Hermosillo, Sonora – Durante años, la narrativa migratoria entre México y Estados Unidos se ha centrado en el flujo de personas que buscan nuevas oportunidades al norte de la frontera. Sin embargo, un informe reciente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de septiembre de este año, revela una tendencia silenciosa pero significativa: el retorno a México de migrantes que han pasado décadas en Estados Unidos, redefiniendo sus vidas y la dinámica social en sus comunidades de origen.
El informe de la OIM arroja luz sobre un fenómeno que, si bien no es nuevo, ha cobrado mayor relevancia en los últimos años. Se trata de personas que, tras construir una vida en EE. UU. –muchas veces formando familias, trabajando y contribuyendo a la economía estadounidense–, deciden o se ven obligadas a regresar a México. Este retorno no es un simple viaje de vuelta; es el reinicio de una existencia en un país que, para muchos, es a la vez familiar y desconocido después de tanto tiempo.
Un Retorno con matices y desafíos
"Muchos de estos migrantes regresan con un bagaje de experiencias, habilidades y, en algunos casos, recursos económicos que pueden ser un motor de desarrollo para sus comunidades", explica Ana Pérez, investigadora social especializada en migración. "Sin embargo, también enfrentan desafíos significativos, como la adaptación cultural, la búsqueda de empleo y la integración en un sistema social diferente al que estaban acostumbrados".
El informe de la OIM destaca varias motivaciones detrás de este retorno. Para algunos, es una decisión voluntaria, impulsada por el deseo de reunirse con familiares en México, la añoranza de sus raíces culturales o la búsqueda de una jubilación más tranquila y asequible. Otros, sin embargo, se ven forzados a regresar debido a políticas migratorias más estrictas en EE. UU., deportaciones o la dificultad de regularizar su estatus migratorio tras años de residencia irregular.
Historias de reencuentro y resiliencia
"Llegué a Estados Unidos cuando era un adolescente, hace más de 30 años", comenta Raúl, quien ahora vive en Jalisco. "Mis hijos nacieron allá, pero siempre tuve la idea de volver a mi tierra. Cuando mi esposa y yo nos jubilamos, decidimos que era el momento. No ha sido fácil, el país ha cambiado mucho, pero estoy feliz de estar de vuelta." La historia de Raúl es un testimonio de la resiliencia y el deseo de reconectar con el pasado.
Pero no todos los retornos son tan armoniosos. María, quien fue deportada después de 25 años en California, enfrenta un panorama diferente. "Es como empezar de cero. Mis hijos están allá, mi vida estaba allá. Aquí no tengo nada, y el idioma… aunque hablo español, hay muchas cosas que ya no entiendo", confiesa con voz quebrada. Su experiencia subraya la necesidad de programas de apoyo y reintegración para facilitar la transición.
El Rol de las Remesas y el Impacto en la Economía Local
Un aspecto crucial que el informe de la OIM explora es el impacto de estos migrantes retornados en la economía local. Muchos regresan con ahorros o la capacidad de seguir recibiendo remesas de sus familiares en EE. UU., lo que puede inyectar capital en sus comunidades. Sin embargo, también se observa que la falta de oportunidades laborales adecuadas y la dificultad para convalidar estudios o experiencia laboral obtenidos en EE. UU. pueden limitar su potencial de contribución.
"Es fundamental que el gobierno mexicano y las organizaciones civiles trabajen en conjunto para crear estrategias que faciliten la reintegración económica de estos migrantes", afirma el economista Luis Morales. "Necesitamos programas de capacitación, incubadoras de negocios y mecanismos para reconocer sus habilidades, de modo que puedan aprovechar su experiencia en beneficio del país".
Un Futuro de Desafíos y Oportunidades
El fenómeno del retorno de migrantes con décadas en EE. UU. representa tanto un desafío como una oportunidad para México. Si bien las historias de adaptación y éxito son inspiradoras, las dificultades que enfrentan muchos retornados subrayan la necesidad de políticas públicas más robustas y un mayor apoyo social.
Fuente: Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Informe de septiembre sobre tendencias de los flujos migratorios.
Por Alejandro Palma
 
 
 





 
                   
                   
                   
                  
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