Por César Sánchez.
Fotos por Jesús Quintero.
Sin duda ver en vivo a Blur debe ser una obligación para los fanáticos del britpop aún a pesar de ser team Oasis. Los años pasan y las canciones que formaron parte del soundtrack del mundo en los noventa, en la actualidad son himnos que toda una generación interpreta con nostalgia y un sentimiento de camaradería.
Y justo esta hermandad se percibió entre los asistentes, quienes desde varios minutos antes abarrotaron el escenario principal para congregarse a fin de ver a Albarn, Coxon y compañía, quienes dieron un recital digno de una historia viva de la música y en el que cada canción la gente gritaba con tanta pasión hasta desgarrarse la garganta e intentar estar lo más cerca posible de Damon.
A pesar de que la gente coreó cada canción del setlist, fue claro cuáles fueron las consentidas y es que durante ‘Country House‘, ‘Song 2‘, ‘Beetlebum‘, ‘The Universal‘, ‘Tender‘, ‘End of a Century‘, ‘Coffe & TV‘, y ‘Girls & Boys‘, el público cantó al unísono con la banda.
El rock aún no muere
Parece pronto, pero la última visita The Black Keys a México ocurrió hace una década precisamente en el Corona Capital 2012 cuando vinieron a presentar El Camino (2012), producción que los hizo encabezar la escena en esa época.
La versatilidad en el catálogo musical de Auerbach y Carney le permiten al dueto ofrecer un show bastante equilibrado a donde sea que vayan. Son capaces de derretirte el cerebro a punta de guitarrazos distorsionados en su punto más garage rock y por otro lado, llevarte al otro extremo con su crudo e icónico sonido del blues.
Entre el tumulto de gente se notaba que la deuda por tanto tiempo lejos de nuestro país había quedado saldada y no solo por su presentación per sé, sino por la actitud que presentaron sobre la tarima y los visibles rostros de alegría del dueto al tocar para un público que tenía más de 10 años de no verlos en vivo y con la esperanza de que no pase tanto tiempo para tenerlos de regreso.
No es un adiós sino un hasta pronto
Desde el anuncio de Metronomy respecto a que esta sería su última presentación en México en un largo tiempo, existía mucha expectativa sobre qué podríamos esperar y la realidad superó las expectativas que los británicos tenían preparado para esta velada.
Con un hermoso recorrido musical a través de literalmente toda su discografía, incluido su álbum debut en 2006 dedicado a los más conocedores de sus inicios, pudimos comprender porqué la banda es una de las más queridas de México. Su despedida -temporal- de los escenarios provocó un sentimiento similar a cuando te despides de tu mejor amigo sin saber hasta cuándo lo volverás a ver de nuevo, pero con la alegría de que cuando ocurra el reencuentro ambos serán felices de haber cumplido sus objetivos personales.
Metronomy es una de las pocas bandas que hoy en día pueden darse el lujo de juntar en un escenario a distintas generaciones y es que, durante el show se apreciaba por igual la emoción de la gente en sus 30 al escuchar “The End of You Too” del ‘Nights Out’ (2008), como a los jóvenes veinteañeros bailar con “Things Will Be Fine” de su más reciente producción ‘Small World’ (2022).
El oscuro frenesí sueco
Karin Dreijer Andersson, o mejor conocida como Fever Ray, y por ser la otra mitad del mítico dueto de música electrónica The Knife junto a su hermano Olof, llegó al Corona Capital como una de las tapadas del cartel pero que “bajita la mano” su aparición en el cartel fue una sorpresa y por tanto, era sumamente esperada por muchos de sus fans gracias a su trayectoria como solista desde 2009.
La presentación de Fever Ray en la carpa Viva Tent fue recibida con inmensos aplausos y gritos, por lo que ella en agradecimiento ofreció quizá el show más intenso de todo el sábado. El concierto lo realizó acompañada de un colectivo de mujeres integrado por dos espléndidas coristas-bailarinas, además de su baterista y tecladista, en donde todas tienen su alto grado de importancia.
En un set que abarcó sus tres producciones y fue lo más parecido a un aquelarre que tuvimos y -seguramente tendremos en la historia del Corona Capital-, este no dejó insatisfecho a nadie e incluso hasta dejaron con ganas de más a todos los presentes debido a su teatralidad sobre el escenario, musicalmente fue muy intenso y durante cada instante dejó en manifiesto su apoyo a la libertad de la feminidad y espiritualidad.
Fue una auténtica celebración, llena de luces estroboscópicas, baile esquizofrénico y danzas desbordadas que contagió a cada uno de los presentes en la carpa, en un show que sin lugar a dudas será uno de los más recordados de esta edición del festival.
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Tomado de https://warp.la/
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