Los rarámuri son un extraordinario pueblo. Durante siglos, han habitado la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua. Allí y en los valles circundantes, han desarrollado una forma de vida comunitaria única. En tiempos recientes, se han vuelto famosos por sus sobradas habilidades atléticas en las maratones internacionales. Sin embargo, más allá de ello, su cultura y tradiciones son vastas. Dentro de estas, se encuentra un hermosa figura tallada en madera que representa su vida cotidiana. Se trata de la muñeca rarámuri.
¿Qué son las muñecas rarámuri?
Estas figuritas artesanales son originarias de la comunidad rarámuri de Creel, en el municipio de Bocoyna, Chihuahua. Al ser los pinos bastantes abundantes en la región, la madera de este árbol es el material principal para confeccionar el cuerpo de la muñeca. De hecho Bocoyona quiere decir, en la lengua de este pueblo indígena, «Lugar de pinos».
Los rarámuri elaboran las muñecas con un propósito económico, ya que las venden como artesanías; esto les ayuda a subsistir. A parte de ello, son un valioso objeto que representa las tradiciones y actividades cotidianas de este pueblo originario. Y es que cada muñeca plasma trabajos tan diversos como la recolección de semillas, la preparación de alimentos, el tejido textil, la interpretación musical, el baile, la maternidad, entre otras. Más que un simple juguete, la muñeca rarámuri nos muestra la delicadeza artesanal de los también llamados tarahumaras.
Vestidos y ornatos de las muñecas
La ropas que portan las muñecas rarámuri suelen ser de color rojo, azul y colores muy intensos, como las que usan las personas de esta comunidad originaria a diario. Dichas vestimentas fueron adoptadas recién en el siglo XX. Además, estas artesanías suelen retratar tanto hombres como mujeres de diferentes edades, desde infantes hasta ancianas.
Las figuras, cuando son de personajes femeninos, portan blusas (mápacha) que tienen mangas holgadas con puños de resorte. La falda (sipúchaka) complementa el conjunto. Suelen llevar en su mano derecha un cesto (ware), con el cual en la vida real recolectan semillas y frutos; en otras ocasiones van acompañadas de un telar de cintura. Cuando son personajes masculinos, cargan arcos de caza o visten los ropajes que usan en sus famosas carreras rituales.
La muñeca rarámuri: un reflejo de lo social y el trabajo comunitario
El pueblo rarámuri tiene un vínculo muy estrecho con su hogar, la Sierra Tarahumara. Allí, su relación con la naturaleza les ha proporcionado los recursos necesarios para su sustento y vida diaria. Este lazo tan especial es el sostén de su sociedad y su cosmovisión del mundo. La muñeca rarámuri, al igual que otros objetos de uso cotidiano y artesanías, forman parte de ello.
Y es que la manufactura de las muñecas está integrada a la división del trabajo comunal de los rarámuri. Los varones se encargan de tallar en la madera la figurita, primero sus extremidades y su cuerpo. Después esculpen el rostro, lijan los accesorios y los unen con pequeños clavos. Como segunda parte del proceso, las mujeres son las que confeccionan las pequeñas prendas para vestir las muñecas. Para ello emplean la popelina, una delgada tela de vivos colores; con ella hacen las falditas, blusas y bandas de cabeza, tal cual como las que ellas mismas usan.
¿Quieres escaparte a Chihuahua? Descubre y planea una experiencia inolvidable
Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/





Más historias
La economía de México cae un 0,3% durante el tercer trimestre de 2025
Trump apaga el potencial del AIFA, el proyecto aéreo emblema de López Obrador
Jalisco, ‘la sede más mexicana’ de la Copa Mundial 2026