septiembre 15, 2025

Mientras tengas un sueño en el corazón, todos tus esfuerzos tendrán sentido


Hay gente que prefiere soñar a volver esos sueños realidad por miedo a intentarlo y fracasar. Si tienes un sueño, ve por el porque todo lo que hagas te llevará si solo lo intentas

Hazlo por ti


Cuando le dije a mi madre que quería viajar por el mundo simplemente me tacho de loco, seguido de una enorme cantaleta de preocupaciones –típicas de una madre por su hijo-. Pasaron los años y me enfrasqué en una relación tóxica con mis trabajos hasta que un día después de que me corrieran tomé la decisión de seguir mis sueños.

El fracaso da miedo. Las consecuencias emocionales del fracaso pueden ser devastadoras. Para muchos de nosotros, el fracaso se convierte en un reflejo de nuestras capacidades y autoestima, y ​​como resultado, no alcanzar una meta personal se traduce en un fracaso como persona. Sin embargo, en los últimos años, y gracias a la gran cantidad de información y anécdotas encontradas en los medios de comunicación y la literatura de superación personal, hemos adoptado un enfoque diferente al fracaso.

Reconocemos el fracaso como un componente integral del éxito. “Tienes que fracasar, si quieres tener éxito”, es un adagio común entre aquellos cuyo objetivo es mantenernos motivados y valientes. El fracaso nos permite aprender de nuestros errores, evaluar qué funcionó y qué no, y reagrupar nuestros esfuerzos después de recuperarnos del fracaso.

Hay que hacerlo paso a paso

Cuando me preguntan si hay una receta mágica, es muy sencilla: comenzar a hacer. Paso a paso todo lo que trabajas lleva a un fin. Si lo que haces no te lleva donde quieres estar, entonces ¿para que lo haces?

Nuestra existencia no obedece a un objetivo predeterminado, nosotros mismos debemos ser capaces de transformar nuestro crecimiento personal en un proyecto coherente y con sentido Pero esto no es algo fácil de hacer.

Muchas veces nos sentimos perdidos o estancados, y por mucho que fantaseemos con un mundo en el que siempre está muy claro lo que hay que hacer, lo cierto es que esa clase de decisiones nos corresponde a nosotros tomarlas.

El fracaso es una píldora amarga de tragar

Yo admiro a las personas que a pesar de los fracasos continúan persiguiendo sus metas y las alabo por su perseverancia y dedicación. Pero a veces me sentía apenado, antipático o, peor aún, indiferente hacia las personas que renuncian. No hay nada que aprender de ellos.

Este sesgo anti-renuncia ha mantenido a muchas personas atrapadas en trabajos, relaciones o promesas que no son buenas para ellos. Cuando se hace de manera estratégica, abandonar la búsqueda de una meta puede ser un enfoque mucho más saludable que la perseverancia perversa.

¿Y cómo seguir tus sueños?

Primero que nada tienes que saber lo que quieres. No hay nada más poderoso que querer hacerlo.

Hay que buscar pasos que te lleven a esa meta que sean realmente alcanzables.

Presupuesta tus recursos para alcanzar lo que quieres: En lugar de dejar que una meta inalcanzable agote sus recursos mentales, físicos, emocionales y materiales, reasigna tu tiempo y energía a otros aspectos importantes de tu vida, en cosas en las que ya sabes que es bueno, que te dan alegría y que te permiten hacer una contribución.

¿Y si no sale bien o como esperas? La mejor manera de seguir adelante es dirigir tu energía, esperanza y entusiasmo hacia nuevas ideas, nuevos proyectos y nuevas metas. A veces hay que aceptar que no se alcanzó el resultado, pero dentro de ese increíble viaje que iniciaste estoy seguro que encontraste muchas ideas para seguir construyendo, lo importante es no dejar de crecer y de creer en ti.

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Tomado de https://viajeropeligro.com/