En lo que va de enero a junio de 2024 México ha registrado una inédita fuga de capital de 42,402 millones de pesos, esto de acuerdo con Grupo Base.
Analistas consultados por La Silla Rota atribuyen esta nueva fuga de capital a una incertidumbre en la economía mexicana derivado, entre otros, de la coyuntura política que vive el país, esto en el marco de un cambio de gobierno y los movimientos legislativos que se pretenden hacer en los próximos meses, particularmente en lo que hace al Poder Judicial.
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Tan solo el 17 de junio pasado, México perdió 5,088.21 millones de pesos, lo que llevó al acumulado de los 42,402 millones de pesos que se han ido. La cifra representa el 12% de la salida que se tuvo en 2023 que fue de 349,858.5 millones de pesos.
En 2021, de enero a noviembre, salieron 292,291.44 millones de pesos, cantidad que superó la huida de capitales durante todo el 2020 que fue de 257,238.52 millones.
Una de las peores salidas de capitales, de México, se dio en 1994 cuando se generó lo que llamaron la crisis del tequila, pero aquél último mes de ese año se fugaron 68 mil 969.68 millones de pesos.
La resaca del endeudamiento Jorge Cano, investigador de México Evalúa, comentó que, pasadas las elecciones y con el triunfo del oficialismo, al gobierno de Claudia Sheinbaum le tocará sufrir la resaca del endeudamiento desmedido que dejará el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es que para 2024 el gobierno actual aprobó, todavía, un total de endeudamiento de 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto del que se tenga registro desde 2008, año en que se comenzó a medir este rubro.
En marzo pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público -incluso- estimó que el déficit podría subir hasta 5.9% del PIB, casi tres veces la deuda que contrajo Enrique Peña Nieto en su último año de gobierno (2018), que fue de 2.1% del PIB.
“El sexenio de López Obrador apunta a ser el de mayor endeudamiento en décadas”, consideró Jorge Cano.
Bajar en 2025 a una adquisición de deuda de solo 3.5% del PIB, como lo ha señalado Claudia Sheinbaum, añadió el analista, significaría disminuir el uso de ese capital para complementar los ingresos en 1.9% del PIB o 672.9 mil millones de pesos frente a lo aprobado en 2024, o incluso de 2.4 puntos (810.3 mil millones de pesos), que es la estimación más reciente de Hacienda para este año.
“Se ve un panorama complicado: recortes a la inversión física sin costos políticos, pero con fuertes impactos económicos; un menor impulso al crecimiento económico debido al recorte de inversión y recortaría ingresos tributarios”, mencionó.
Al referirse a las fugas de capitales, Jorge Cano detalló que éstas se dan por la incertidumbre económica, principalmente por las nuevas directrices que pueda tomar la próxima administración. Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Presupuestaria (CIEP), consideró que los inversionistas no sienten que haya estabilidad en México, además de que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, deberá dar certeza de qué va a suceder en los siguientes años.
“Tiene que haber una consolidación fiscal y un nuevo modelo de negocio para Pemex, porque no se puede seguir salvando a una empresa que no da resultados”, expresó. La investigadora puntualizó que, siempre que salen capitales, es motivo de preocupación, sobre todo, cuando hay que pagar intereses, se tienen que dar señales de estabilidad y crecimiento.
2024 distinto a 1994
Gabriela Siller directora de Análisis Económico de Grupo Base, comentó que en el tema de fuga de capitales que se vive en la actualidad es distinto a lo ocurrido en 1994, cuando se dio la última profunda crisis en México. En aquel año, explicó, se tenía un régimen cambiario que no era de libre flotación, el peso estaba muy sobrevaluado, era una liga muy estirada y sostenida en nada.
En aquél llamado error de diciembre, añadió, se dio el aviso a unas cuantas personas de que ocurriría una devaluación, en consecuencia, se generó gran demanda de dólares y ocurrió una depreciación muy fuerte.
Siller afirmó que hoy se cuenta con un régimen cambiario de libre flotación y el tipo de cambio amortigua con choques externos, al tiempo que va reflejando lo que sucede en la economía.
“La salida de capitales es fuerte pero no lo es tanto respecto a lo que entra de dólares por exportaciones, sin embargo, sí refleja que hay desconfianza sobre la economía mexicana, pero no viene una devaluación, aunque sí se anticipa que el peso se puede seguir depreciando, y por lo tanto, al gobierno le costará cada vez más financiarse”, aseveró.
Deuda soberana de México
Lo que preocupa, subrayó, es el alto déficit presupuestario y que se den recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana de México, así como la próxima reforma al Poder Judicial.
Asimismo, Alejandro Romero, economista y vicepresidente del Colegio de Economistas de Sonora, afirmó que en 1994 el tipo de cambio estaba fijado por el Banco de México y ahora se encuentra a la libre flotación.
Además, en aquel año, agregó, las reservas se agotaron después de una serie de acontecimientos políticos negativos como los asesinatos políticos y el levantamiento en Chiapas. “Hoy tenemos reservas aún en niveles mucho más elevados”, resaltó.
Pero sí llama la atención, indicó, el espacio que ha perdido el peso frente al dólar en el último mes y que puede estar relacionado con la fuga de recursos económicos.
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