Star Wars Outlaws se suponía sería una celebración, no solo es el primer gran juego de Star Wars desarrollado fuera de Electronic Arts en años, también es el primero propiamente de mundo abierto y bajo el brazo de Ubisoft, que si en algo son expertos es juntamente en este tipo de juegos – pero el resultado deja bastante que desear.
El título fue desarrollado por Massive Entertainment, quienes además de estar detrás de The Division y The Division 2, vienen de haber lanzado Avatar: Frontiers of Pandora hace menos de un año. Título que hizo un buen trabajo en mostrar las capacidades del estudio en la creación de un mundo abierto de gran escala y la fusión de las distintas mecánicas que conforman los variados títulos por los que es conocido Ubisoft.
Star Wars Outlaws cumple la promesa de un mundo abierto, o mundos abiertos ya que uno puede visitar distintos planetas entre ellos Tatooine, que deleitan con sus vistas que emulan a gran detalle lo visto en la películas y series de Star Wars.
Lamentablemente se queda corto de ofrecer el nivel de “vida” que uno puede ver en los resientes Assassin’s Creed o incluso Watch Dogs 2. En su lugar va más por lo simplista de los Ghost Recon de mundo abierto y los primeros Far Cry – donde los “habitantes” no van más allá de merodear en círculos y estar en grupos fijos.
Así que realmente fuera de los asentamientos principales como Mos Eisley en Tatooine, no hay mucho que ver en el mundo abierto de cada planeta. No esperan una experiencia a la altura de The Witcher 3 o Fallout 4. Después de todo, el grueso del tiempo a través de la historia nos la pasaremos dentro de ductos de ventilación.
En general Outlaws trata de emular una historia de atraco, y para ello nos ponen en el papel de Kay Vess, un personaje arquetipo de Han Solo, a la cual se esfuerzan por presentar como una anti héroe pero fallan miserablemente – a pesar de la buena actuación de Humberly González.
Andor ya contó esta historia dentro de Star Wars de una manera muchísimo mejor, con un personaje principal que realmente va siendo moldeado por los sucesos que ocurren a su alrededor. En cambio, Vess empieza y termina con el mismo cinismo y pedantería, como si su único objetivo fuera ser una imitador de Han Solo, careciendo de todo motivo propio para llevar la vida que lleva, más que buscar ser Han Solo.
Bajo esta premisa de ser una malandrín en los bajos mundos de Star Wars, Massive optó por incluir un sistema de reputación con los cuatro principales sindicatos criminales – Ashiga Clan, Crimson Dawn, Hutts y Pykes – pero como toda mecánica en el juego, está hecho de una manera bastante simple.
El completar contratos con un sindicato aumenta nuestra reputación con dicho sindicato. El traspasar sus áreas restringidas o traicionarlos, como podrán imaginar, disminuye la reputación. Tener alta o baja reputación con un sindicato, realmente se limita a tener acceso a mejores precios con los vendedores, y no ser perseguido por sus miembros cuando entramos en su territorio.
En ningún momento la historia o el obtener alguna habilidad se ven afectados por las decisiones que tomemos. Si acaso, modifica la dificultad de una misión de historia que involucre aventurarnos al territorio de un sindicato.
Lo que me lleva a las mecánicas de combate y sigilo. Star Wars Outlaws gira al rededor de ser sigilosos, pero en lo que solo puedo ver como un afán de realizar algo casual y alcanzar al mayor público posible, ignoran por completo los estándares que la misma Ubisoft ha establecido en los últimos 7 años.
A pesar de que el grueso de las misiones dependen de no ser detectados, no podemos esconder los cuerpos de las personas que hemos “noqueado”, curiosamente Kay es capaz de noquear individuos con todo y casco.
El botón para agacharnos es el mismo usado para trepar y descender, y aunque estemos agachados después de trepar algo, Kay inmediatamente se pondrá de pie exponiéndose por completo – presionar el botón para volver a agacharnos solo hará que Kay comience a descender.
Irónicamente los escenarios en los que uno tiene que abrirse paso a punta de pistola o resistir oleadas de enemigos, cuentan con el excelente diseño y verticalidad que uno puede esperar de Massive, pero las mecánicas de disparo y cobertura son limitadas.
Nix, la mascota de Key, tiene la función de servir como radar, distraer enemigos, activar o desactivar dispositivos, y hasta carterear, pero solo es cuestión de estar en un área con demasiadas cosas que activar – para que se vuelva un frustración tratar de señalar lo que queremos que Nix active o recoja.
Por otro lado, la parte que más disfruté de Outlaws fue el combate espacial y la limitada exploración que uno puede realizar alrededor de los planetas del juego. Sencillamente las mecánicas están mejor logradas, y resultan en mucho menos frustraciones.
Al punto que es una verdadera pena que solo represente una fracción de lo que hay en el título.
Star Wars Outlaws triunfa recreando a detalle las locaciones del universo de Star Wars, pero el haber escogido diluir las mecánicas que Ubisoft en general ha pulido en otros títulos y que incluso la misma Massive a refinado en sus dos últimos proyectos hacen que Outaws resulte en una mala experiencia.
Ya fueron lanzados un par de parches que atienden los problemas técnicos que principalmente azotaron a la versión de PC, y las quejas sobre la dificultad en algunas misiones de sigilo – pero la realidad es que los problemas de Outlaws van más allá de alterar el comportamiento de enemigos o mejorar el manejo de la Speeder.
Reseñado en Xbox Series S con una subscripción a Ubisof+ pagada por el autor.
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Tomado de https://warp.la/
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