Hay que reconocerle algo a Donald Trump: se supera constantemente a sí mismo.
Mientras que la mayoría de la gente esperaba que su caricaturesca primera campaña presidencial fracasara, logró una ajustada victoria en el colegio electoral. Después de que los líderes de ambos partidos llegaran a la conclusión de que la insurrección mortal del 6 de enero lo había condenado al olvido político, también ganó el voto popular.
Desafortunadamente para Estados Unidos, Trump ha seguido superando sus estándares anteriores. En todos los ámbitos que le permiten dañar los intereses, valores y normas de nuestro país, de alguna manera inflige más daño de lo que incluso los pesimistas anticipaban.
Tomado de https://zeteo.com/



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