En el mundo hay cientos de dietas especiales diferentes, algunas de ellas tienen que ver con cuestiones de salud o estética, otras se caracterizan por ser más que una dieta, ser un estilo de vida. Una de las dietas más controversiales es la dieta kosher, la cual está ligada a la religión.
¿Qué significa “kosher”?
La palabra “kosher” proviene del hebreo “kasher”, que significa “apto” o “adecuado”. En el contexto alimentario, se refiere a los alimentos que son permitidos para el consumo de acuerdo con las leyes dietéticas del judaísmo, conocidas como kashrut.
Estas leyes no son una moda ni una tendencia, sino una normativa religiosa que aparece en la Torá, el texto sagrado del pueblo judío. Dentro de esta tradición, no solo importa lo que se come, sino cómo se obtiene, se procesa, se cocina y se sirve.
Por ejemplo, no basta con que un animal esté permitido; también debe haber sido sacrificado de manera ritual bajo supervisión rabínica. El objetivo principal de esta dieta no es necesariamente la salud, aunque muchas personas perciben beneficios físicos al seguirla.
En realidad, se trata de una expresión de espiritualidad y obediencia religiosa, que busca distinguir lo sagrado de lo profano.
¿Qué alimentos son kosher?
Para que un alimento sea kosher, debe cumplir con varios criterios muy específicos. No se trata simplemente de evitar ciertos ingredientes, sino también de prestar atención a cómo se combinan, manipulan y cocinan los alimentos. Estas son las categorías básicas:
Carnes: solo se permite el consumo de animales que tengan pezuñas hendidas y rumien, como la vaca, el cordero o el ciervo. Estos animales deben ser sacrificados de forma específica, en un proceso conocido como shejitá, realizado por un experto llamado shojet.
Aves de corral: como el pollo, el pato y el pavo están permitidos, siempre que sean procesados conforme a las reglas kosher.
Pescados: solo se pueden consumir aquellos que tengan aletas y escamas, como el salmón, la trucha y el atún. Esto excluye mariscos como camarones, langostas, pulpos y mejillones.
Frutas, verduras, granos y legumbres: en general, todos son kosher, aunque deben estar libres de insectos, que están prohibidos.
Productos lácteos: se pueden consumir, pero no deben combinarse ni procesarse junto con carne.
¿Qué alimentos están prohibidos en la dieta kosher?
- Cerdo y sus derivados: independientemente de cómo se cocinen, el cerdo no es kosher.
- Mariscos: como camarones, langosta, calamares, etc.
- Carne de animales no rumiantes o sin pezuña hendida: por ejemplo, el caballo o el conejo.
- Insectos: no importa si están muertos o vivos; están completamente prohibidos.
Una de las reglas más importantes de la kashrut es que la carne y los productos lácteos no deben mezclarse bajo ninguna circunstancia. Esto incluye no cocinarlos juntos, no comerlos en la misma comida y no usar los mismos utensilios o platos. De hecho, muchas cocinas kosher tienen vajilla y electrodomésticos separados para cada grupo.
¿Cómo se certifica un producto kosher?
Para las personas que siguen esta dieta, no basta con leer etiquetas o adivinar si algo es kosher. Por eso, existen organismos de certificación que inspeccionan fábricas, ingredientes y procesos de producción para asegurar que todo cumpla con la normativa.
Cuando un producto ha sido verificado por estos organismos, se le asigna un sello de certificación kosher, conocido como hechsher. Algunos de los más conocidos a nivel mundial incluyen:
- OU: Orthodox Union (uno de los más reconocidos internacionalmente).
- KMD: certificación kosher en México.
- KSA, Star-K, OK, entre otros.
Estos símbolos pueden encontrarse en productos empacados, como galletas, cereales, bebidas y hasta productos de higiene, indicando que han sido elaborados sin ingredientes prohibidos y bajo supervisión rabínica.
Incluso algunos restaurantes cuentan con certificaciones kosher, lo cual implica que todos sus ingredientes, utensilios y métodos de cocción respetan las reglas de la kashrut.
¿Quiénes consumen alimentos kosher y por qué?
Tradicionalmente, los alimentos kosher son consumidos por personas de fe judía ortodoxa o conservadora, quienes siguen las leyes religiosas al pie de la letra. Sin embargo, en los últimos años, esta dieta ha ganado popularidad fuera del contexto religioso.
Personas que siguen kosher sin ser judías
- Por motivos de salud: algunos consumidores creen que los estándares de inspección kosher son más estrictos, y que por tanto los alimentos son más limpios o seguros.
- Por alergias o intolerancias: la separación entre carne y lácteos facilita la vida a quienes son intolerantes a la lactosa o alérgicos a ciertos alimentos.
- Por ética o bienestar animal: quienes consideran importante el tratamiento digno de los animales pueden preferir productos kosher, dado que se requiere una revisión del proceso de sacrificio.
- Por preferencias personales: algunos buscan productos kosher por motivos culturales, por curiosidad, o porque ya forman parte de su alimentación habitual.
La dieta kosher es mucho más que una lista de alimentos permitidos o prohibidos. Es una práctica con raíces religiosas profundas, que regula cómo se produce, manipula y consume la comida. Para quienes la siguen, ya sea por fe, salud o convicción, representa una forma de vivir con mayor consciencia y respeto hacia lo que se come.
Hoy en día, gracias a la certificación y a la disponibilidad de productos kosher en supermercados y restaurantes, cada vez es más fácil acceder a esta dieta, incluso sin pertenecer a la comunidad judía. Entenderla no solo amplía nuestro conocimiento cultural, sino también nuestras opciones a la hora de elegir cómo y qué comer.
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