octubre 24, 2025
Supresión intelectual/ II

Supresión intelectual/ II

“Escribir poesía después de Auschwitz es barbarie; es barbarie criminalizar el esclarecimiento y la protesta públicos contra el genocidio del pueblo palestino en Gaza; es barbarie cancelar un curso sobre Don Quijote en un departamento universitario de literaturas europeas”....Tomado de https://morfemacero.com/

Colaboraciones

Eduardo Subirats

Un reino de Maya de las estrategias políticas, financieras y militares. Golpes y movimientos de masas fascistas bajo el camouflage de una primavera de la libertad. Políticas genocidas en nombre de los derechos humanos. Gangsterismo político. Colapso del sistema democrático en los escenarios de corrupción, manipulación y crímenes contra la humanidad en prime time. Cinismo, doble moral, hipocresía, abierta falsedad, los rituales y los cultos a una renovada diosa Estultitia que gobierna a una humanidad enloquecida (Erasmus). Una sociedad civil en estado permanente de sitio. Hugo von Hoffmanstahl: Worte… zerfielen mir im Munde wie modrige Pilze („Palabras… se deshacían en mi boca como hongos podridos”).

A tu llegada a Princeton expusiste un programa de revisión del hispanismo. Seguir los pasos del humanismo de Thomas Mann: arrancar los mitos del nacionalismo doctrinario, y ponerlo al servicio del esclarecimiento y la renovación intelectuales. Revisión y renovación de las culturas ibéricas. Una península en la que las civilizaciones hebrea, islámica y cristiana florecieron, en constantes encuentros y desencuentros. Integrar la historia ibérica a los flujos civilizatorios de Eurasia y África. Poner en cuestión la permanente destrucción de todo intento de reforma del Espíritu. Crítica de la teología política imperial y de la destrucción de las altas civilizaciones de las Américas. Aplausos y más aplausos. Reconocimiento unánime. Entrada por la puerta grande. 

Tu crítica del proyecto colonial ibérico del siglo dieciséis te puso, solo unos meses más tarde, en conflicto con los vested interests. Princeton University Press rechazó la publicación de tu Continente vacío al tiempo que expresaba cautelosamente su reconocimiento de una escolaridad intachable. Añadieron justificaciones patéticas. Tu análisis de la teología de la colonización hispánica citaba demasiados autores en lengua castellana que nadie conocía en los Estados Unidos. De todos modos, conciliaron respetuosamente las diferencias inherentes a tu proyecto crítico en nombre de una definición obsoleta de Romanistik y de un Enlightenment reducido a sus componentes epistemológicos e instrumentales. 

Desertaste de Princeton. Cobijaste tu proyecto de reforma de las Humanities y del Hispanismo en New York University. El alivio solo demoró cuatro años. New York se embriagaba con un subalterno formalismo estructuralista y postestructuralista, y encerraba la hermenéutica literaria y artística en los campos vigilados de las lingüísticas político-correctas, mientras cerraba el paso a la reflexión sobre las crisis políticas de las guerras globales y los genocidios del siglo veintiuno. Final de las teorías críticas de la civilización (sus restos de serie los vendían a precio de saldo en el cuarto trastero de los cultural studies). La condición colonizada de los estudios hispánicos se había interiorizado hasta disolver completamente las tradiciones filosóficas humanísticas del hispanismo del siglo veinte. Pero eso no era lo peor.

Sigue la pandemia; y sigues incomunicado. El director de tu departamento ha prohibido la utilización de las redes departamentales para una discusión internacional vía zoom de la edición brasileira de tu Mito e literatura. La debilidad de este funcionario no es individual y mucho menos personal; es una debilidad programática y programada. Su función objetiva es la trivialización y final supresión de toda conciencia literaria sobre la condición post-neo-colonial de América latina. Sí es sí y no es no. O sí o no. Tertium non datur. Apoteosis de la repetición y lo dejá vu

Un año antes del 9/11 habías organizado en New York un último encuentro de intelectuales frente a un mundo devastado por continuos conflictos. Susan Sontag. Edward Said. Juan Goytisolo. La conciencia y espiritualidad judía, la resistencia palestina y la memoria de la catástrofe ibérica de las culturas hispano-árabe e hispanojudía bajo las guerras y el fanatismo nacional-católico. Gran expectación. Pero Sontag se entretuvo en repulsas personales contra Said que a nadie interesaban, y en el centro de su conversación sólo estaba el icono especular y espectacular de sí misma. Said anunció un próximo estallido de violencia provocado por Occidente en la península árabe. Goytisolo blandió la bandera del diálogo entre las tres religiones del Libro con el gesto de una debilitada resistencia intelectual antifascista. No percibiste en ninguno de los tres ni la voluntad, ni la capacidad de un análisis, ni un proyecto de futuro. Autoconciencia intelectual limitada. 

Has crecido bajo el espectro de Auschwitz y Hiroshima. Has puesto al descubierto la teología política del proceso de destrucción, genocidio y colonización de un continente entero, siguiendo al pie de la letra el discurso de la conciencia culpable, y la expansión mundial de la esperanza en la salvación transcendente que expone programáticamente San Pablo en su Epístola a Romanos. Reconstruiste la arquitectura conceptual del aparato militar y religioso de la “destrucción de las Indias” (Las Casas). Aquí y ahora ya no has chocado con los nacionalistas católicos, sino con los guardianes académicos del imperialismo europeo cristalizado en la filosofía del derecho colonial y de guerra de Francisco Vitoria y Hugo Grotius. Has topado con los guardagujas de las reglas epistemológicas y gramaticales de deconstrucción microanalítica de los discursos. Has sufrido su censura. Prohibieron citar tu Continente vacío.

En vano hubieras aclarado a tus colegas la etimología de los “idiotes”. Y en vano hubieras tratado de esclarecerles que la débil autonomía intelectual y la obediencia a un poder político autoritario fue la combinación que Loyola expuso en sus cartas sobre la Sancta Auctoritas como postulados fundacionales de la corporación monacal y sus políticas. En vano habrías puesto de manifiesto su obscena complicidad con un sistema organizado de reproducción indefinida de la ignorancia. Has herido a esos instructores al mencionar la sostenida censura electrónica de tu comunicación intelectual independiente. Pero en tu e-mail no mencionas el nombre de ese funcionario causante del litigio, ni la institución a la que sirve, ni su lugar, ni tampoco su tiempo histórico. “N’ayant pu me corrompre, ils m’ont assassiné” (Jacques-Louis David).

Tenías un objetivo: la reforma de la historia ibérica recortada y sancionada bajo las murallas geopolíticas de la monarquía de Isabel la Católica, la Gramática de la lengua castellana de Nebrija y su imperialismo gramatológico, y la violencia constitutiva del nuevo orden universal definido por la teología política de la Inquisición. Deseabas transgredir y transformar el eje de atención de la historia cultural ibérica. Ponerlo en su centro histórico: Al-Ándalus. Las voces del esclarecimiento y el misticismo judío de Maimónides y el Zohar, el racionalismo de Ibn Rushd y la filosofía mística de Ibn al-Arabí… Las últimas voces de la filosofía sefardí, de Leone Ebreo a Sánches y Spinoza, y sus raíces espirituales. Comienzos de la Europa occidental moderna; otra Europa. Y una nueva conciencia humanista y humanitaria de las Américas.

El lockdown ha transformado tu forma de vida. Encerramiento monádico y monástico. La realidad existencialmente vivida a través de la presencia de los humanos y las cosas se ha modificado. El mundo entero se ha transfigurado en un teatro de sombras chinas. Completa desmaterialización del ser en las pantallas del espectáculo electrónico. Presencias ausentes. Existencias fosforescentes. Carácter efímero del ser. Soliloquio sobre el vacío de ser. La nausée.

Nuevas guerras de Occidente. El virus se ha originado y expandido a partir de estas confrontaciones. En los primeros días, Washington esperaba que la pandemia devastara al contrincante imperio milenario de la República Comunista China. El Covid-19 estaba llamado a ser una segunda Guerra del Opio. Pero, en pocos días, el mundo dio la vuelta entera. La pandemia no iba a dejar al hemisferio occidental indemne. Peor todavía. China la detuvo dentro de sus fronteras, mientras el resto se infectaba letalmente por decenas de millones; y entró en una etapa de letargo y, finalmente, de parálisis mental. 

Las generaciones postpandémicas que hoy viven y estudian en Berlín, London o New York se han encontrado de pronto ante una nueva realidad en la que la literatura, la reflexión filosófica y la libertad creadora simplemente no existen. Son un pasado. En el mejor de los casos es un objeto de curiosidad arqueológica. Otros gadgets más atractivos tienen a su alcance para cancelar la hermenéutica artística y filosófica. En los escaparates del mercado académico se venden las etiquetas de postliteratura, cultural studies o performance studies, exclusivamente dedicados a los fenómenos de desconstrucción y descomposición del gran arte y la gran literatura del pasado. Además, en los sistemas de comunicación escolar se han instaurado los cultos artificiales de los trans- y los posts, las revueltas ficticias de los queer, las gramáticas y sintaxis feministas, y las jergas oficiales sobre democracy & human rights frente a los waste land de las guerras postmodernas 

Eres el engranaje minúsculo de un sistema de conexiones, jerarquías y supervisiones burocráticas cuya función real es suprimir las memorias culturales, destruir la experiencia estética, acabar con la capacidad individual de pensar, dialogar y actuar libremente. En un mundo dominado por mentalidades tecnocéntricas y administraciones irresponsables. 

Una hermenéutica humanista capaz de restituir el sentido, la memoria y el conocimiento a lo largo de la historia de las palabras, las lenguas y las culturas, el que recogen sus mitos y sus ritos, así como sus expresiones literarias y artísticas. Unir el pasado con el futuro en el presente histórico. Restaurar la centralidad ética y metafísica de la existencia humana. 

Te acaban de notificar que tu curso de postgrado sobre Don Quijote: trickster y loco enamorado ha sido suprimido. En ninguno de los departamentos literarios de esta universidad se reconstruye hermenéuticamente una obra literaria o filosófica. Eso te ha obligado a mantenerte al margen de sus rituales corporativos. De todas maneras, a la administración del conocimiento no le place la reconstrucción mitológica y filosófica, y mucho menos el análisis simbólico y psicológico que has expuesto en tu ensayo sobre la obra de Cervantes. Supresión postliteraria de las tradiciones críticas de la literatura y el pensamiento tout curt.

Has tratado de mostrar la compleja situación histórica de las culturas peninsulares, o más precisamente su doble condición de un imperio en declive desde el siglo dieciséis, o quizás de la simple destrucción y deterioro culturales subyacentes a las cruzadas contra el Islam y la expulsión de los judíos de la Península ibérica, y has señalado su punto débil en cuanto a su pensamiento: la ausencia de una voluntad y acción esclarecedoras en el sentido de la razón científica definidas por Galileo, Descartes o Hegel. Has revelado la teología del proceso genocida y colonial del “Descubrimiento” de las Américas bajo los auspicios de la corona española. Has querido asir el dolor frente a la destrucción de las altas civilizaciones del continente americano con una mano, y con la otra has tratado de reconstruir momentos cruciales de la ambigua historia ibérica. Por eso has insistido en los legados historiográfico de Castro y literario de Goytisolo: dos transgresores de las barreras étnicas y religiosas entre hispanocatólicos, hispanojudíos e hispanomusulmanes. 

La cancelación de tu seminario sobre la España de Cervantes es el acto y el acta finales de un proceso sistémico de extinción de las grandes culturas nacionales del pasado bajo los poderes imperiales del presente. Guerra de la ignorancia contra los últimos despojos de una conciencia humanista y humanitaria. Síntoma patético del encogimiento intelectual de las instituciones educativas y culturales. En una sociedad inmersa en las tareas de producción y reproducción electrónicas de un espectáculo total y totalitario; y en una civilización en proceso de autodisolución ecológica, social y espiritual.   

Le has replicado al director departamental que escribir poesía después de Auschwitz es barbarie; que es barbarie criminalizar el esclarecimiento y la protesta públicos contra el genocidio del pueblo palestino en Gaza; y que cancelar definitivamente un curso sobre Don Quijote en un departamento de literaturas europeas también es barbarie…

Tomado de https://morfemacero.com/