Luego de 3 generaciones una comunidad frenó las tormentas de arena creando un bosque

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El Saihanba es un bosque en China que hace 400 años albergaba abundantes recursos forestales y una gran biodiversidad. La zona era considera un gran refugio real por ofrecer un verano fresco y una exuberante vegetación. Pero, debido a las guerras y la deforestación, el área se convirtió en un desierto.

Esto produjo fuertes tormentas de arena que constantemente amenazaban Beijing, Tianjin y otras ciudades del norte de China. Por lo que la Administración Forestal decidió tomar cartas en el asunto y en 1962 se estableció la Granja Forestal Mecánica de Saihanba, en donde 369 silvicultores se dedicaron a plantar árboles en el área.

Lo que se buscaba era convertir de nuevo la zona en un oasis vegetal, más allá de que fuera artificial. Se buscaba la total recuperación de más de 2000 hectáreas, y el trabajo continuó por tres generaciones de silvicultores chinos.

El bosque artificial más gran del mundo.

En 2017 el bosque Saihanba recibió el premio de Campeones de la Tierra, otorgado por las Naciones Unidas. Todo por reconocer la gran contribución ambiental y la restauración de un paisaje totalmente desolado. De hecho, Xi Jinping, presidente de la República Popular China, manifiesta su «orgullo» por el trabajo realizado e insta a «conservar el espíritu de Saihanba» para profundizar en la conservación ecológica del país.

El bosque artificial se ha convertido en uno de los principales ejemplos de la China sustentable. Cuenta con más de 618 especies que incluyen 312 géneros de plantas vasculares.

Al día de hoy, Saihanba tiene una cobertura vegetal de más del 80%. Es capaz de conservar y purificar más de 137 millones de metros cúbicos de agua al año. Puede absorber más de 860000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y liberar otras 600000 toneladas de oxígeno al año.

Lo que representa el espíritu de Saihanba.

Se considera que Saihanba es un milagro por haberse transformado de una tierra estéril a un gran bosque frondoso y lleno de vegetación gracias al extraordinario esfuerzo de tres generaciones. La milagrosa historia de la siembra da lugar al concepto del Espíritu de Saihanba. Está definido como trabajo duro, avanzar contra las dificultades, avanzar e innovar audazmente.

Aunque aún queda mucho por hacer, los grandes esfuerzos por descontaminar el país cubriéndolo de verde son extraordinarios. Teniendo grandes efectos positivos en la población de China. Solo en Pekín, el riesgo de sufrir tormentas de arena en primavera se ha reducido en un 70% durante la última década.

Bosque artificiales como el de Saihanba son el mejor ejemplo de la apuesta del gobierno chino por reforestar el país y disminuir los efectos que la contaminación ambiental y el cambio climático han causado en la población. Muchos especialistas aplauden estas iniciativas. Otros tantos dudan de la veracidad de las estadísticas estatales en materia ambiental. La transparencia informativa es, sin duda, una de las principales deudas de las autoridades locales.

Como sea, la apuesta verde de China seguirá dando de que hablar en los próximo años.

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Tomado de https://portal-ambiental.com/