La semana pasada Cynthia Veneno hacía público el cartel que ha realizado para el Orgullo LGTBIQ+ de Andalucía. El cartel lo protagonizan dos mujeres mayores abrazándose; bajo ellas las palabras “memoria, libertad y futuro”. “Un homenaje a las mujeres lesbianas y trans que lideraron los movimientos que nos han traído hasta aquí”, señala en el pie de foto.
Es necesario hablar de ellas, las mujeres mayores LBTIQ+ y hacerlo desde una perspectiva de curso vital. Esta perspectiva pone en valor que la edad es un constructo que se ve modificado por las diversas vivencias a lo largo de la vida. La falta de homogeneidad en el envejecimiento hace que sus múltiples planos deban ser contemplados para poder plantear una respuesta adecuada a un sistema que no tiene en cuenta a las mujeres mayores en general, y a aquellas que son LGBTI+ en particular.
Esta perspectiva es la que nos permite que cuando hablemos de mujeres mayores LBTIQ+ no nos centremos solo en el ahora, sino en todo aquello que a lo largo de su vida ha marcado su envejecimiento. En la actualidad, las mujeres LBTIQ+ oprimidas por el franquismo están viviendo su vejez y es necesario hablar de ellas, de las eternas olvidadas. Y es que, a las violencias sufridas, se una hoy en día un olvido perpetrado a todos los niveles.
La OMS ha decretado 2021-2030 como el Decenio del Envejecimiento Saludable, publicando con ello un documento de 27 páginas en el que no se menciona ni una sola vez las siglas LGBTIQ+
A nivel legislativo
Un claro ejemplo de ello es que la OMS ha decretado 2021-2030 como el Decenio del Envejecimiento Saludable, publicando con ello un documento de 27 páginas en el que no se menciona ni una sola vez las siglas LGBTIQ+. Este hecho pone en relieve que a la invisibilización de las mujeres LBTIQ+ se añade además un estereotipo edadista muy extendido: la concepción de las personas mayores como asexuadas, lo que supone que al no tener en cuenta la sexualidad de este grupo de edad, se multiplica la invisibilización de aquellas identidades en los márgenes, fuera de patrones heteronormativo.
Por si esto fuera poco, aunque la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI incluye un pequeñísimo artículo —el 73— dedicado a las personas mayores LGTBIQ+, los cambios de gobierno municipales, autonómicos y, dependiendo de lo que ocurra a nivel estatal, pueden poner en riesgo su aplicación.
Invisibles en los datos
La invisibilización de la orientación sexual en los diversos estudios hace que sea difícil conocer el porcentaje mujeres mayores LBTIQ+ que hay en el Estado español. Como señala Bela-Kapur, profesora del Centro de Mujeres Paz y Seguridad de la Universidad de la London School of Economics, la falta de recopilación de datos desglosados tiene como consecuencia que quede oculta la discriminación estructural subyacente y el efecto de las interseccionalidades.
Además, cuando se trata de hacer esta recopilación de datos siempre es incompleta. Un ejemplo es la Encuesta sobre relaciones sociales y afectivas pospandemia realizada por el CIS, que solo pregunta por la orientación sexual, dejando fuera a las personas trans, intersex y no binarias. A los fallos propios de la heteronorma del sistema se une que hay muchos factores —el miedo, el desconocimiento— que hacen que las mujeres mayores LBTIQ+ no se identifiquen como tal, como demuestra la encuesta citada, donde el 12,3% de las mujeres mayores de 75 años entrevistas eligieran la opción N.S/N.C.
Feminización y LGBTIrización de la pobreza
El enfoque clásico de la pobreza en la vejez requiere de un abordaje crítico y que se hable de “precariedad social” de las personas mayores, que, como señala Beatriz Gimeno, “consiste en disponer de poco dinero y tener pocas o nulas esperanzas de poder disponer alguna vez de más”. Tal como recoge el estudio Mayores LGTBI: historia, lucha y memoria de la FELGTB (2019), mientras que la mayoría (65%) de mujeres lesbianas tiene unos ingresos de entre 600-1.500€, el 81% de los hombres gais tienen ingresos superiores a 1.000€. En el caso de las personas trans, el riesgo de pobreza severa afecta a un 72% de las personas del estudio.
Además, la división de los cuidados que se genera entre Estado y familia lleva a las mujeres mayores LBTIQ+ a una situación de abandono. Como recoge Marina García, “al mundo homosexual le ha estado vetado el modelo único de familia, el heterosexual, según el cual, el entorno social empuja y ayuda a tener una familia propia que acompañará a lo largo de la vida y probablemente en la etapa senil”.
La expulsión del modelo de familia heteronormativo genera una mayor dependencia de los servicios sociosanitarios, como los centros de día o las residencias de mayores
Servicios sociosanitarios
La expulsión del modelo de familia heteronormativo genera una mayor dependencia de los servicios sociosanitarios, como los centros de día o las residencias de mayores. Un 53% de las personas LGTBIQ+ mayores entrevistadas por la FELGTB (2019) consideraron entre sus principales necesidades los servicios sociales y residencias adaptadas, y eliminar las discriminaciones en ellos. En esta línea, el Departament d’Igualtat i Feminismes de la Generalitat de Catalunya (2023) ha elaborado una Guía práctica per incorporar la perspectiva LGTBI+ a les residències i altres centres i recursos per a les persones grans.
Y, aunque es necesario que los espacios sociosanitarios sean seguros y libres de LGTBIfobia, no es suficiente. También hay que plantear una tercera vía de cuidados, la comunitaria. Esta vía comunitaria pasa por poner en el centro la participación de las mujeres mayores en la vida asociativa y, tal como señala la gerontóloga feminista Anna Freixas, “dar valor a las amistades que suponen espacios de apoyo y solidaridad que dan sentido a su proyecto de vida en un momento en el que se hace necesario reorganizar la escala de valores”.
Estos son solo algunos de los muchos aspectos que invisibilizan a las mujeres mayores LBTIQ+ a diario. A raíz del homenaje de Cynthia Veneno podemos establecer una conversación profunda de dónde están las mujeres mayores LBTIQ+, cuáles son sus condiciones de vida y que medidas queremos tomar para realmente generar una comunidad con memoria, libertad y futuro.
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