Sacrificio de animales en la época de Jesús: la evidencia

La idea de que en la época de Jesús se sacrificaban animales en el Templo fue potenciada por Christspiracy. El revolucionario documental, que plantea que Jesús se enojó en el Templo porque los comerciantes vendían animales para el sacrificio, muestra evidencia que confirma esta teoría.

Uno de las pruebas más recientes fue publicada en el Journal of Archaeological Science y sugiere que el sacrificio masivo de animales era una de las bases de la economía de Jerusalén.

Sacrificio de animales en la época de Jesús: la ciencia lo confirma

Uno de los descubrimientos más relevantes encontró que “La importación interprovincial de animales a Jerusalén, para satisfacer las altas demandas de sacrificio por parte de los peregrinos, es la primera evidencia material de una especialización económica a gran escala en la ciudad.” Se trató de una investigación en la que expertos analizaron los valores de isótopos de carbono y nitrógeno de herbívoros salvajes modernos y arqueológicos locales de la zona de Israel. A partir de ellos, querían determinar los orígenes ambientales de las ovejas y cabras domesticadas que se comercializaban y consumían en la Jerusalén romana temprana.

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En consonancia con la teoría de Christspiracy, el estudio liderado por Gideon Hartman confirmó que “La importación de cabras y ovejas del desierto ayudó a satisfacer la demanda de animales para sacrificio” entre el siglo I a. C y el 70 d. C. 

Otro reciente descubrimiento arqueológico parece ratificar la misma postura: un grupo de investigadores de la Universidad de Haifa (Israel) encontraron los fósiles de un burro repleto de accesorios y “cuidadosamente acostado”. Según informa LiveScience “la falta de marcas de carnicería en sus huesos” indicarían que el burro joven, que data de hace más de 3500 años, habría sido uno de los tantos animales venerados, sacrificados y enterrados como parte de un ritual de la Edad del Bronce.

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Sacrificio de animales y alimentación de Jesús: qué dice Christspiracy

En base a estos y otros estudios científicos que confirman el sacrificio constante de animales en la época de Jesús, los directores de Christspiracy (y los expertos entrevistados en el documental) insinúan que el día que Jesús se enojó en el Templo fue por razones muy específicas.

A diferencia de lo que enseña la Iglesia, que dice que Jesús se enojó porque los comerciantes realizaban simples actividades de lucro dentro del Templo, Christspiracy plantea que Jesús echó a los mercaderes del Templo porque estaban vendiendo miles de animales para sacrificio. “Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones” dijo Jesús (Mateo 21:12-13).

Esta teoría, sumada a las toneladas de información verídica que comprueba Christspiracy, llevarían a pensar que Jesús llevaba una alimentación vegana, en consonancia con su relación compasiva con los animales.

Tomado de https://econews.global/