Tiempo de lectura: 2 minutos
Portada: El Fisgón
(26 DE NOVIEMBRE, 2025).-La sentencia de 27 años de prisión contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro quedó firme luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) determinó que no quedaban recursos pendientes, decisión que obligó al político de ultraderecha a ingresar ayer a un complejo de la policía federal en Brasilia. Hasta el sábado permanecía en arresto domiciliario, situación que cambió después de que dañó con un soldador la tobillera electrónica, lo que el tribunal interpretó como un riesgo de fuga.
El traslado de Bolsonaro generó una inmediata movilización frente a la sede policial: seguidores exigieron su liberación mientras adversarios celebraban incluso con brindis. El exmandatario, quien gobernó entre 2019 y 2022, permanecerá en una pequeña habitación equipada con aire acondicionado, televisor y frigobar.
Se trata de la primera ocasión en que la justicia brasileña lleva hasta la condena a responsables de un intento por tomar el poder de forma ilegal desde el golpe de 1964, que dio paso a dos décadas de dictadura militar. El STF ya había rechazado en noviembre una primera apelación y consideró que el plazo para presentar otro recurso estaba vencido. La defensa, que calificó de “sorprendente” el cierre del proceso, anunció que insistirá con nuevas acciones legales.
El ministro de Defensa, José Múcio, sostuvo que el país está “cerrando un ciclo” en el que quienes violan la ley enfrentan sanciones, al tiempo que celebró que las instituciones se mantuvieran firmes. En tanto, uno de los hijos del exmandatario, el concejal Carlos Bolsonaro, aseguró tras visitarlo que su padre está “devastado sicológicamente”.
De acuerdo con el máximo tribunal, la conspiración buscaba desacreditar los resultados de las elecciones de 2022 para justificar un estado de excepción que impidiera la investidura del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. El plan, según la investigación, contemplaba incluso el asesinato de Lula, pero no prosperó porque los altos mandos militares no lo respaldaron.
Durante los tres meses en detención domiciliaria, Bolsonaro destruyó su dispositivo de monitoreo alegando un episodio de “confusión mental” provocado por medicamentos. La corte desechó ese argumento. El expresidente padece secuelas de la puñalada que sufrió en 2018 y toma fármacos para tratar complicaciones abdominales; por ello, su defensa pidió nuevamente que se le conceda prisión domiciliaria por supuestamente estar en “peligro de vida”. El tribunal recordó, al justificar el riesgo de fuga, que la embajada de Estados Unidos está muy cerca de la residencia de Bolsonaro en Brasilia.
Bolsonaro mantiene vínculos estrechos con el mandatario estadounidense Donald Trump, quien llegó a denunciar que su aliado era víctima de una “caza de brujas” e impuso aranceles contra Brasil en respuesta. Esos gravámenes fueron retirados tras una reunión entre Trump y Lula celebrada en octubre. Lula insistió el domingo en que la detención de su principal opositor “no tiene nada que ver” con Washington.
Con su ingreso a prisión, Bolsonaro se convierte en el cuarto ex jefe de Estado brasileño encarcelado desde el retorno a la democracia en 1985. Entre ellos están el propio Lula —preso 580 días hasta que su caso fue anulado por falta de imparcialidad judicial— y Fernando Collor de Mello, quien gobernó entre 1990 y 1992 y estuvo preso seis días este año antes de obtener arresto domiciliario por padecer Parkinson y un trastorno asociado.
CONOCE MÁS:
Jair Bolsonaro busca revertir su condena con apoyo de la derecha y de EE. UU.
#Sonora #Expresion-Sonora.com
Tomado de https://elchamuco.com.mx/
Más historias
El alto costo de defender la tierra
#LoMásLeído2025 en Pie de Página: las historias que nadie más contó
El año que cambió la justicia