Durante el verano de 2019 tuve la oportunidad de pasar una semana en la Ciudad de México. Como era de esperarse, dediqué varias tardes a explorar las encantadoras librerías de segunda mano en la calle Donceles. En cada visita, le preguntaba al encargado sobre las obras relacionadas con Sonora. Aunque escasos, los títulos disponibles sobre el Estado eran una rareza que valía la pena buscar. Fue así como, entre esas pocas joyas, descubrí la intrigante colección Los frutos del desierto.
Al revisar los libros con tranquilidad me di cuenta que la colección se publicó en 1993 con el apoyo del Lic. Manlio Fabio Beltrones, que en aquel entonces era Gobernador del Estado de Sonora y quien escribió el prólogo. Cada uno de los libros tiene una presentación del erudito Ernesto de la Peña, quien se hizo cargo del cuidado de la colección.
La presencia del escritor De la Peña es primordial para resaltar la importancia de estos libros. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, de la Real Academia Española, obtuvo diversos premios nacionales e internacionales por su trayectoria académica y literaria. Leía 33 idiomas y hablaba 8. Su fama de políglota, lingüista y humanista perdura hasta hoy. Con este perfil es revelador lo que un erudito de su nivel, con una cultura universal, pensaba sobre los autores y las obras clásicas sonorenses que él mismo seleccionó.
Los diez títulos que conforman esta colección son: Epístolas y escritos de Eusebio Francisco Kino; El rudo ensayo. Descripción geográfica, natural y curiosa de la provincia de Sonora, 1764 de Juan Nentvig; Luz de tierra incógnita en la América Septentrional y Diario de las exploraciones en Sonora de Juan Matheo Mange; Informe de Francisco Antonio Barbastro; Gastón de Raousset. Conquistador de Sonora de Joaquín Ramírez Cabañas; El Estado de Sonora. Yaquis y mayos de José Patricio Nicoli; El Estado de Sonora y su situación económica al aproximarse el primer centenario de la Independencia Nacional de Pedro N. Ulloa; Recuerdos del Yaqui. Principales episodios durante la campaña de 1899 a 1901 de Manuel Balbas; La guerra del Yaqui de Fortunato Hernández; y Apuntes sobre el dialecto Yaqui de Palemón Zavala Castro.
Si bien sería valioso detenernos en cada uno de los títulos para describir su importancia, lo que deseo resaltar es la relevancia de publicar una colección de este tipo. Desde aquel 1993, no se ha publicado otra serie de libros de historia sonorense que, en su conjunto, ofrezcan una cohesión temática y una uniformidad estética. Los frutos del desierto es la última colección de libros enfocada en la historia de Sonora, y en este 2023 se cumplen 30 años de su publicación.
Reeditar libros de historia regional es crucial porque preserva el legado literario, se difunde en nuevas generaciones y se forja un vínculo con aspectos del pasado poco conocido. Su publicación refleja el verdadero interés que hubo en este momento por parte del Gobierno del Estado de conocer nuestras raíces, de valorar la cultura escrita y de aportar testimonios que nos ayuden a comprender nuestro origen.
Quienes gustan de la historia son las personas que están preocupadas por el porvenir. Las administraciones que invierten en la publicación de libros son las que garantizan una mayor presencia en las bibliotecas, archivos y en el recuerdo colectivo de las personas. Hace treinta años se publicaron por última vez diez libros que siguen siendo motivo de asombro y consulta, gracias a la selección atinada de Ernesto de la Peña y el apoyo del gobierno en turno. Su fruto aún sigue germinando en los lectores.
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