“Me gusta bucear entre tiburones”: Óscar Gómez Niembro

ENTREVISTA: ANA MARÍA RESENDIZ/LALUPA.MX

FOTOS: ENRIQUE CONTLA: LALUPA.MX

Amante del mar, a Óscar Gómez Niembro le encanta bucear entre tiburones, y sueña con ser oceanógrafo y tener el don de poder respirar debajo del agua. “En el Confesionario” de lalupa.mx, revela que detesta la falta de empatía y de solidaridad, que cambió la camiseta de Cruz Azul por la playera del Checo Pérez, y que prefiere las series a las películas. Con una playlist que va desde Pearl Jam hasta Roberto Carlos, el director general del Sistema Estatal DIF destaca su admiración por Winston Churchill y Emiliano Zapata.

¿Cómo comienza tu día?

Generalmente soy medio madrugador, mi alarma suena entre 5:20 y 5:30 de la mañana. Desayuno temprano, porque soy de los que si no trae algo en la barriga me pongo de malas y las cosas ya no funcionan. Me gusta llevar a la escuela a mi hija de 13 años. De ahí me vengo a la oficina. Soy más de la mañana que de tarde o noche. Generalmente estoy aquí (en oficina) antes de las 8:00 para sacar la chamba. En los primeros momentos tomo siempre un café, soy muy cafetero, veo más temas personales y después me meto directo a la chamba.

¿A qué te hubiera gustado dedicarte, si no fueras funcionario público?

Me gusta mucho el mar, me hubiera gustado ser oceanógrafo, pero es un poco más como romántico. Un poco más en la realidad: psicólogo o emprendedor. En alguna etapa más madura, más avanzada, de mi vida, digamos que he ido aprendiendo conforme he ido creciendo y, distinto a una profesión, me hubiera gustado emprender.

¿En qué giro?

La comida. Mi papá siempre fue restaurantero, siempre vivimos (la familia) de un restaurante que su momento fue muy tradicional en Querétaro, se llamaba “Vista tacos”, pero Querétaro era otro, había muchos menos restaurantes y era muy distinta la dinámica. De hecho, en algún momento de mi vida profesional hice una pausa, según yo me iba a dedicar a ser restaurantero. Me duró poco tiempo el emprendedurismo en un restaurante y regresé a litigar. Seguramente mi primer intento hubiera sido un tema de comida.

¿Que te llevó a la abogacía?

Creo que influenciado un poco por uno de mis mejores amigos de la infancia, Rodrigo Jiménez, hijo del abogado Alfonso Jiménez Rodríguez, y cuando había que tomar la decisión, por ahí de 5° de prepa, me sentí inclinado, no por ninguna otra razón, no hay abogados entre mi familia, no es un tema de tradición ni mucho menos. Al final mi amigo no estudió Derecho, pero creo que fue una buena decisión, es una carrera humana, te da mucho, te da un panorama amplio. Independientemente de que la ejerzas o no (litigando), bajo las distintas facetas que tiene ser un abogado, te da bases muy sólidas, aprendizajes y conocimientos en general, muchas herramientas para defenderte.

¿A qué actividad nunca te dedicarías?

No me veo nada cerca de un tema de números como contador público. Temas de contaduría pública nomás no son lo mío, por ahí no me iría nunca.

¿En qué red social te sientes más cómodo?

No soy de redes sociales, la verdad, pero Instagram la utilizo más para comunicar asuntos de trabajo que para temas personales, pero generalmente no soy de los que emiten una opinión personal en redes, las uso más como una herramienta de comunicación y difusión. En lo personal me identifico más con Instagram, la encuentro más sencilla y más fresca. No me meto a Tik Tok, no tengo perfil en Twitter (lo tuve un tiempo y después lo di de baja). En Facebook veo que te entran todo tipo de cosas y uno luego no entiende por qué en tu muro te salen algunas informaciones. En resumen, no sé cómo funcionan las redes, sus algoritmos y todo ese tema.

¿A qué dedicas tu tiempo libre?

A estar con la familia, definitivamente, si no es la chamba es estar con la familia los fines de semana, convivir con la familia, con el núcleo principal y, seguido, con mis hermanos, mis papás, con la familia de mi señora.

¿Serie o película?

Soy más de ver series, son más largas, entretienen más tiempo. Las temporadas las voy guardando, tengo dos o tres que me han gustado y cuando salen no soy de los que la ven luego luego, me gusta más bien saber que tengo varios capítulos para ver en un domingo o en algún día que haya tiempo para aventármelas de recorrido.

¿Cuál es tu favorita?

Le agarré mucho el gusto a las europeas, a las nórdicas. Creo que por por el tema de los paisajes, me gusta mucho todo este paisaje de frío. Sin embargo, mi preferida es estadounidense, se llama Blacklist, esa me gusta mucho, tiene muchas temporadas, así que te puedes echar ahí un buen rato. La última temporada no le he visto. Otra favorita es Friends, la veía todos los días, ya no la veo, la quitaron de Netflix, pero la veía todos los días antes de dormir, para distraerme de todo lo que sucedía en el día.

¿Cómo está integrado tu playlist?

Me gusta la música, pero no soy de los que dedican su tiempo para armar un playlist, entonces tengo un playlist kilométrico que tiene de todo: banda, Elvis Presley, heavy metal, Joaquín Sabina, pop… Es de todo, de lo que me va gustado, lo que voy escuchando, ahí lo pongo.

¿Una canción, un cantante y un grupo?

Joaquín Sabina me gusta mucho, me sé de memoria muchas de sus canciones más populares, pero de su etapa antigua, los últimos dos o tres discos ya no me llamaron la atención, me quedé con esos clásicos de Sabina. Me gusta mucho Pearl Jam también, Eddie Vedder cuando ha sacado álbumes como solista. Esos dos son los que más me gustan, pero escucho de todo: a Raphael, Roberto Carlos y todos esos antiguos.

¿Cuál es tu libro de cabecera?

Actualmente no leo mucho ya, pero hubo una etapa de mi vida en la que leía mucho. Entre mis favoritos está El conde de Montecristo, una novela muy atractiva con una gran historia sobre toda esta injusticia que vive el personaje y cómo va buscando, no una venganza, sino recuperar lo que perdió cuando le hicieron lo que le hicieron. Me gustó mucho El poder del ahora, de Eckhart Tolle. Un libro muy enfocado en generar una confianza brutal en la persona, te deja un mensaje de que prácticamente todo lo que quieras lo puedes alcanzar, y cuando lo leí fue un elemento que me ayudó mucho. Otro libro que también me marcó es El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, un libro muy parecido, pues te ayuda mucho a generar una fortaleza interna. Otro que me gustó mucho se llama Canek. Historia de un héroe maya, de Ermilo Abreu Gómez. Creo que es de los pocos que he repetido. Un libro muy sencillo, pero muy humano, con una carga de valores y sentimientos muy fuerte.

¿Tu equipo de futbol?

La realidad es que no soy futbolero. Cuando me gustaba el fut, le iba al Cruz Azul. Me tocó cuando estudiaba la universidad en León. Era la época de Carlos Hermosillo, de un cuate argentino muy bueno que se llamaba Julio Zamora. Era un Cruz Azul muy atractivo y que fue campeón precisamente en León, equipo al que ganó con unos penaltis muy dramáticos. Ahí era futbolero, pero tengo muchos años de que le perdí interés. Después empecé a seguir la Fórmula 1, me incliné sólo por un tema de gusto, la sigo hace como diez años, aunque recientemente por el tema de Checo Pérez se ha vuelto increíblemente más atractiva y famosa. Esa sí no me la pierdo.

¿Cuál es tu platillo favorito, ese que comerías toda tu vida sin cansarte?

Las albóndigas con arroz, la sopa de fideo, la milanesa… no tengo nada más uno, soy muy comelón. Soy más casero, viví como 12 años con mi abuelita. Cuando yo estaba en la universidad mis papás se divorciaron y yo tomé la decisión de irme a vivir con mi abue y comía yo siempre muy rico, muy casero. Ella hacía de comer todos los días y cuando me retiré, según yo, de la abogacía para ser restaurantero, me metí a estudiar cocina con mi abue, me clavé ahí como tres meses, le aprendí muchas recetas, todas caseras, todas tradicionales o mexicanas, de ahí el gusto.

¿Tequila o vino?

Tequila. El vino me gusta, pero me tomo sólo una copa y únicamente cuando como algo de carne y en algún restaurante, pero casi no lo tomo, me adormece. El tequila me hace feliz.

¿Tu personaje histórico favorito, y por qué?

Emiliano Zapata y Winston Churchill. De Churchill leí su biografía, un muy buen libro que se llama Luces y sombras de la grandeza, sobre todo lo que aportó y cómo cambió el rumbo de la humanidad, literalmente. Y, en México: Zapata, con quien me identifico mucho por esta sensibilidad por la gente campesina y su ideal de buscarles justicia.

¿Qué les dirías si te los llegaras a encontrar?

Definitivamente a Winston Churchill le pediría un consejo. Además de su capacidad para dirigir un país y el rumbo de una guerra que al final afectaba a todo el mundo, tenía una habilidad impresionante para dar discursos. Le pediría un consejo y lo escucharía. A Zapata no lo sé, pero me imagino, como él vivió parte de su tiempo escondido en el monte, me imagino que me echaría una fogata con él, pero no sé qué le preguntaría… lo más seguro es que lo escucharía también.

¿Un personaje de ficción?

Me gusta mucho el personaje principal de Blacklist. Se llama Raymond “Red”, se supone que es el más buscado de la lista del FBI, pero tiene todo una historia, tiene una personalidad muy fuerte dentro del programa. De superhéroes me inclino más por Batman, a lo mejor por todas estas películas que han salido de Batman, que le dan otra personalidad a los superhéroes.

¿Qué es lo que más te entristece en la vida?

La injusticia con los niños me puede mucho, me da mucha tristeza, me genera mucha emoción una injusticia, una agresión, un abandono, lo que sea que lastima a un niño o a una niña.

¿Cuál es tu ideal de felicidad?

Tener una familia sana, estable, con bienestar, ver a las niñas crecer, que estén bien y que tengan una buena vida sería mi ideal. En resumen, tener un equilibrio y un bienestar en la vida familiar, personal y laboral.

¿Cuál es el principal rasgo de tu carácter?

Creo que soy analítico, es una de las herramientas que me ha funcionado en la vida. Me gusta analizar, me meto muy al detalle de las cosas y trato de perfeccionarlas, que salgan lo mejor posible, creo que es uno de los principales rasgos en positivo, tengo los negativos también.

¿Qué es lo que más detestas de los hábitos propios? 

El hábito a tener una vida sana, esa ausencia de hábito; no lo tengo y me gustaría mucho tenerlo. No tengo un hábito por hacer ejercicio, no tengo un hábito por comer sano, no tengo un hábito por dar seguimiento a las recomendaciones del doctor. Esa parte me gustaría corregirla.

¿Y de los ajenos?

La falta de empatía, de solidaridad, de no me importa lo que pasa con el de al lado, lo veo como un tema que tiene alcances muy negativos para la sociedad, para la comunidad. Parte de lo que estamos tratando de hacer en el DIF es esta vinculación. Este tema de la empatía está muy fuerte en el gobernador (Mauricio Kuri González), está fuertísimo en Car (Herrera, presidenta del Sistema Estatal DIF). Evidentemente, los que tenemos una responsabilidad y vivimos diario con esos valores muy claros, terminamos entendiéndolo y siendo parte de lo que eres tú en este momento.

¿Qué don te gustaría poseer?

A mí me gusta el mar, yo soy buzo y mi pasión, mi hobbie número uno, es bucear con tiburones, eso a mí me gusta mucho. No lo hago desde hace tiempo por la pandemia y porque se vino la bebé, cambian las prioridades y las cosas, pero a mí me gustaría nadar y respirar abajo del agua.

¿Cómo te gustaría morir?

Soy de los que le tienen miedo. No es algo que esté presente en mi vida, pero si soy de los que cuando lo piensan le temen. Sí lo he pensado… me gustaría morir en paz. Creo que es algo que responde todo el mundo. A mí me gustaría morir de viejo, morir satisfecho, en paz, en familia, sin dolor… sobre todo satisfecho.

Defínete en tres palabras.

En general creo que soy en el ámbito profesional, trabajador; en el ámbito personal, sensible; y soy una persona idealista, que visualiza mucho, no sé si la palabra o el concepto correcto sea ese pero soy alguien que en todo momento está visualizando o soñando o queriendo ser algo más.

¿Cómo te ves en un futuro?

Me veo satisfecho de lo que se construyó en el DIF, pero para eso hay que trabajarle duro todos los días. Y más en adelante, posterior al DIF, me visualizo, continuando tal vez una carrera en el servicio público, o quizá más enfocado a echar a andar algunos proyectos personales y tener más tiempo para la familia.

¿Cómo te gustaría ver a Querétaro al final de esta administración?

Traigo mucho el chip del gobernador, no lo escucho como un discurso, lo escucho como una instrucción y como un objetivo. Él habla mucho del siguiente nivel. A mí me gusta el Querétaro que tenemos, me gusta el Querétaro pujante en economía, me gusta el Querétaro tradicional, me gusta el Querétaro con sus áreas naturales, me gusta mucho Querétaro, soy de los que nacieron aquí, mi familia es de aquí, mis papás, mis abuelos.

Después de seis años, a mí me gustaría ver que cada dependencia hizo su parte y construyó programas o instituciones y generó beneficios para la ciudadanía. Que realmente en cada dependencia digan: sí hay un siguiente nivel. Yo lo tengo muy claro en el DIF, que es la parte que nos toca: queremos dejar un DIF con programas sólidos, debemos dejar un DIF con instituciones fuertes. Eso es un reto y no se construye fácil, tienes que construir normatividad, organigrama, políticas públicas, no es fácil, no es nada más: creo un programa, lo echo a andar y ahí lo dejo. Lo que nosotros queremos dejar es una institución que haya alcanzado un siguiente nivel en todas las partes. El DIF es un sistema con varios cajones que atender: niños, adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres vulnerables. Es algo complejo y lo que queremos es tratar de dejar una institución ―en cada una de estas direcciones― sólida, fuerte.

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Last modified: 5 agosto, 2022Tomado de https://lalupa.mx/