Victoria de la derecha, los neofascistas son la segunda fuerza en Portugal
Daniel Borges
El resultado de las elecciones anticipadas del 18 de mayo en Portugal supone un punto de inflexión para la política portuguesa. La derecha tradicional se sitúa cómodamente en primer lugar y el Partido Socialista tendrá menos diputados que la extrema derecha (una vez contados los votos de
círculos de emigración). El conjunto de los partidos de derecha se queda con dos tercios de la Asamblea de la República, mientras que la izquierda obtiene el resultado más bajo de su historia.
En la izquierda, el conjunto de los partidos situados a la izquierda del PS obtienen su resultado más bajo de la historia. Livre (Verdes Europeos) registra un ligero avance, los comunistas pierden unos 20 000 votos y alcanzan su mínimo histórico, y el Bloque de Izquierda pierde más de la mitad de los
votos obtenidos en las elecciones de 2024, obteniendo solo una diputada, Mariana Mortágua.
La extrema derecha ha conquistado la mayoría de los distritos del sur del país, bastiones tradicionales de la izquierda, y ha ganado terreno entre sus votantes. Es en el interior y en las antiguas zonas industriales donde Chega encuentra mayor apoyo, con una agenda de resentimiento antiinmigrante y antigitanista que consigue movilizar votos.
En el contexto de una crisis provocada por el propio primer ministro –que mantuvo una empresa personal para recibir contratos de otras empresas (en contra de sus obligaciones de exclusividad en el cargo)–, la derecha logró situar en el centro del debate el tema de la inmigración, que dominó los discursos xenófobos y atrajo votos. En esta narrativa, las y los inmigrantes se convirtieron en chivos expiatorios de la crisis de la vivienda provocada por la especulación y de los problemas en el sistema de salud, en la educación y en los servicios públicos, infradotados y atacados por intereses privados. Además, se convirtieron en el centro de una guerra cultural que arrastró al Partido Socialista hacia una posición de derecha sobre el tema.
Más allá de la inmigración, el discurso militarista también marcó unas elecciones en las que la mayoría de los partidos coincidieron en la fidelidad a la OTAN, el aumento del gasto militar y la escalada armamentística, dejando aislados a los partidos anticapitalistas.
Con la extrema derecha superando por primera vez al Partido Socialista, la política portuguesa entra realmente en una nueva fase. Michael Löwy decía hace unos años que la izquierda no previó la «ola parda» en Europa, Estados Unidos y Brasil. Ahora no podemos decir que no fuimos advertidos.
La deriva autoritaria en el contexto de la crisis de acumulación capitalista va acompañada de formas de dominación tecnológica, a través de la socialización digital y la plataformización del trabajo, mediadas por algoritmos controlados por una tecno-oligarquía todopoderosa y al servicio de la extrema derecha. La segunda es la carrera hacia la guerra, que, con Washington a la cabeza, domina la política europea y encauza el proyecto económico de la Unión Europea.
Con este panorama político nacional e internacional, y cuando más de dos tercios de las y los diputados de la Asamblea de la República se sientan en los escaños de la derecha y la extrema derecha, es posible, por primera vez en 50 años, una revisión de la Constitución sin la participación del Partido Socialista. La lucha contra este proyecto de venganza contra el 25 de abril exige una amplia convergencia, también con vistas a las elecciones presidenciales de enero de 2026.
Es imperativo resistir en lo inmediato, pero también construir una izquierda fuerte para contraatacar. El Partido Socialista, debilitado, tendrá un único candidato a su liderazgo, José Luís Carneiro, antiguo ministro vinculado al ala derecha del partido, que tenderá a facilitar la viabilidad del gobierno de derecha con la justificación de alejar a la extrema derecha del poder. Este contexto, si se confirma, convierte a Chega, con un 22 % de los votos, segundo partido en el Parlamento, en la principal referencia de la oposición.
En el horizonte inmediato se encuentran las elecciones municipales. El riesgo es la transformación de Chega en una fuerza con mayor arraigo territorial, la continuación del giro a la derecha y la desaparición del PCP como fuerza de gobierno (aún lidera en 19 municipios). El Bloque de Izquierda está comprometido con acuerdos programáticos para la convergencia de la izquierda, ya sea con el PS en la capital para derrotar a Carlos Moedas, ya sea para afirmar alternativas municipales de izquierda, siempre que sea posible, con el PCP, el Livre y el PAN.
Daniel Borges, redactor de Esquerda.net
Traducción: viento sur
__________________________
El PS amenazado, BE y PCP marginales: los cuatro mapas que muestran la derechización
Liliana Borges
Una noche negra [del domingo 18 al lunes 19 de mayo] para el PS, un retroceso de la izquierda (a excepción de Livre – ecologistas), una mayoría más importante para la Alianza Democrática [AD-derecha] y una victoria que debería aumentar aún más para Chega [¡Basta!, extrema derecha]. El resultado de las elecciones anticipadas [tras la dimisión del gobierno de Luis Montenegro, como consecuencia de un voto de confianza relacionado con el debate sobre un «conflicto de intereses», el 11 de marzo por la noche] aún no es definitivo y espera la adjudicación de los cuatro mandatos por parte de las circunscripciones de emigración [el 21 de mayo a las 14 horas el resultado del recuento de votos en los consulados no está disponible]. Pero el cuadro está trazado. El país ha cambiado, el rosa ha palidecido y se ha impuesto el fin del bipartidismo decretado hace un año.
Con 20 diputados menos, el PS logra su tercer peor resultado legislativo desde 1975, pasando del 28,66% (en 2024) al 23,38% y pudiendo, una vez contados los votos de emigración, convertirse en el tercer partido en el Parlamento, detrás de Chega. La caída es desastrosa.
El PS pierde 107 concelhos
Si, en 2024, el PS era el partido más votado en 140 municipios [concelhos: subdivisión de los distritos/circunscripciones electorales en número de 22], el domingo 21 de mayo esta cifra cayó a 33. Además de haber perdido el primer lugar en 107 concelhos (de los cuales 58 pasaron a la AD y 49 a Chega) del norte al sur del país, en 60 concelhos los socialistas ni siquiera alcanzaron el 20% de los votos, lo que, de un total de 308concelhos, equivale a aproximadamente una quinta parte del país. En las circunscripciones de Beja y Setúbal, el PS no había perdido desde 1991.
El peor resultado del PS se registró en el concelho de Calheta, en la circunscripción de Madeira, donde los socialistas obtuvieron solo el 7,7% de los votos. La Calheta ya era el concelho donde el PS había obtenido su peor resultado en 2024, pero este año perdió aún más votos, mientras que Chega pasó del 9,3% al 17% de los votos. Solo en las circunscripciones de Bragança, Portalegre, Evora, Beja y Setúbal el PS logró obtener más del 20% de los votos en al menos un concelho.
Con el avance de Chega del 18,06% al 22,56% de los votos en todo el territorio nacional, el número de concelhos en los que el partido obtuvo más del 30% de los votos también aumentó (con la circunscripción de Faro, donde diez concelhos superaron la marca del 30%, como Vila Real de Santo António, Portimão y Albufeira). En total, Chega obtuvo más del 30% de los votos en 37 concelhos.
Chega supera la barrera del 30%
A la circunscripción de Faro, donde el partido ya había sido el más votado en 2024, ahora se suman las circunscripciones de Beja, Portalegre y Setúbal, consolidando así la implantación de Chega en el sur del país. En el norte del país, Chega obtuvo más del 30% de los votos en un solo concelho: Valença, en la circunscripción de Viana do Castelo. Pero en el sur sigue siendo muy fuerte. Hace un año, el mejor resultado del partido se obtuvo en Elvas con el 36,53% de los votos. Este domingo 18 de mayo, el partido reiteró esta hazaña, pero aumentó el número de votos al 43,51% del total recogido en este concelho.
La Iniciativa Liberal (IL) ha conseguido subir al cuarto lugar de los partidos más representados en el Parlamento, eligiendo un diputado adicional (ahora tiene nueve), aunque el progreso en términos de votos no ha sido muy significativo (del 5,08% al 5,53%). Los liberales obtuvieron sus mejores resultados en la zona costera del país, con 60 concelhos registrando más del 5% de sus votos a favor de IL. El partido de Rui Rocha obtuvo su mejor resultado en Oeiras [región metropolitana de Lisboa], donde casi duplicó el número de votos en comparación con la media nacional: 9,7%. En Braga, donde Rui Rocha encabezaba la lista, en Lisboa y Cascais, los liberales también obtuvieron más del 9% de los votos.
El cuarto puesto en el Parlamento seguía siendo codiciado por Livre [ecologistas], pero solo obtuvo seis diputados (tres por Lisboa, dos por Oporto y uno por Setúbal). A pesar de ello, fue el único ganador a la izquierda, superando a la CDU (Coalición Democrática Unitaria, PC y los Verdes-Os Verdes) y al BE (Bloco de Esquerda, Bloque de Izquierda) y aumentando su representación parlamentaria en dos diputados. Livre ganó 50.000 votos, pasando del 3,26% al 4,2%, y superó su media nacional en 40 concelhos. Esto ocurrió en las circunscripciones electorales de Braga, Oporto, Coimbra, Leiria, Aveiro, Lisboa, Setúbal y Faro. El mejor resultado se obtuvo en Lisboa, con el 9,4% de los votos, seguido de Oeiras, Oporto y Almada [distrito de Lisboa].
El crecimiento de Livre se ha marcado especialmente en la costa del país, pero también ha progresado en la circunscripción de Faro. Livre, que entró en el Parlamento por primera vez en 2019, superó al BE en 18 circunscripciones y a la CDU en seis. Rui Tavares también tenía la ambición de ser elegido en Braga y Aveiro y arrebatar a los diputados de Rui Rocha (IL), pero no lo consiguió. Sin embargo, Livre logró adelantarse a la IL especialmente en las circunscripciones de Beja, Setúbal, Evora, Castelo Branco y Coimbra.
Al igual que el PS, la Coalición Democrática Unitaria (CDU) y el Bloque de Izquierda (BE) también han visto disminuir su representación parlamentaria. La mayor pérdida fue la del BE, que se redujo a una sola diputada: la actual coordinadora del partido, Mariana Mortágua. La CDU también retrocede, pero en menor medida. La coalición que reúne al PCP y a Os Verdes solo ha reelegido a diputados comunistas.
En el norte y el centro, se observa un predominio significativo de los concelhos en los que el total de votos del BE y la CDU no supera el 3% del total de votos registrados. Esta tendencia pone de manifiesto la escasa presencia electoral de estas fuerzas políticas en estas regiones, a diferencia del sur del país, donde, aunque Chega ha progresado en términos de votos, el BE y la CDU se mantienen por encima de su media nacional.
Bragança y las islas los más abstencionistas
Con los votos de la emigración aún por contar, la tasa de abstención asciende al 35,62%, ligeramente superior a la registrada en 2024. Sin embargo, esta cifra debería aumentar, ya que es la tendencia observada en los últimos años. Según los datos de la Secretaría General del Ministerio del Interior, de las 20 circunscripciones electorales ya contabilizadas, 17 registraron concelhos en los que la abstención fue superior a la media nacional. Es el caso de las Azores, Madeira [45,69% de abstención] y Braganza [47,29% de abstención], por ejemplo, donde ningún municipio ha registrado una participación superior a la media nacional.
Las Azores siguen siendo la circunscripción electoral con la tasa de abstención más alta en las elecciones legislativas: el 56,19% de los votantes no acudieron a las urnas. Braga, por su parte, es la circunscripción con la tasa de abstención más baja: 30,29%. En términos de concelhos, Ribeira Grande fue el concelho más abstencionista, con un 62,34%. El Sardoal, en Santarém, fue el concelho con la tasa de abstención más baja: 26,95%.
(Artículo publicado por el diario publico.pt el 19 de mayo de 2025)
Al’Encontre
Traducción: Faustino Eguberri
Tomado de https://vientosur.info/
Más historias
Inteligencia artificial o la imposibilidad de la ética
¡No en nuestro nombre! Manifiesto de feministas contra la islamofobia
Musk y Trump: divorcio en la familia ultra