Los recortes de la administración Trump a la Iniciativa de Salud de la Mujer (WHI), un programa de investigación histórico, están generando preguntas sobre prioridades y rendición de cuentas. Lanzada en 1991 bajo el presidente George H. W. Bush, la WHI, descrita por su primer director como un «paseo lunar» para la salud de la mujer, ha sido crucial en la investigación del cáncer, las enfermedades cardíacas y la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas, un grupo demográfico históricamente desatendido por la investigación.
El estudio más conocido de la WHI examinó los riesgos de la terapia hormonal para los síntomas de la menopausia. Se estima que su investigación ha prevenido 126.000 casos de cáncer de mama y 76.000 casos de enfermedades cardíacas en una década, ahorrando más de 35.000 millones de dólares en costos médicos. La iniciativa continúa produciendo investigaciones vitales, incluido un estudio reciente sobre suplementos de calcio y vitamina D.
Sin embargo, la decisión de la administración Trump de recortar la financiación de la WHI en 10 millones de dólares anuales, una suma empequeñecida por el gasto reportado en los viajes de golf del presidente, provocará el cierre de los centros de investigación regionales en septiembre y genera incertidumbre sobre el futuro del centro principal después de enero.
La Dra. JoAnn Manson de la Facultad de Medicina de Harvard califica los recortes como un «golpe devastador», destacando el inmenso impacto de la WHI en la prevención de enfermedades crónicas. Los recortes plantean la pregunta: ¿Los votantes aprobaron esta reducción en la investigación crucial sobre la salud de la mujer? El artículo concluye preguntando si esto fue alguna vez una promesa de campaña.
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