Nieve de vaporub, ¿te atreves a probarla

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¿Nieve de vaporub? A botepronto, puede sonar como una aberración. Sin embargo, este exótico invento culinario se ha convertido en la sensación de las redes sociales, todo gracias a una familia de heladeros con un gusto por los sabores diferentes.

La nieve de vaporub es una rareza que intriga a los visitantes del Pueblo Mágico de Atlixco y despierta el orgullo local. Lo que empezó como una ocurrencia se ha convertido en un ícono culinario que atrae a curiosos de todas partes.

La familia detrás de Helados Real de Atlixco

El carrito, cuyo nombre oficial es Helados Real de Atlixco, pertenece a la familia Cruz, también conocidos como “los oaxacos”. Por más de dos décadas, han trabajado entre paletas, helados y nieves en el centro de Atlixco. Hace unos 15 años, decidieron que no bastaba con los sabores tradicionales. Así nació un menú que hoy supera las dos docenas de opciones extrañas, muchas inspiradas en aromas de la vida cotidiana.

La creatividad y constancia de esta familia no han pasado desapercibidas. Su originalidad les abrió las puertas para representar a Atlixco en eventos internacionales, como el Festival Mundial de la Juventud en Rusia. Allí, los sabores mexicanos más improbables se sirvieron en un escenario global.

¿A qué sabe una nieve de vaporub?

El primer contacto es desconcertante. El frío del helado suaviza el mentolado intenso, pero la sensación en la nariz y la garganta recuerda inevitablemente a ese ungüento que todos hemos usado alguna vez. No es dulce en exceso, ni amarga; es fresca, potente y extrañamente reconfortante. Toda una experiencia sensorial.

¿Cómo se hace la nieve de vaporub?

La clave está precisamente en la planta Plectranthus tomentosa, popularmente conocida como «planta de Vicks» o «planta de vaporub», cuyo aroma a mentol y alcanfor evoca de inmediato al ungüento. Esta suculenta es originaria de África y pertenece a la familia de la menta.

El proceso es el siguiente:

• Se infunden hojas frescas o ligeramente aplastadas de la planta para extraer ese aroma mentolado sin añadir fragancias artificiales.
• Luego ese extracto aromático se mezcla con la base de la nieve artesanal (agua, azúcar y, en ocasiones, pequeños trozos de frutas o especias) para congelar la mezcla con el perfil mentolado característico.

Aunque el sabor a vaporub puede dar la sensación de que el helado ayuda a sanar la gripe y otros malestares respiratorios, es importante recalcar que no es así.

Más allá del vaporub: un catálogo de aromas comestibles

Aunque la nieve de vaporub es la estrella, el carrito ofrece un verdadero muestrario de sensaciones:

• Barro
• Tierra mojada (petricor)
• Hojas de libro
• Cedro
• Caoba
• Ponche
• Cempasúchil
• Menta natural
• Lavanda

Cada uno de estos helados busca capturar un recuerdo o una sensación familiar. El petricor, por ejemplo, remite al momento exacto en que la lluvia comienza a caer sobre el suelo seco. La nieve de hojas de libro trae a la mente tardes tranquilas de lectura. En el caso del vaporub, más de un cliente asegura que “despeja hasta las ideas”.

Cómo probar la nieve de vaporub en Atlixco

Si quieres visitar Helados Real de Atlixco para probar la nieve de vaporub, aquí tienes los datos prácticos:

• Ubicación: calle Libertad, contra esquina con la 2 Oriente, a pasos del zócalo de Atlixco.
• Días y horarios: jueves a martes, de 12:00 a 19:00 horas.
• Precio: Accesible, con porciones generosas.
• Forma de pago: efectivo.

Un postre que se convirtió en leyenda local

En un país que presume de creatividad gastronómica, la nieve de vaporub es un recordatorio de que no todo está inventado. La familia Cruz ha logrado transformar un aroma medicinal en toda una atracción gastronómica.

Visitar este puesto es participar de una tradición viva, nacida del ingenio local y alimentada por la curiosidad de quienes llegan dispuestos a dejarse sorprender.

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Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/