Mateo Alaluf
Pierre Rolle, director de investigación en el CNRS [Centro Nacional de Investigación Científica], ha muerto el 13 de abril de 2025 en París, a la edad de 93 años, atropellado por un vehículo. Procedente de una familia obrera, tras realizar estudios de filosofía y de psicología en la Sorbona, dirigió la revista Epistémologie sociologique [Epistemología sociológica] y fue miembro de la redacción de L’Homme et la Societé [El hombre y la sociedad]. Junto a Pierre Naville, estuvo en el origen de una tradición heterodoxa en sociología del trabajo.
El pensamiento sociológico de Pierre Rolle se formó gracias a su encuentro con Pierre Naville en 1956, y, a través de este último, con la psicología del comportamiento de Watson y la investigación sobre la automación. Empleado por Naville como adjunto de investigación en el CNRS, colaboró en el Tratado de Sociología del Trabajo de Georges Friedmann y Pierre Naville (1962), con quien redactó el capítulo sobre “La evolución técnica y sus incidencias sociales”.
La automatización
Pierre Rolle no se familiarizó con el estudio del trabajo por medio de la observación de las “industrias de forma”, aquellas en que los obreros transforman con su intervención la materia y la adaptan a las necesidades humanas (metalurgia, mecánica, automóvil), sino por la automación. La concepción del trabajo que elabora difiere de la de su época, caracterizada por las etapas de descomposición del trabajo artesanal por la organización industrial y de su esperada recomposición por medio de la automatización. En esta representación dominante de la evolución del trabajo, el obrero sigue siendo un artesano, aunque un artesano desposeído. En consecuencia, cualquier reforma que pretenda mejorar el trabajo intentará reencontrar esta armonía perdida. Según esta tesis dominante, las máquinas, al desnaturalizar y sustituir a los operadores humanos, hacen de los trabajadores seres alienados y extraños a sí mismos. El automatismo, percibido como la culminación de esta evolución, parece prefigurar entonces la fábrica sin obreros y llevará a la quimera del “gran reemplazo tecnológico”.
Los estudios sobre la automatización iniciados por Pierre Naville, en lugar de deplorar el final del artesanado bajos los efectos del maquinismo, focalizan la atención en la ruptura entre los ritmos humanos y los ritmos de las máquinas y en la desconexión de las operaciones efectuadas por las máquinas, de un lado, y por los obreros, de otro. Observando más de cerca, nos dice Pierre Rolle, la automatización no consiste en recomponer los gestos del obrero, sino en encontrar vías nuevas que no se confunden con operaciones humanas recombinadas. La arquitectura de dicho proceso no puede ser descrita como la reproducción o la deformación de intervenciones humanas. El automatismo no desarma al asalariado, sino que actúa de manera diferente sin alterar por ello su capacidad de contestación.
Bajo el prisma de la automatización, la percepción del trabajo y su evolución no coinciden con la representación mayoritaria de la disciplina. El trabajo se comprende menos por las operaciones para transformar materias que por la vigilancia de los flujos y arreglos destinados a paliar desajustes susceptibles de generar perturbaciones. Esta percepción del trabajo desde el punto de vista del “proceso” o de la “quimización” matiza la visión “fordista” dominante. Aunque Pierre Rolle emprende un atajo dentro de la disciplina 1Pierre Rolle, Travail et salariat. Bilan de sociologie du travail, Presses Universitaires de Grenoble, 1988..
La psicología del comportamiento
En la psicología del comportamiento de Watson, considerada como determinista y mecanicista y denigrada por los psicólogos, Pierre Rolle encuentra los fundamentos de una psicología científica. La pareja estímulo-respuesta, que forma el núcleo de las experiencias de Watson, excluye lo innato y reconoce todos los comportamientos como aprendidos. Esta psicología sustituye el análisis del comportamiento por el inventario de los hechos de conciencia. Más allá de los reflejos condicionados y de las doctrinas del aprendizaje del “primer conductismo”, siguiendo a Naville, Pierre Rolle destaca los nudos de relaciones entre personas y los equilibrios momentáneos que se derivan de ellos y descubre una teoría de las relaciones.
En contacto con Pierre Naville, Pierre Rolle practicará otra psicología y una sociología diferente. Desde esta perspectiva, al trabajador no lo definen las supuestas cualidades intrínsecas del trabajo, sino las relaciones (de trabajo y fuera del trabajo). Esta sociología será una ciencia de las relaciones que no reduce las relaciones sociales sólo a los términos que son los polos. Las relaciones singulares, las interacciones proceden de otras interacciones, de otras relaciones más generales 2Pierre Rolle, Introduction à la sociologie du travail, Larousse, Paris, 1971 [Introducción a la sociología del trabajo, Planeta, 1974]..
En consecuencia, las comprensión de los asalariados no puede hacer caso omiso de las transformaciones que les hacen sufrir, no sólo el Estado capitalista sino igualmente el Estado soviético. Pierre Rolle está en desacuerdo con la visión dualista de la guerra fría donde la crítica a un campo legitima al otro. Los dos campos constituyen partes de un mismo conjunto más vasto que debe ser el objeto del análisis crítico. La estatización de la economía, nos dice Pierre Rolle, “no crea como tal figuras nuevas del trabajo y del intercambio”. Siguiendo su análisis, el Estado soviético presentaba una variedad “disonante” de sociedad salarial 3Pierre Rolle, Le travail dans les révolutions russes. De l’URSS à la Russie, le travail au centre des changements, Editions Page 2, Lausanne, 1998 [De la revolución del trabajo al trabajo revolucionado. Investigaciones sobre las transformaciones de la Unión Soviética y Rusia, Traficantes de sueños, 2009]..
De la URSS a Rusia
Desde comienzos de los años 60, Pierre Rolle compartía con Pierre Naville la idea de que no se podía separar la comprensión de las sociedades industriales de Occidente y de las llamadas socialistas en el Este. Cercano a la corriente Socialismo o Barbarie (grupo que contaba entre sus miembros a Cornelius Castoriadis, Jean-François Lyotard y Claude Lefort), Pierre Rolle no oponía a los mundos comunista y capitalista en una dicotomía aceptada: “el futuro, escribía, es sin duda tan subversivo para las sociedades estatales como para el capitalismo” 4Pierre Rolle, Le socialisme est-il un comme le capitalisme ou multiple comme les peuples (hypothèse), Groupe de recherches sociologiques, Universidad de Paris X Nanterre, 1978..
Su hipótesis: detrás del mundo bipolar se esconde un entrelazado de estructuras capitalistas y socialistas inacabadas, un universo inestable, naciones frágiles llenas de contradicciones. Indiferente al espíritu de la época, tras el hundimiento del llamado “campo socialista”, Pierre Rolle profundizó su hipótesis de un mundo entrelazado. En su libro El trabajo en las revoluciones rusas. De la URSS a Rusia (1998), para comprender los “movimientos del mundo” se pregunta por la naturaleza del antiguo régimen que se decía comunista, cuyos restos había observado en sus estancias en Rostov del Don e intentaba comprender la Rusia que se hacía y deshacía delante de sus ojos.
Como sociólogo del trabajo, Pierre Rolle realizó su investigación en el “fondo oscuro de los talleres” de Rostov. Descubrió así que tras la economía administrada hay una economía de mercado, ciertamente diferente de la nuestra, pero en todo caso de mercado. La transición en cuestión no será sólo del plan al mercado, sino el paso de un mecanismo productivo constituido en el aislamiento y que debe insertarse en un universo constituído sin Rusia. Describió así la aparición de una forma de dirección política para “preservar a las élites perpetuando el orden del conjunto de la sociedad rusa.”
Sociología y socialismo
Según Pierre Rolle, el socialismo nació al mismo tiempo que la sociología, y muchos los confunden. Mientras el sociólogo constata los desgastes y desórdenes causados por el surgimiento del capitalismo naciente, el socialista quiere captar nuevas virtualidades científicas y técnicas para dominar la maquinaria productiva en un nuevo acuerdo al servicio de una sociedad que garantice la igualdad y la autonomía del conjunto de la ciudadanía 5Pierre Rolle, Où va le salariat ?, Editions Page2, Lausanne, 1996..
Los sociólogos sitúan implícitamente su objeto de estudio en una sociedad mal precisada que resulta en realidad ser un Estado nación. Ahora bien, sostiene Pierre Rolle, nación y sociedad no se confunden. La sociedad estudiada por la sociología es de hecho la definición que da el Estado y está moldeada por sus categorías administrativas, sociología del trabajo, urbana, rural, de la salud … con sus correspondientes ministerios. Este procedimiento elimina de su campo la política y confunde el sometimiento de los movimientos del colectivo con la producción de plusvalía.
Esta sociología se convierte en una fuente de conocimiento útil, una técnica utilizable dedicada a los poderes en curso, lo que limita su alcance. Las naciones están modeladas por configuraciones internacionales, en las que están comprometidas y participan de un sistema común que las supera. Si existe una sociedad, nos dice Pierre Rolle, ésta es forzosamente mundial y “en cada nación se construye un eslabón reducido del sistema de producción planetario”. Potencia e impotencia caracterizan de esta manera al Estado obligado a plegarse al orden planetario.
Una sociología del movimiento
En su último libro Pierre Rolle considera al movimiento como ·el hecho primero del análisis sociológico” 6Pierre Rolle, Pierre Rolle, Pour une sociologie du mouvement, Page2 y Syllepse, Paris, 2022., Page2 y Syllepse, Paris, 2022.. Puesto que está en todos los intercambios, el movimiento no puede ser localizado en una experiencia inmediata. No se puede capturar un movimiento en acto más que suponiéndole una finalidad cuyo diseño social no se puede saber de antemano.
Pierre Rolle ve en el fin del asalariado el movimiento que arrastra a toda la sociedad. El trabajo asalariado ha sido concebido por el Estado como forma de organización de la sociedad. Las relaciones mercantiles y monetarias son el marco donde se desarrolla el trabajo asalariado. Sin embargo, éste no desaparecerá por una decisión de Estado. Supuestamente desaparecido, el trabajo asalariado subsistía sin embargo en el socialismo de Estado. ¿Se puede contrariar esta evolución por medio de la planificación? 7Pierre Naville, en La passion de l’avenir. Le dernier cahier (1988-1993), Ed. M. Nadeau, 2010, p137, lo señalaba: “la planificación es tan necesaria para el mercado como el mercado para la planificación”. ¿Podría el salario social, esto es, la mutualización de las riquezas privadas para invertirlas en bienes y servicios colectivos gratuitos, prefigurar una organización social alternativa? Son cuestiones que recorren este libro.
El trabajo asalariado conoce una expansión en todo el planeta. Los asalariados no reclaman su abolición, sino una parte creciente de los salarios en la renta social (= más empleos y más salario). Sin embargo, la parte declinante de la fracción atribuida a la retribución personal en el salario social, es decir, el uso gratuito de bienes y servicios públicos, anuncia una “disolución del trabajo asalariado”.
¿Cómo comprender esta concomitancia entre expansión y disolución del trabajo asalariado? Los procedimientos del salario social (seguridad social y servicios públicos) son equívocos, porque organizan a la vez una mano de obra disciplinada para los inversores y, por la mutualización, el principio comunista “de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades”. En otras palabras, un movimiento que arrastra a la sociedad a través de múltiples rodeos y conduce de la subordinación del trabajador a la disolución del trabajo asalariado.
Un itinerario singular
Pierre Rolle se socializó en la política por su medio familiar y las redes obreras de su barrio en Drancy. Se mantuvo sin embargo a distancia del PCF [Partido Comunista Francés] y privilegió los movimientos y colectivos militantes frente a las estructuras rígidas de los partidos. Se comprometió activamente en política en la lucha contra la guerra de Argelia. Participó en el movimiento de Mayo 68. En la universidad, durante sus estudios, hizo lazos de amistad con estudiantes libaneses, iranies, irakíes, sirios, egipcios…, y se interesó de cerca por esta parte del Mediterráneo árabe fragmentado por las potencias coloniales. Tras la llamada “guerra de los seis días”, participó en la creación de la asociación “Junio 67” para protestar contra la guerra llevada a cabo por Israel y la colonización del territorio palestino. Desde esa época, se involucró con la resistencia palestina, en particular con su amigo Ilan Helévy[8]. Había que pelear, seguía diciendo Pierre Rolle todavía estos últimos días, para que los y las inmigrantes sean mejor acogidos en Francia y para que se diga la verdad sobre Palestina. Al mismo tiempo estaba afligido por el poco impacto de los movimientos de protesta y la impunidad de que se beneficia el gobierno israelí.
A la vez que se situaba en la perspectiva de Naville, Pierre Rolle desarrolló muy pronto una línea de investigación personal. Contratado sin haber llegado a hacer la tesis, como era frecuente en esa época en el CNRS para poder acoger a investigadores que no tenían el perfil académico requerido sino un proyecto innovador, rechazó después escribir una tesis o, como se le había sugerido, transformar uno de sus libros en tesis. Para él se trataba de defender esta especificidad del CNRS que permitía a no-universitarios, extranjeros opositores o expulsados de su país por la guerra, acceder a la investigación, progresar en una disciplina y llevar a cabo estudios innovadores. Pierre Rolle se dedicó a la enseñanza tanto en el Centro de Estudios Sociológicos (CES) como después en LADYSS (Laboratorio de Dinámicas sociales y Recomposición de espacios) en la Universidad de París X Nanterre, manteniéndose al mismo tiempo al margen con sus propios interrogantes.
Leer a Pierre Rolle es una aventura tan personal como exigente. Su escritura es clara, creativa, sembrada de fecundas intuiciones, siempre estimulante, poco habitual en su forma, aunque también desconcertante. Su primer libro importante, titulado Introducción a la Sociología del Trabajo, publicado originalmente por Hachette en 1971, lejos del manual standard para sociólogos debutantes como parece sugerir el título, arrastra al lector a un cuestionamiento que renueva toda la sociología del trabajo. Abre la disciplina a enunciados nuevos y fecundos, diferentes de los que se imponían hasta entonces. Pierre Rolle construyó un pensamiento original, al borde de las tradiciones académicas. Sin mezclar nunca su compromiso militante y su trabajo profesional, guiado por su ambición de anticipar lo social, el sistema de pensamiento de Pierre Rolle es eminentemente político.
Mateo Alaluf es profesor emérito de sociología en la Universidad libre de Bruselas, autor de la obra Le socialisme malade de la social-démocratie [El socialismo enfermo de la socialdemocracia], ediciones Syllepse y Page Deux, marzo 2021, y uno de los animadores del Instituto Marcel Liebman.
Al’Encontre
Traducción: viento sur
[8]Ilan Halévy (1943-2013), periodista, escritor y hombre político, nacido en Francia, de origen judío, había adquirido la nacionalidad palestina, se había adherido al Fatah y había llegado a ser ministro de Arafat.
Tomado de https://vientosur.info/
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