Mujer reportó desaparecido a su esposo en Illinois; 8 meses después lo encuentra momificado en armario de su casa

Foto: Policía de Troy / Cortesía

Los parientes del hombre hallado muerto en la casa que compartía con su esposa en Illinois ocho meses después de que esta lo reportara desaparecido cuestionaron que las autoridades no hayan detectado antes los restos.

Marilyn Toliver, hermana de Richard Maedge, indicó a St. Louis Post-Dispatch que no puede entender cómo agentes inspeccionaron la vivienda en tres ocasiones por hedor y no descubrieron el cadáver.  

El médico forense del condado Madison, Steve Nonn, confirmó que el cuerpo hallado por la esposa, el 11 de diciembre pasado, corresponde a Richard, que al momento de su muerte tenía 53 años. El hombre se habría suicidado. El cuerpo del suicida no presentaba heridas. Las autoridades aseguraron que no se trató de un crimen violento.

“Yo necesito respuestas del jefe policial”, indicó Toliver. “Yo necesito respuestas del alcalde. ¿Cómo esto es posible? Los errores pueden ocurrir y yo quiero respuestas. Si esto significa presentar una denuncia e ir hasta el gobernador, lo haré. Yo no me voy a retirar. Yo apenas estoy comenzando a decir las cosas en voz alta. Yo debí haber estado gritando desde el principio, pero yo fui engañada por el departamento de policía que dijeron que estaban haciendo su trabajo y buscándolo”, planteó la mujer.

Richard fue hallado en el interior de un área de armario oculta. De acuerdo con la viuda, esta halló el cadáver cuando fue a buscar unas decoraciones de Navidad para las festividades del año pasado.

“Yo decidí colocar el árbol de Navidad, y yo estaba buscando una bolsa (tote) de decoraciones navideñas, y ahí fue que lo descubrí“, explicó la viuda al referido medio. “El había cometido suicidio”, añadió.

El cuerpo estaba momificado.

En esa fase del proceso de descomposición, el cadáver pierde el olor.

Pero antes de ese momento, la peste era evidente en la residencia, al punto que oficiales inspeccionaron la vivienda tres veces.

La primera ocasión, un hedor como de alcantarilla acaparó la vivienda. Debido a que la peste permanecía, la mujer llamó por segunda vez a la Policía que se fueron sin hallazgos.

Una tercera revisión se realizó con perros que detectan cadáveres y tampoco hallaron el cuerpo.

Posteriormente, Jennifer contactó un plomero que determinó que el olor era producto de gas de alcantarilla. El plomero optó por tapar una tubería de alcantarillado en el sótano.

La mujer dijo que la última vez que habló con su esposo fue el día antes de que desapareciera. Ese día, el hombre la llamó y le dijo que saldría antes del trabajo. Pero, aparentemente, nunca regresó a la casa. El hombre había dejado su billetera, las llaves y el carro antes de desaparecer.

El Departamento de Policía de Troy mantiene abierta la investigación del caso. No está clara la manera en la que se quitó la vida y las posibles razones de su acción.