denominados como América Mexicana.

En dicha conferencia la presidenta Sheinbaum mencionó: “¿por qué no le llamamos “América Mexicana”? Se oye bonito, ¿no? ¿verdad que sí? Desde 1607 la Constitución de Apatzingán era de América Mexicana. Entonces, vamos a llamarle Americana Mexicana. Se oye bonito, ¿no? Y Golfo de México, pues desde 1607 y, además, está reconocido internacionalmente”.

“Yo creo que ayer al presidente Trump le malinformaron, con todo respeto al presidente Trump, porque yo creo que le informaron que en México todavía gobernaba Felipe Calderón y García Luna; pero no, en México, gobierna el pueblo”.[8]

Por otra parte. el 15 de enero fue ratificado Marco Rubio como secretario de Estado, es parte del gabinete de Trump entre los que destacan políticos con amplia experiencia, dueños de empresas del sector financiero y algunos vinculados a los medios de comunicación y espectáculos.

Gabinete de Donald Trump

Fuente: elaboración propia

Marco Rubio, quien es parte del lobby en Florida contra Cuba, fue cuestionado por el senador Dave McCormick sobre el uso de fuerza militar contra carteles del narcotráfico, el exsenador de Florida respondió que “obviamente no es una que está dentro del ámbito del Departamento de Estado. Creo que el presidente Trump es alguien que nunca discute públicamente sus opciones y se deja margen de flexibilidad para actuar”. Sin embargo, matizó: “creo que hay mucho que podemos hacer, y continuaremos haciendo, en estrecha asociación con nuestros aliados en México”.

Más allá de retóricas e ideologías, el stablishment estadunidense es el que suele imponerse y esa estructura histórica, económica, política y social está dirigida por los distintos intereses geoeconómicos del bloque en el poder que dirige la política del que sigue siendo el país hegemón. Ese bloque en el poder, desde 1979 delineó lo que en 1994 se concretó como TLCAN y reformuló en 2018.[9]

Para México, el reto será –como antaño– la defensa de la integridad nacional, del proyecto de transformación, de la soberanía y de la democracia en el marco de una mayor interdependencia con Estados Unidos.

[1] https://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/bitstream/CLACSO/251366/1/Sures-no-6.pdf

[2] Documento de Santa Fe IV, disponible en http://www.elcorreo.eu.org/Documento-de-Santa-Fe-II1988?lang=fr

[3] https://www.jornada.com.mx/2025/01/16/mundo/022n2mun

[4] https://publicaciones.uacm.edu.mx/cronologia-de-las-intervenciones-extranjeras-en-america-latina-tomo-i-1776-1848-9786077798323.html

[5] Kushi, Sidita y Mónica Duffy (2022), “Introducing the Military Intervention Project: A New Dataset on US Military Interventions, 1776–2019”, en Journal onf Conlfict Resolution, Vol. 67, Issue 4.

[6] https://www.state.gov/translations/spanish/declaracion-de-los-angeles-sobre-migracion-y-proteccion/

[7] https://amlo.presidente.gob.mx/26-02-24-version-estenografica-de-la-conferencia-de-prensa-matutina-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador/

[8] https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-de-la-presidenta-claudia-sheinbaum-pardo-del-8-de-enero-de-2025

[9] Kenneth E. Hill, North American Energy: a proposal for a Common Market between Canada, Mexico and the United States, Blyth, Eastman, Dillon Investment Research, Nueva York, 1979, p. 1.

Tomado de https://contralinea.com.mx/feed/