World Youth Alliance, la asociación por la dignidad que no apoya a enfermos terminales

Pese a que se anuncia a sí misma como una agrupación que vela por los intereses de la juventud y la dignidad humana, la World Youth Alliance (WYA, Alianza Mundial Juvenil) promueve una agenda que limita las opciones de las personas que buscan tener una muerte digna ante enfermedades incurables.

Este sábado, la rama colombiana de la organización organizó un supuesto debate sobre la terminación voluntaria de la vida visto desde diversas disciplinas, al que nuestro equipo editorial tuvo acceso. Sin embargo, no hubo intercambio de ideas, ya que todos los ponentes que se presentaron seguían una misma línea editorial.

Dado que se trataba de un encuentro multidisciplinario, el tema fue abordado desde diversas ópticas, como la juventud, la política, la medicina, la bioética, la filosofía o los derechos humanos, por lo que participaron legisladores, médicos, abogados y filósofos de diversas partes de América Latina y España.

Sin embargo, no hubo diversidad de opiniones, puesto que todos los presentes tenían en común la misma agenda conservadora e, irónicamente, denunciaban que el avance de garantías como la eutanasia o el aborto responden a los intereses de grupos políticos que buscan imponer un pensamiento ideológico.

Pese a que se denominan a sí mismos como ‘defensores de la libertad y la dignidad’, los integrantes de WYA rechazaron de manera inmediata que los pacientes que buscan terminar con su vida de forma asistida tengan la capacidad de decidir sobre sus propias vidas, afirmando que no ‘están en condiciones’ psicológicas debido a la depresión que les ocasiona el sufrimiento que viven.

También recurrieron a argumentos como un presunto ‘bien general’ que, según ellos, obligaría al individuo que busca terminar con su vida a tomar en cuenta las opiniones de sus familiares y los médicos que los atienden debido a que esta decisión los ‘afecta’ a ellos también.

Las declaraciones más escandalosas que fueron vertidas durante el evento provinieron, precisamente, del sector que debía aportar sus conocimientos científicos. Pese a que criticaron el matiz político e ideológico de la legislación de garantías fundamentales, los médicos buscaron justificar su postura a través de sus propios sistemas de creencias.

Además de que todos apelaron a la objeción de conciencia para legitimar sus dichos, el doctor David Navarrete, de la Universidad Central de Ecuador, llevó más lejos ese punto, al afirmar categóricamente que ‘los próvida siempre vamos a tener la verdad de nuestro lado’.

El también galeno Edgar Tejada, originario de Perú, sugirió que los enfermos terminales sean utilizados para como sujetos de estudio para experimentar con analgésicos y otros fármacos que puedan ser utilizados como ‘cuidados paliativos’, única solución que sugirieron ante el dolor de los pacientes.

En un gesto aún más miserable, los filósofos que debían aportar la parte teórica minimizaron el sufrimiento al que se enfrentan los enfermos terminales, asegurando que ‘todos sufrimos’ y los especialistas en derechos humanos eran diputados y asesores de derecha que aseguran que las únicas garantías ‘humanas’ son las dadas por la naturaleza, como la vida.

Pese a que se promocionan como la única representación de los intereses de la juventud ante las Naciones Unidas, WYA es en realidad una organización que se opone a la planificación familiar, la prevención de enfermedades de transmisión sexual, la educación sexual para jóvenes o el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, de acuerdo con la Enciclopedia Británica.

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