¿Recuerdas los mundiales más controversiales?; te lo decimos

Qatar 2022 se ha sumergido en distintas polémicas extra cancha, pero hubo algunas justas que se vivieron con ambientes muy complejos

La Copa del Mundo es el evento futbolístico más importante del planeta, una justa que cada cuatro años se llena con los mejores jugadores y aficionados que se unen en una fiesta alrededor del balón.

Sin embargo, la máxima justa ha estado envuelta en polémica en más de una ocasión, desde tramas políticas con ambientes hostiles dentro y fuera de las canchas.

Fascismo italiano

En 1934 se celebró la segunda edición de la recién nacida Copa del Mundo, fue otorgada a la Italia de la dictadura de Benito Mussolini, siendo la primera ocasión (y quizá la más clara) en la que se utilizó la gesta deportiva para temas políticos.

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El Mundial se vio envuelto en polémicas desde su organización, pues Mussolini amenazó a la FIFA para poder tener la justa, además de llegar con un combinado italiano que contaba con jugadores extranjeros, alrededor de cuatro argentinos y un brasileño.

De igual manera, se modificarían las reglas, pues se desecharía la fase de grupos por rondas de eliminación directa en las que las acciones arbitrales favorecieron de manera clara a los anfitriones.

Sin embargo, los últimos en disfrutar de la competencia fueron los jugadores italianos, pues, tiempo más tarde, se dio a conocer que Mussolini los tenía amenazados de muerte si no conseguían el título.

Al final, los anfitriones alzaron la copa al vencer 2-1 en la final a Checoslovaquia, este sería el primer trofeo para un equipo europeo.

El italo-argentino, Luis Monti, quien se convirtió en el primer jugador en disputar dos finales de Copa del Mundo (la primera con Argentina y la segunda con Italia), declararía tiempo después: “En 1930, en Uruguay, me querían matar si ganaba, y en Italia, cuatro años más tarde, si perdía”.

Ambiente prebélico

La tercera justa mundialista se vivió en Francia 1938, siendo por segunda ocasión que Europa recibía el campeonato, algo que no le parecía a la Asociación del Futbol Argentino (AFA), quienes esperaban que el torneo se alternará entre un país del “Viejo Continente” y uno sudamericano.

Debido a esto, se realizó una especie de complot por parte de los países de este lado del mundo, por lo que, de las 16 selecciones, 12 fueron europeas, sólo Brasil (quienes querían postularse para 1942) y Cuba asistieron por el continente americano; además, Indias Orientales Neerlandesas (actual Indonesia) fue el primer país asiático en jugar.

A pesar de que dentro del campo no se presentaron muchas interrogantes, se disputó el formato a eliminación directa, siendo los italianos quienes repitieron el campeonato, además de disputarse con 15 selecciones, pues Austria no pudo participar tras ser anexionada por la Alemania nazi.

Dentro de lo más llamativo, fue su presentación en color negro ante Francia en cuartos de final en un mensaje fascista, además del mensaje de Mussolini previo a su final ante Hungría, “vencer o morir”.

Los italianos se coronaron tras vencer 4-2 en la final a los húngaros, dejando las declaraciones del portero Antal Szabó para la historia, “con los cuatro goles que me hicieron, salvé la vida de once seres humanos”.

Las copas de 1942 y 1946, no pudieron llevarse a cabo por el conflicto bélico que azotó el planeta, la Segunda Guerra Mundial.

La dictadura argentina

Argentina fue elegida como sede para la Copa del Mundo de 1978 desde el año 1966 en el congreso de la FIFA en Londres, lo cual le daba la posibilidad de tener la máxima justa por primera vez después de tres intentos fallidos.

En el momento de ser elegidos como sede, el país se encontraba bajo el régimen dictatorial de Onganía; sin embargo, la política sufrió varios cambios previos, siendo el último la toma del poder por parte de una junta militar, a través de un golpe de Estado cívico-militar, encabezado por Jorge Rafael Videla, tan sólo dos años antes de la justa en 1976.

Desde su llegada al poder, se creó el Ente Autárquico Mundial 1978, que tenía como principal fin la organización del Mundial.

Sin embargo, la justa estuvo llena de misterio y tintes de corrupción, pues se sospechaba que el presidente de aquel entonces de la FIFA, João Havelange, recibió sobornos e hizo de la vista gorda en muchas ocasiones por acciones de EAM ’78, además de ser vinculado en más de una ocasión con el presidente de la misma, Carlos Alberto Lacoste.

A pesar de disputar la justa, países como Francia y Países Bajos se postularon en contra de desarrollar el torneo en Argentina, pues se buscaba tapar con el deporte los miles de desaparecidos que la dictadura arrastraba, así como otras atrocidades.

De igual manera, la EAM ’78, gracias al Decreto 1261/77, no rindió cuentas de ningún tipo respecto al uso de los fondos para realizar el torneo, pues lo eximía de la obligación de hacer registros.

La cancha tampoco estuvo exenta de polémica. Durante la primera fase, se disputaron cuatro grupos de cuatro equipos, donde los dos mejores del grupo avanzarían a una segunda fase de dos grupos (A y B).

Los primeros lugares de cada uno disputarían la final y los segundos, el duelo por el tercer sitio, ocurriendo un caso curioso en dicha instancia.

Previo a la copa, se había estipulado que todos los juegos serían a las 19:15 horas, con excepción de la inauguración y final; sin embargo, en el último partido del grupo, Argentina se mediría a Perú, duelo al cual llegaban por debajo de Brasil en la tabla.

Para ese partido, la FIFA estipuló que Brasil jugaría primero su partido ante Polonia y después lo haría Argentina, lo cual le significaba una ventaja, pues lo harían ya sabiendo el resultado que necesitan para avanzar a la final.

Brasil ganó 3-1 y obligó a la albiceleste a hacer lo propio con 4 o más goles; esa noche, Argentina golearía 6-0 en un resultado histórico y avanzó a la final ante su gente.

Posteriormente alzaron la copa al vencer 3-1 a Países Bajos en la gran final y se coronaron campeones.

Protestas en Brasil

Como última mención, se encuentra el Mundial disputado en Brasil 2014, donde se suscitaron diversas protestas previo al arranque de la misma, tras sospechas de utilizar fondos del sector educativo, de salud y social para la remodelación y creación de estadios.

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Dentro de las polémicas que también dejo la justa, fueron los disturbios tras la derrota de Brasil ante Alemania por un histórico 7-1, además de la llamada Ley Budweiser, que accedía a la venta de alcohol dentro de los estadios de futbol, algo que era ilegal desde 2003.

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