En este nuevo espacio plantearemos una reflexión en torno al que consideramos el disco más relevante de la semana. En esta entrega: Vultures Vol.1 de Kanye West y Ty Dolla $ign
Ámame menos, ódiame más
Intentar hacer una reflexión sobre un nuevo disco de Kanye West implica exponerse a una serie de tentaciones: la de involucrarse con un disco que ES dos veces, por ejemplo: primero por aquello a lo que realmente suena y dice; y después, el que todo el mundo imagina y moldea según sus propios intereses.
Con Kanye es inevitable idealizar porque si algo ha quedado claro son sus esfuerzos por ser el artista más importante de su generación. A ratos lo ha sido y a ratos ha caído como Ícaro, presa de eso que C. Tangana bien califica como ‘’ambición desmedida’’.
Y entonces, él y su obra se convierten en el fetiche de la libertad que quisiéramos tener, en una época en la que todo está hecho para que nos convirtamos en eso que otros quieren que seamos.
Así llega la siguiente de las tentaciones: radicalizar la figura de YE. O es el monstruo o es el mito.
‘’Loco, bipolar y antisemita pero sigo siendo el Rey’’ dijo en una de las listening parties más recientes de Vultures Vol. 1, la primera entrega de la hipotética trilogía colaborativa que va publicar con Ty Dolla $ign.
Y sí, sigue siendo el Rey; pero lo cierto es que tampoco le quedaban muchas otras opciones. Como uno de los que más saben de la industria, desde hace años entendió que este negocio ahora se mueve a partir de las dos pasiones más puras e intensas de la existencia humana: el amor y el odio.
Pero el amor ya se lo ha ganado Taylor Swift, por lo que toca ser lo otro. Y en ese juego, el entorno te deja sin derecho a los matices ni a los claroscuros. El star system occidental necesita un villano al cual perseguir ahora que todo es complaciente y sin riesgos: para lavar las conciencias de aquellos que entre las sombras pueden pensar y decir cosas incluso peores que las que ha dicho el mismo Kanye; pero que saben jugar sus cartas para mantenerse a salvo.
Él ha adoptado su posición desde varios lugares: el de la victimización, el del predicador y la favorita de la mayoría: la fuerza imparable que destruye todo a su paso para volver a empezar, una y otra vez.
Y lo apoyan porque estamos convencidos de que si él se reivindica a pesar de todo, nosotros también podremos.
Y es que, incluso desde el antagonismo, ha estirado tanto la cuerda de su palabra que se volvió inmaculada: a estas alturas, nada de lo que diga -para bien o para mal- podría sorprendernos. Como decimos en México: nos curó de espanto y, ahora, lo que emana de su boca es el verdadero acto estelar para mantenerse relevante.
Hizo de la cancelación una herramienta.
Porque ya no es solo el Kanye músico, también es el Kanye socialité, el líder de opinión y el empresario. Y cada vez es más lo último que lo primero. En su afán de tener injerencia en cada aspecto de la vida pública, la Música es el recurso pero no el fin. Su propio sistema de propaganda y publicidad.
Lo que nos lleva a la última de las tentaciones: que hablar de la Música de Kanye se trate de todo, menos de la Música de Kanye.
Vultures Vol. 1 es un álbum que antaloga las inquietudes musicales del Kanye post-Life Of Pablo: el minimalismo, la abstracción orquestal y las canciones compactas en duración y estructura.
En este disco, Ye y Ty Dolla $ign exploran a nivel retórico el limbo entre ese amor y ese odio mediático que mencionamos, a través de un puente sonoro construido sobre el Post-Gospel, el Rap, el Trap y el EDM.
Y aunque hasta ahora el nombre de Ty Dolla $ign ha ejercido un papel casi circunstancial -bajo el entendido de que lo mejor en el performance de Ye no está en el delivery ni en el flow- la presencia del de California es un contrapeso desde lo melódico, sobre todo si consideramos que en el resto del elenco tenemos nombres como Lil Durk, Playboy Carti, Quavo, Freddie Gibbs y Rich The Kid.
Dicho lo anterior y para términos prácticos, Vultures es un álbum muy convencional para los estándares actuales: pero esa misma convencionalidad termina por ser una virtud: se ejecuta sin tantos aspavientos ni pretensiones innecesarias, lo cual, tal vez, lo aleja de ser una obra maestra pero le permite ser funcional, algo que Kanye no pudo presumir en las maratónicas e inconsistentes entregas de Donda.
Sin embargo, tras construir un repertorio tan poderoso, ser convencional es un derecho al que también deberían tener acceso monstruos como Taylor Swift, Jay-Z, Radiohead, Beyonce, Lana del Rey, Kendrick Lamar y el mismo Kanye.
¿Quiénes pueden presumir que tienen una discografía revolucionaria -y además- invicta? Hasta Stevie Wonder, David Bowie y Bob Dylan fallaron, y más de una vez. Y no porque este nuevo material sea un fracaso; de hecho es el disco de Kanye más lógico y cohesionado desde The Life Of Pablo (con todo y que en Vultures podría prescindir de un par de tracks para mejorar la experiencia).
Para su propia historia, Vultures fue hecho para recordarnos pero sobretodo recordarse que todavía puede y debe hacer lo que le plazca. Por eso los samples de Black Sabbath y Whitney Houston tomados sin permiso son tan importantes: porque son un statement de Hip Hop y el Hip Hop solo sabe regirse por la libertad, sin importar qué.
Y no solo lo ve como una premisa de vida sino como enseñanza para su propia estirpe, por eso la aparición de North West -su hija- no es un solo una curiosidad: está haciendo lo mismo que su madre hizo por él.
Al final hay tres sensaciones que deja la historia de Vultures: una anecdótica, otra optimista y una más desoladora:
- Tracks como ‘’PAID’’, ‘’BURN’’ e iteraciones del pasado como ‘’Believe What I Say’’ o incluso de aún más atrás como ‘’Paranoid’’ nos recuerdan el enorme potencial que tendría un disco Dance producido por Kanye.
- Independientemente del resultado, que Kanye siga activo y con esa lúcidez es una buena noticia si consideramos el nivel de influencia que todavía tiene en las nuevas generaciones de artistas. A día de hoy, como el Mío Cid, es más sobre el símbolo que lo que realmente haga.
- Cuando la convencionalidad es el engranaje clave para que tu obra cuaje, significa que has llegado a la fiesta muy justito de recursos; y en ese sentido, no se ve claro cómo van a sostener a dos entregas más de Vultures, lo que sí nos puede poner en la antesala de dos discos completamente olvidables, del tamaño de Donda 2.
[embedded content]
”Tell my kids to live they life how they wanna live they life”
#Expresion-Sonora.com #Sonora
Tomado de https://warp.la/
Más historias
Licencia menstrual: un derecho con obstáculos
“No habrá un Estado palestino” || Netanyahu intensifica extermino colonial en territorios palestinos
Botines de danza regional, los clásicos para el zapateado