Protestas en Los Ángeles: “Una crisis manufacturada”

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Los disturbios en Los Ángeles parecen ser una medida de la actual administración de Estados Unidos contra una ciudad santuario para los migrantes, pero también parece buscar  un golpe a California, uno de los estados demócratas más importantes. Advierten angelinos entrevistados por Pie de Página, esta es una insurrección pacífica y la ciudad tiene experiencia y determinación

Texto: Lydiette Carrión 

Foto: Graciela López / Cuartoscuro

HOUSTON.- Fue una crisis  provocada, concluye Rubén Tapia, locutor y productor radiofónico en Radio Bilingüe, y con más de 40 años desde los Ángeles en entrevista telefónica. La mayoría de las protestas, explica, eran pacíficas. Hubo provocaciones, sí. Hubo probablemente infiltrados. “¿Quiénes creen que retoman las fotos del muchacho con el torso desnudo y la bandera mexicana? La Homeland Security”. 

Fue el pretexto para enviar a la Guardia Nacional. Desde el pasado viernes 7 de junio, la ciudad de Los Ángeles ha sido escenario de deportaciones masivas, lo que detonó diversas protestas, luego enfrentamiento y finalmente una crisis política que involucra al gobernador demócrata de California, al presidente estadounidense Donald Trump e incluso a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

Una insurrección pacífica

Lo ocurrido este fin de semana fue comparado con los disturbios que esa ciudad sufrió en 1992 a raíz de la brutalidad policiaca contra la comunidad afroamericana. Pero, no. En realidad lo actual dista mucho de lo que pasó hace 32 años, explica Tapia. Lo actual ha sido mucho más pacífico, y en la ciudad tuvo puntos muy localizados: el sur de la ciudad, el centro, los alrededores del edificio federal.

“A la prensa lo que le encanta son las pedradas  y los escándalos, pero lo que está pasando es una insurrección pacífica”, señala Tapia.  

“No es lo mismo” que tres décadas atrás.

“Aquí hay mucha segregación con las redes sociales. Los primeros dos días, estaba trabajando y me di cuenta hasta tarde. Tuve que ir a Tijuana. Los hechos más violentos han sido en una milla a la redonda del edificio federal y en 4 calles, un freeway un home depot y un centro comercial en Compton (suburbio de LA)”. 

Pero sí que hay algo inédito de las protestas: esta vez son contra ICE, contra deportaciones, contra las políticas antimigratorias de la administración de Trump. Usualmente en California las protestas habían sido detonadas por la brutalidad policiaca, por el racismo. Canek Huerta es maestro en Antropología por la UNAM y residente de Los Ángeles, así lo explica. En esta ocasión quienes protestan son en su mayoría mexicano americanos, muchos descendientes de pueblos originarios mexicanos y centroamericanos, afroamericanos, blancos progresistas, protestando contra las políticas de deportación. 

La historia

Michelle Xai es ciudadana estadounidense, de ascendencia zapoteca. Ella forma parte del colectivo Refuse Fascism sección Los Ángeles, formado desde la primera administración de Trump. Angelina, narra un poco de lo que ocurrió 

“El viernes pasado hubo 8 redadas en la ciudad. En el estacionamiento del Home Depot cercano al Parque MacArthur”.

Hay que decirlo: este parque es un lugar muy vinculado a la vida de personas indocumentadas y migrantes. En un área central de Los Ángeles, suele ser un lugar en el que venden cosas migrantes, está a unos  pasos del consulado mexicano. En ese estacionamiento  diariamente están jornaleros esperando por trabajo. Ahí, el pasado viernes 7 de junio. Detuvieron a unas cuantas personas. Hubo quien alertó a activistas y a grupos de ciudadanos organizados. Llegaron periodistas y activistas cuando se acababan de llevar a las personas. 

Las redadas siguieron. Una de las más grandes fue en una fábrica de ropa en el centro de los Ángeles. Ahí mantuvieron a las personas detenidas por unas cuantas horas. “Cuando llegué habían cientos de personas; los abogados llegaron, los familiares estaban en la puerta y …. Cuando nos dieron noticia de que estaban tratando de sacar a los detenidos por las puertas trasera, fuimos por la puerta trasera y todo escaló. Estábamos exigiendo que los liberaran. Pero ellos trajeron a agentes del FBI militarizados, con carros tipo militar y básicamente empezaron a tirarnos gases para que no bloquearemos la puerta trasera donde metieron dos vans y para llevarse a las personas.  Nos siguieron tirando gases y sí se llevaron a las personas”.

Se llevaron a 14 personas indocumentadas, de origen zapoteca. Hasta la fecha están desaparecidos, no los han presentado.  

Las banderas

Lo que causó más reacciones en todos los bandos fueron las banderas. Banderas mexicanas, ondeadas por jóvenes de piel morena, la mayoría con el rostro cubierto, enmedio de lo que parecían campos de batalla: autos incendiados, personas corriendo de un lado a otro, barricadas. Lo de las banderas mexicanas no es menor,e inmediatamente ocasionó reacciones en ambos lados de la frontera. Ondear ciertas banderas es un tema que ya había sido discutido, históricamente, entre los movimientos chicanos en California. 

Cuando realizan manifestaciones, movilizaciones, siempre sugieren a los participantes enarbolar un discurso de integración, no confrontativo, explica Huerta. Algo que comunique un mensaje similar a: “nosotros los migrantes amamos este país y queremos integrarnos”. No es que no se ondearan banderas mexicanas antes, pero no de esta forma, , y sobre todo, sin quemar banderas estadounidenses. 

El águila y la serpiente. Los colores verde, blanco y rojo fueron los más fotografiados. Pero hubo otras banderas: Nicaragua, Guatemala, y la palestina, rojo, negro, verde blanco, recordatorio de la violencia sufrido sin parar en ese puntito en Medio Oriente desde hace casi dos años: Gaza. También la bandera multicolor de la diversidad sexual, la comunidad LGBTQ también ha señalado ser perseguida por la actual administración. Y autos quemados. Gas, humo, un joven con pantalón y sombrero de pachuco, alguna leyenda: chinga la migra, fuck Ice, sin hielo (ice) por favor. 

Y también, por supuesto, muchas banderas de Estados Unidos. Muchas. Aunque algunas fueron quemadas. Esto fue retomado por los grupos conservadores. 

“Hay algo que es difícil de explicar pero que tiene mucho que ver con la historia de la ciudad”, explica Canek Huerta. Entre reuniones sobre todo con la comunidad afroamericana, que ha sido la más reprimida históricamente, han hablado de esos disturbios, “riots” que forman parte de la ciudad. Sólo así en ocasiones les han escuchado, así, protestando, han conseguido educación, salud. Y también, muchos de los participantes en las protestas son de los jóvenes más pobres de la ciudad, muchachos que trabajan en los servicios, y entre ellos existe la cultura de los arrancones, donde se reúnen por las noches y usan autos modificados. En muchas ocasiones estas fiestas terminan con un auto viejo quemado, sacrificado. Hay mucho de todo esto en lo que vemos, explica. Además un componente festivo, “tú lo entiendes bien, lo has visto en México. Ese factor festivo de la protesta”.

Y sí, el factor de poder sacar rabia. La libertad, el caos que se suelta. Ha estado presente en el mayo francés, en el 68 mexicano, en la huelga del 99. Es un componente volátil, peligroso, hace que las cosas se salgan de control fácilmente, pero también forma parte de los movimientos sociales.

Para el sábado 7 de junio, la administración de Trump ordenó el despliegue de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional y para el  lunes anunció el envío de 700 militares de los Marines a Los Ángeles. El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó este acto de ilegal ya que es su jurisdicción el solicitar este tipo de acciones. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también denunció como ilegal este acto. 

Michel Xai advierte: “El mensaje principal es que todo este régimen fascista de Trump se tiene que largar ahora. Piensan que todo lo que está haciendo Trump es de ego o problema de personalidad, pero en realidad es un programa muy consciente detrás de las comunidades. Es algo hermoso lo que los Ángeles está modelando. Desde los ángeles hasta Washington hasta México este mensaje tiene que llegar a todas partes del mundo”.

California remembers

Rubén Tapia recuerda: 

“Yo llegué sin papeles, ahorita ya soy padre de dos hijas y dos hijos. Tres de ellos con maestrías y uno que está en un trabajo especial. Yo no trato de meterme mucho en la política directa porque creo que la misión del programa es darle voz a la población migrante. (Pero) fui testigo, a través del programa (de radio), de las políticas económicas de Ronald Reagan. Padecimos la  propuesta  187 (impulsada en 1994), que fue la madre de todas las leyes antiinmigrantes desde entonces. A un republicano oportunista se le ocurrió la 187, que fue negarle servicios de salud y educación a todas las personas sin documentos y que todos los policías civiles pudieran denunciar a la gente sin papeles. Quitaron la educación bilingüe, las denuncias… 

“Ese republicano  ganó incluso con una parte de los recién “legalizados”. Esto que hace  Trump, no lo inventó Trump”. 

El caso, resume Tapia, es que a partir de ahí en California “empezaron a votar demócrata, de tal manera que es el estado más democrata del país. Y para que te des una idea, California en la Cámara de representantes, donde hay 53 diputados, antes de las 187 la mayoría eran republicanos. Hoy hay nueve. “Entonces ese es el enojo que ellos (los republicanos) tienen. Es el enojo contra California. Dicen que es el paraíso perdido.

California por sí sola, explica, era la quinta  economía del mundo “y ahora somos la cuarta”, y es demócrata. Entonces, narra Tapia, esto es parte del problema. 

Tomado de https://piedepagina.mx/