febrero 18, 2025

WFM X WARP: A 40 años de… 3 discos que cambiaron la historia.

Bienvenido a este especial colaborativo entre WFM con Alejandro Franco y WARP en el que celebramos aniversarios significativos de álbumes que cambiaron la historia de la música para siempre.  En esta entrega, los 40 años de Let’s Dance de David Bowie,...

Por Rodrigo Fo

Bienvenido a este especial colaborativo entre WFM con Alejandro Franco y WARP en el que celebramos aniversarios significativos de álbumes que cambiaron la historia de la música para siempre. En esta entrega: los 40 años del Let’s Dance de David Bowie.

La carrera de David Bowie, tan generosa en estilos, sonidos y creatividad visual, siempre se movió al filo de la vanguardia y los cambios sociales. Desde la diversidad sexual que descubrió en los inicios a descubrir hacia donde llevaría su talento creativo, hasta la artística manera en la que relató sin decir nada sus últimos días, David Robert Jones siempre se alimentó de su necesidad de hacer cosas diferentes como motor para ser uno de los artistas más sobresalientes en la escena musical en las diferentes décadas de la historia.

Cuando llegaron los años ochenta, él venía de un enorme éxito posterior a la Trilogía de Berlín –la de los álbumes Low, Heroes y Lodger-, así como la consolidación de ese éxito creativo, comercial y canónico con el lanzamiento de Scary Monsters (and Super Creeps) que ayudó a dar bienvenida a la entonces “nueva década”.
Para el hombre que encarnara al “Duque Blanco” –entre muchos otros pseudónimos más-, esta época llegó de una manera turbia, cuando Mark David Chapman tomó la decisión de terminar los días de John Lennon, en su incomprendida obsesión por el ex beatle. Lennon era amigo de Bowie y uno de los grandes gestores en el éxito que Bowie alcanzó en 1975 cuando lanzó Young Americans; pero sobre todo, era un ídolo musical y parte de los héroes artísticos que impulsaron sus ganas por dedicarse a la carrera que le hizo una superestrella.

Esto le hizo caer en un conflicto creativo y le motivó a ceder terreno en aspectos de esa índole, para dar paso a productores y colaboradores con otra visión musical. A la par, enfrentó numerosos problemas con la compañía que le representaba en aquel momento: RCA.

Con el apoyo de EMI como discográfica, David Bowie decidió colaborar con Nile Rodgers y le dio forma al giro que ayudara a que su carrera tomara un rumbo diferente.

Eran los inicios de MTV y la intención de hacer que el proyecto musical tomara una dirección más visual se hacía cada vez más necesaria. La siempre innovadora mentalidad de Bowie le hizo experimentar en los videoclips –mismos que desde los inicios de su trayectoria con “Space Odditty” o en épocas más recientes con “Ashes to Ashes”-, ya eran parte de un interés que le interesaba resaltar.

El integrar dicha disciplina con la facultad inigualable de Nile Rodgers para generar éxitos comerciales, aunado al talento, disciplina y visión del mismo David, generó una fórmula que solo podía traer como resultado el éxito comercial que todo músico británico busca en el mercado norteamericano.

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“Modern Love”, la canción que abre el trabajo Let’s Dance de David Bowie y misma que fuera lanzada como tercer sencillo de la décimo quinta producción del británico. Esta se
convirtió en una de las canciones favoritas del productor, Nile Rodgers, quien tenía el interés de no hacer un álbum comercial; sin embargo, al ser este el mayor interés del mismo Bowie, no tuvo otra opción más que dejar correr la “máquina de éxitos” y le dieron forma a la gran placa comercial que consolidó la carrera del artista en piso norteamericano.

El guitarrista de Chic consideraba que este sencillo contaba con un piano al estilo de Little Richard y una sección de alientos tipo jazz, muy sofisticada. El estilo de rock áspero que presentaba en la guitarra necesitaba de un talento especial, por lo que acudió a la virtud de Stevie Ray Vaughn para llegar a ese sonido tan especial que hizo a la canción una de las mejores de todo el repertorio de David Bowie.

Seguimos con la celebración de los 40 años de Let’s Dance de David Bowie, con el segundo
track al orden en la producción y que fue una “re-versión” del sencillo que había creado en 1977 al lado de Iggy Pop; esto es “China Girl” en versión de David Bowie.

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Creada para el álbum The Idiot de Iggy Pop, álbum con el que Bowie ayudó a que el norteamericano se recuperara financieramente, “China Girl” fue trabajada en una versión
producida por Nile Rodgers en 1983. La presencia de Rodgers le dio un riff de guitarra alusivo a la cultura oriental, el cual acompañó a una base rítmica new wave y que abordó el tema del romance interracial mostrado desde su clip con la actriz neozelandesa, Geeling Ng.

De acuerdo a David Robert Jones, la representación en video buscaba derrumbar la ideología racista contra la gente oriental e incluso la presentaba en sus actuaciones en vivo durante la gira Serious Moonlight Tour.

Continuamos este homenaje con la canción que titula al material y que goza de mayor duración entre las canciones que conforman el álbum: “Let’s Dance”.

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Cerramos el homenaje a Let’s Dance de David Bowie con “Cat People (Putting Out of Fire)”, una canción que Bowie trabajó con el productor italiano Giorgio Moroder para la película de horror erótica Cat People.

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Tomado de https://warp.la/