Zack Snyder: «El cine de superhéroes es nuestro ‘western’. Explica la crisis de conciencia que vivimos»

El director que más ha dividido a la cinefilia en los últimos tiempos (o se le odia o se odia a los que le odian) vuelve con 'Ejército de los muertos' al género de los zombis. Leer#ExpresionSonoraNoticias Tomado de http://estaticos.elmundo.es/elmundo/rss/cultura...

Actualizado Viernes,
14
mayo
2021

01:24

El director que más ha dividido a la cinefilia en los últimos tiempos (o se le odia o se odia a los que le odian) vuelve con ‘Ejército de los muertos’ al género de los zombis.

Zack Snyder en un momento del rodaje de ‘Ejército de los muertos’.NETFLIX

¿Qué es un zombi? Zack Snyder (Wisconsin, 1966) gira los ojos levemente al cielo y señala a la pantalla primero y luego a sí mismo. «Nosotros somos los zombis. El único interés de las películas de muertos vivientes es que hablan de cada uno de los que estamos aquí. Los zombis somos nosotros, pero sin eso que podríamos llamar humanidad. Y cada día que pasa estamos más cerca», dice desde el otro lado del Zoom y se ríe. Ejército de los muertos, que hoy mismo se estrena en unos pocos cines hoy a una semana de que ocupe el molesto, por ruidoso, lugar de honor en el menú de entrada en Netflix, significa la vuelta del director con más enemigos que a su vez moviliza a más enemigos de sus enemigos. Es decir, lo más parecido a Pablo Iglesias que ha dado Hollywood y alrededores (incluido Galapagar). O se le odia o se odia a cada uno de los que le odian. No hay más. «Me resulta increíble, por fascinante, la implicación de la gente. Imagino que tiene que ver con los proyectos elegidos. Para los fans el motivo de su fanatismo [y aquí vale desde Superman a Batman pasando por Watchmen, La Liga de la Justicia o su amor a los ralentizados tan pomposamente elegantes] es muy importante. Lo entiendo y lo respeto», comenta por aquello de resistirse a cortarse la coleta. Y hasta aquí los símiles.

Snyder regresa ahora 15 años después a la que fue su más temprana obsesión: esos seres que igual representan al ejército de consumados consumistas ciegos de alienación que todos somos que a los desfavorecidos en su múltiple condición de emigrantes, negros o sólo pobres. Todo eso son los muertos en vida que en Amanecer de los muertos (2004) reactualizaron el mito puesto en circulación por el maestro George A. Romero. Aquella película, para evitar confusiones, discurría en un centro comercial. La nueva lo hace en todos los casinos de los que es capaz Las Vegas. «No puede haber mejor escenario, por decadente y enfermizo, que la ciudad de Nevada para este género. Las Vegas es el mejor ejemplo y metáfora perfecta de todo lo que hemos hecho mal», aclara por si alguno olvidó el libro de texto en casa.

La cinta en realidad es una reformulación del cine zombiforme. De entrada, se trata de una película de atracos (heist movie) en la que los héroes vivos se proponen asaltar la caja más fuerte de una ciudad del juego infestada de héroes muertos poco antes de que una bomba acabe con todo. De salida, los muertos vivientes se comportan como una manada de lobos debidamente organizada que recuerda al ejército del Rey de la noche de Juego de tronos. «La idea es reformular cada una de la claves», comenta protocolario Snyder para a continuación trazar paralelismos entre ésta y el resto de sus esfuerzos superheroicos. «Me gustan las películas de Marvel, pero mi aproximación es distinta [lo suyo es DC]. Como aquí, en todo mi trabajo mi interés es centrarme en la crisis de conciencia que vivimos. Los superhéroes nos acercan a los misterios de la vida actual como la mitología de la antigüedad lo hacía con el mundo de entonces. Ahora no necesitamos que un dios nos explique por qué erupciona un volcán, pero hay otras muchas preguntas por contestar. Muchas de ellas siguen siendo las mismas. Ahora como entonces seguimos sin entender del todo qué es eso del amor, por ejemplo», dice y rompe a reír.

P. Entiendo que no está de acuerdo con Martin Scorsese cuando mantiene que el cine de superhéroes no es siquiera cine.

R. Bueno, él no se refiere a mi cine [se ríe de nuevo]. De todas formas, entiendo a Martin porque hemos vivido una saturación, pero es un género que ha llegado para quedarse. Es nuestro western. No sé cómo acabará ni cuánto durará, pero ahora mismo estamos en medio.

Queda claro.

Sea como sea, y como casi todo, la pandemia se cuela por fuerza en una película cuya primera idea data de cuando se estrenó Amanecer de los muertos. La cinta, por cierto, vivirá en breve una continuación en forma de dibujos animados a la vez que el director Matthias Schweighöfer completa la precuela Army of Thieves y el propio Snyder no descarta el arranque de una saga. ¿Síntomas de una pandemia? «La verdad es que aunque se puedan trazar similitudes con el Covid nunca se nos pasó por la cabeza. Pero cada espectador es libre, claro», comenta sucinto sin renunciar, eso sí, a convertirse él mismo en espectador de su película y del mundo. «Está claro que vivimos un momento decisivo como comunidad global. La humanidad tiene que decidir si quiere o no sobrevivir a todas las crisis que nos atenazan y actuar en consecuencia. Si seguimos igual, desaparecemos como especie. Imagino que películas como la mía pueden servir de advertencia», reflexiona.

La crisis múltiple de la que habla es aplicable a todo, incluso al propio cine. Y él es consciente. «No soy de esa clase de cineastas obsesionados con la pureza. Mi película se puede ver en la sala (y se disfrutará mucho más) o en el iPhone. Pero lo relevante es que todo se ve más. Jamás he hecho más entrevistas que ahora. En 2001 Netflix pulsó el botón y ahora hay más de 200 millones de personas delante de la tele. Es otro concepto y las salas y el streaming tienen que aprender a convivir», dice. ¿Ha muerto el cine? «Aprendamos de los zombis… que somos nosotros. ¿Quién puede decir cuándo mueren?». Pues eso.

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