Venta de antigüedades en ‘La Lagunilla’: joyas ocultas, precios únicos y mucha historia

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La venta de antigüedades en La Lagunilla es una experiencia que mezcla historia, arte y cultura popular en un solo lugar. Cada domingo, este rincón del Centro Histórico de la Ciudad de México se transforma en un verdadero paraíso para los amantes de los objetos con pasado.

Si te interesa el coleccionismo, la decoración vintage o simplemente pasear entre tesoros de otras épocas, aquí encontrarás mucho más que muebles y adornos viejos.

Un mercado que late con historia

El mercado de antigüedades de La Lagunilla se instala cada domingo entre las calles Comonfort, Jaime Nunó, González Bocanegra y Matamoros, a unas cuadras del Eje Central y muy cerca de la Glorieta de Cuitláhuac.

Lo que hoy es un tianguis culturalmente vibrante, alguna vez fue una pequeña laguna que servía de punto de conexión entre mercados prehispánicos como el de Tlatelolco. Con el paso de los siglos, el lugar evolucionó, pero nunca dejó de ser punto de encuentro comercial.

¿Qué puedes encontrar en el mercado de antigüedades de La Lagunilla?

Recorrer los pasillos de La Lagunilla o La Lagu, como se le conoce popularmente, es como viajar en el tiempo. Aquí no se trata solo de comprar, sino de descubrir. Muchos de los objetos que se venden han sobrevivido décadas —incluso siglos— y ahora buscan una nueva vida en manos de alguien que los valore.

Estos son algunos de los tesoros más buscados:

• Muebles antiguos: mesas de comedor, cómodas, sillas de diseño europeo, sillones tapizados, tocadores y más.
• Obras de arte: cuadros originales, grabados, litografías, esculturas y fotografías enmarcadas.
• Vajillas y utensilios: piezas de porcelana, loza mexicana, cubiertos de plata y utensilios de cocina de otras épocas.
• Joyas y relojes: desde anillos art déco hasta relojes de bolsillo de manufactura suiza.
• Juguetes vintage: carritos de hojalata, muñecos de plomo, trenes eléctricos, peluches antiguos, trompos y balones de cuero.
• Ropa y accesorios: sombreros de ala ancha, vestidos de los años 50, gafas oscuras, bolsas de piel y zapatos retro.
• Aparatos electrónicos antiguos: tornamesas, fonógrafos, radios de bulbos, teléfonos de disco.
• Libros y documentos: primeras ediciones, enciclopedias ilustradas, mapas antiguos y documentos históricos.
• Herramientas y piezas industriales: desde llaves inglesas hasta linternas, brújulas o antigüedades de taller.

Muchos de estos artículos no solo son decorativos. Algunos siguen funcionando, otros pueden restaurarse, y otros más se valoran por su historia y rareza.

¿Cómo llegar al mercado de antigüedades de La Lagunilla?

La forma más práctica es tomar la Línea 7 del Metrobús y bajar en la estación Glorieta de Cuitláhuac. Desde ahí, caminas unos metros y te encontrarás con los primeros puestos.

También puedes llegar por la Línea B del Metro, bajando en Lagunilla o Garibaldi. Si decides ir en auto, considera que encontrar estacionamiento puede ser complicado, aunque hay algunas pensiones cerca.

Horarios y consejos para la visita

El mercado abre todos los domingos de 9:00 a 15:00 horas, aunque algunos puestos comienzan a desmontarse antes. Para aprovechar al máximo la experiencia:

• Llega temprano, así evitarás las multitudes y encontrarás mejores piezas.
• Lleva efectivo, aunque algunos puestos aceptan transferencias.
• Pregunta sin pena, muchos vendedores conocen la historia de los objetos.
• Regatea con respeto, es parte de la experiencia, pero siempre con cortesía.
• Cuida tus pertenencias, como en cualquier mercado concurrido.

Mucho más que antigüedades

Si después del recorrido te entra el hambre, visita el Mercado San Camilito, el único de la ciudad que opera las 24 horas. Además, si caminas unas cuadras más, encontrarás otros tianguis con ropa vintage, tenis de colección y hasta ropa de diseñador a precios accesibles. La Lagunilla es mucho más que un mercado; es una muestra viva del alma de la Ciudad de México.

La venta de antigüedades en La Lagunilla no solo atrae a coleccionistas o decoradores, también conquista a curiosos que encuentran en este rincón capitalino una joya cada domingo. Así que si buscas objetos con alma, historias por contar y precios que sorprenden, no dejes de visitarlo.

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–>Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/