El plan del presidente Trump para obligar a Apple a fabricar iPhones en EE. UU. enfrenta importantes obstáculos, según los expertos. Su amenaza del viernes de un arancel del 25% sobre los iPhones vendidos pero no fabricados en EE. UU. forma parte de un esfuerzo más amplio de la administración para traer empleos de regreso a Estados Unidos. Este arancel también se extendería a Samsung y otros fabricantes de teléfonos inteligentes, y está previsto que entre en vigor a finales de junio.
Trump justificó el arancel, afirmando que es injusto permitir que los teléfonos inteligentes importados tengan una ventaja competitiva. Afirmó tener un acuerdo con el CEO de Apple, Tim Cook, según el cual Apple construiría plantas en India, pero no vendería libre de aranceles en el mercado estadounidense.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, sugirió previamente que el ensamblaje de iPhones, incluida la automatización de tareas como la inserción de tornillos, crearía empleos estadounidenses para trabajadores cualificados. Sin embargo, más tarde reconoció que Cook le informó que la tecnología de automatización necesaria no existe actualmente. Esto pone de manifiesto los considerables desafíos tecnológicos y económicos inherentes a la iniciativa de repatriación de Trump.
Tomado de https://www.scmp.com/
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