En una reciente entrevista, Michio Kaku, físico teórico y divulgador científico, plantea una idea provocativa: que la inteligencia no ha sido siempre esencial para la supervivencia y el éxito en nuestro planeta. En lugar de eso fueron tres los ingredientes clave que nos permitieron evolucionar hacia seres inteligentes para para la vida en la Tierra. En este artículo exploramos las ideas de Kaku expresadas en una entrevista.
En una reciente entrevista para Big Think el físico teórico y popular Michio Kaku habló sobre el papel de la inteligencia en la evolución y en la vida en la Tierra. Kaku señaló que, si la inteligencia es el logro supremo de la evolución, deberíamos ver más criaturas inteligentes en nuestro planeta. Sin embargo, hasta donde sabemos, somos la única especie inteligente en la Tierra.
El científico recordó que los dinosaurios, que estuvieron en la Tierra durante 200 millones de años, nunca desarrollaron inteligencia. En cambio, la Madre Naturaleza se las arregló perfectamente con criaturas no inteligentes durante millones de años. Según Kaku, esto lleva a la sorprendente conclusión de que la inteligencia no es realmente necesaria para sobrevivir y prosperar en este planeta.
La inteligencia no es realmente necesaria. […] La Madre Naturaleza se las ha arreglado perfectamente con criaturas no inteligentes durante millones de años y que nosotros, como criaturas inteligentes, somos los nuevos..
En la entrevista, Kaku también señaló que los humanos modernos llevamos en la Tierra solo una pequeña fracción de los 4.500 millones de años que tiene el planeta. Esto significa que somos una especie relativamente nueva en comparación con muchas otras criaturas que han existido en la Tierra. Como resultado, nuestra inteligencia y habilidades no son esenciales para la vida en la Tierra.
Los tres ingredientes clave que nos permitieron evolucionar hacia seres inteligentes
Michio Kaku discutió los tres ingredientes básicos que permitieron a los humanos evolucionar hacia seres inteligentes. El primer ingrediente es el pulgar oponible, que nos permite manipular el entorno y cambiar el mundo que nos rodea. El segundo, es la vista estereoscópica de un depredador, que nos permite ver en 3D y percibir mejor el mundo mejor que otras especies. Finalmente, el tercer ingrediente es el lenguaje, con el que podemos comunicar nuestros conocimientos y cultura a las siguientes generaciones.
No hay cultura por la que los animales puedan comunicar sus conocimientos a la siguiente generación. Y así es como pensamos que evolucionó el cerebro.
Kaku también señaló que la mayoría de los animales no tienen estos tres ingredientes básicos, lo que puede explicar por qué los humanos se convirtieron en seres inteligentes mientras que los demás animales no. La vista estereoscópica solo se encuentra en los depredadores, y el pulgar oponible es raro en la naturaleza. Además, la mayoría de los animales no tienen un lenguaje desarrollado para comunicar conocimientos a su descendencia.
Estos ingredientes únicos nos permiten manipular el entorno, percibir mejor el mundo que nos rodea y comunicar nuestros conocimientos y cultura a las siguientes generaciones. Aunque la mayoría de los animales no tienen estos ingredientes, los humanos tienen la capacidad de utilizarlos para ser más inteligentes y exitosos.
¿Podemos hacer más inteligentes a los simios? La respuesta de Michio Kaku y la terapia génica
Michio Kaku, abordó la idea de mejorar la inteligencia de los chimpancés a través de la manipulación genética. Resulta que somos muy parecidos a los chimpancés genéticamente hablando, y sólo unos pocos genes nos diferencian. Además, se han identificado ciertos genes que afectan habilidades como el tamaño del cerebro, la destreza manual y la capacidad de hablar.
En esta parte de la entrevista con Michio Kaku, se habla de la idea de mejorar la inteligencia de los chimpancés a través de la manipulación genética. ¡Sí, has leído bien! Resulta que somos muy parecidos a los chimpancés genéticamente hablando, y sólo unos pocos genes nos diferencian. Además, se han identificado ciertos genes que afectan habilidades como el tamaño del cerebro, la destreza manual y la capacidad de hablar.
Y así, en el futuro, no hoy, pero sí en el futuro, podremos utilizar la terapia génica para iniciar el proceso de hacer quizás inteligente a un chimpancé. Conocemos los genes que aumentarán el tamaño del cerebro.
Kaku reflexiona sobre las implicaciones de manipular genéticamente a los chimpancés para aumentar su inteligencia. Argumenta que a medida que se hace a un chimpancé más inteligente, se vuelve más similar a un ser humano en términos de habilidades como la capacidad de articular palabras, la destreza manual y el tamaño del cerebro.
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Así que mi actitud personal es ¿por qué molestarse? Ya tenemos humanos, basta con mirar fuera de la puerta.
Kaku plantea la pregunta ética de por qué deberíamos molestar en hacer esto, dado que si queremos un ser humano, ya tenemos seres humanos. Además, sugiere que a medida que los chimpancés se vuelven más parecidos a los humanos, puede haber un dilema ético sobre cómo tratarlos y cuál es la línea entre lo humano y lo animal.
Michio Kaku plantea aquí preguntas interesantes sobre la posibilidad de acentuar la inteligencia en simios mediante la manipulación genética. Si bien es fascinante considerar las implicaciones de la tecnología genética en la evolución y desarrollo de otras especies, también debemos considerar las implicaciones éticas y morales de hacerlo.
Manipular genéticamente a un chimpancé para hacerlo más inteligente y humano es una línea peligrosa que puede llevarnos a tratar a los animales como meros objetos, y no como seres vivos con su propia dignidad y derechos. En última instancia, debemos considerar si la tecnología genética debe ser utilizada para mejorar la calidad de vida de todas las especies, en lugar de solo la nuestra.
Tomado de http://Notaantrpologica.com/
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