¿Seguridad vial o recaudación? La polémica por la reducción de velocidad en Hermosillo.

Hermosillo, Sonora.— El reciente cambio en los límites de velocidad en distintas avenidas de la ciudad, donde la velocidad permitida se redujo de 60 a 50 km/h, ha generado debate entre autoridades y ciudadanos: ¿Se trata de una medida para salvar vidas o una estrategia municipal para aumentar ingresos mediante multas?

El cambio que desató sospechas.
Desde que el gobierno municipal ajustó los límites de velocidad en varios tramos de la ciudad, conductores han reportado un aumento en operativos de tránsito y radares móviles, especialmente en avenidas amplias y rectas, donde antes circular a 60 km/h no representaba un riesgo evidente.

Algunos automovilistas acusan que la medida no está respaldada por estudios de seguridad vial, sino que busca recaudar más multas. «En bulevares como Kino o Rodríguez, donde el tráfico fluye bien, no tiene sentido bajar el límite si no hay escuelas o cruces peligrosos cerca», comentó un conductor que prefirió omitir su nombre.

¿Qué dice el municipio?
Las autoridades defienden la medida, argumentando que 50 km/h es el estándar en zonas urbanas según recomendaciones internacionales y que busca proteger a peatones y ciclistas. Sin embargo, no han difundido estudios técnicos que demuestren que estos tramos específicos tenían altos índices de accidentes antes del cambio.

En respuesta a solicitudes de transparencia, el Ayuntamiento aseguró que los recursos recaudados por multas se destinan a programas de seguridad vial, aunque no ha detallado en qué proyectos específicos.

Expertos piden datos claros.
Organizaciones civiles y especialistas en movilidad urgen al gobierno municipal a publicar estadísticas de siniestralidad antes y después del ajuste. «Si no hay una reducción real en accidentes, la medida pierde credibilidad y parece un simple impuesto disfrazado», señaló un analista en transporte urbano.

¿Qué sigue?
– Ciudadanos exigen información pública sobre los motivos técnicos de la reducción.
– Colectivos como Hermosillo ¿Cómo Vamos? podrían auditar el impacto real de la medida.
– Si no hay transparencia, podría presentarse una demanda o recurso legal para revisar la política.

Mientras tanto, los conductores se enfrentan a un dilema: ¿respetar el nuevo límite por seguridad o asumir que es solo un pretexto para llenar las arcas municipales?

¿Usted qué opina? ¿Cree que la reducción de velocidad es necesaria o solo un esquema para recaudar más multas?

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Por Alejandro Palma

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