septiembre 13, 2025

Una Margarita deshojada

Tiempo de lectura: 3 minutos

(12 DE DICIEMBRE, 2022) Por J. Jesús Esquivel.

Una Margarita deshojada

Washington – Existen políticos que son como la gangrena; no entienden que son una peste hasta que los cortan de tajo, como dice uno de los adagios más antiguos y repetidos constantemente a nivel mundial.

¿A qué viene tal entuerto?, se preguntará el Chamuco frotándose las manos a la espera de tener como inquilinos en el Averno a esa clase de personajes que viven a costillas de nuestros impuestos.

Bueno, porque la semana pasada estuve escuchando, por obligación de tecleador y no por gusto, el debate de nuestros legisladores por el tema de la reforma constitucional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y me encontré con el caso de Margarita Zavala, sí, la esposa del etílico expresidente Felipe Calderón, responsable de la descomposición de seguridad en el país y de que los cárteles del narcotráfico diversificaran sus actividades para aterrorizar a la sociedad.

Diputada plurinominal, y no por elección popular, Margarita, que por conveniencia y para seguir viviendo sin tener que trabajar regresó al PAN tras el sonado fracaso de ella y de su marido por ser dueños de un partido político, parece que no se da cuenta de que es un cero a la izquierda. Lo digo porque a ella ya se le olvidó que la sociedad mexicana no la apoyó en lo que fue su crónica de una derrota anunciada cuando intentó, sin siquiera llegar a la ruta final, ser candidata a la presidencia de la nación en las elecciones de 2018.

La verborrea de Zavala en San Lázaro era rancia, como la de muchos otros legisladores de todos los partidos. A ningún ciudadano de a pie le recomiendo esos parloteos. Es una pena ver a políticos fracasados y repudiados por la mayoría de la sociedad aferrarse a un hueso que no obtuvieron por votos, como debe ser en una auténtica democracia, sino por las manipulaciones a la constitución maquinadas por las cúpulas políticas para beneficiarse entre ellos y nada más.

Margarita Zavala es uno de tantos ejemplos de la inequívoca razón por la que debemos acabar con los puestos legislativos plurinominales. Es un descaro y una burla constante para la sociedad que alguien como la cónyuge de Calderón, con las manos manchadas de sangre por casos como el de la Guardería ABC, por citar sólo un ejemplo, caliente el asiento de una curul que, repito: no tiene razón de existir.

Margarita de Fecal, como la llaman muchos, no entiende que es un cartucho quemado; que son y serán fútiles todos sus intentos y esfuerzos por querer figurar con su rostro y figura en el ámbito del poder federal.

Perdió y perdió muy feo cuando, tal vez manipulada y engañada por su marido, intentó aspirar por llegar a la grande. Hasta entre sus correligionarios del PAN la declararon apestada, por eso se fue y como no conoce la vergüenza ni la dignidad, regresó como plurinominal.

Como bien podrían trinar los pájaros de la sátira política, como la que dibujan son sus lápices mis padrinos, los hijos del Averno, la esposa del titular del Sexenio de la Muerte es como una Margarita deshojada. Sus pétalos arrancados uno a uno con la cantaleta del “me quiere, no me quiere”, y que el último desprendido terminó en “no me quiere, me aborrece la mayoría de la sociedad mexicana; están más secos que los lirios de un desierto”.

Como en todo, llega el momento de agarrar nuestras hilachas y retirarnos con la poca o mucha dignidad que nos quede. Quien se aferra a lo contrario corre el riesgo de convertirse en un chiste y una lastra. Se vienen momentos y eventos políticamente interesantes como el juicio por narcotráfico contra Genaro García Luna, el amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública de Calderón. Ese proceso judicial en Brooklyn, Nueva York, pinta para ser la plataforma perfecta que exponga la narco-corrupción en el sexenio que encabezó el marido de la diputada Zavala.

Es posible que hasta el de Margarita y el de algunos integrantes de su familia, sean nombres que salgan embarrados de narcotráfico en el juicio. También es posible que, al tratarse de una Margarita marchita y ya deshojada, finja padecimientos de demencia como lo hace constantemente su marido cuando se le menciona al ingeniero García Luna y la relación de éste con el Cártel de Sinaloa.

¡Ah!, si seré penitente; olvidé que la diputada plurinominal del PAN es una desmemoriada; se le borró de la cinta que es una política derrotada.

#Sonora #Expresion-Sonora.com
Tomado de https://elchamuco.com.mx/