Los Zetas, ETA y hasta satanismo: las líneas de investigación de la PGR en los accidentes de Mouriño y Blake Mora

Pese a que las investigaciones oficiales concluyeron sin responsables directos, las líneas de investigación de los accidentes aéreos en los que murieron los exsecretarios de Gobernación Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora incluyeron de todo, desde grupos terroristas hasta satanismo.

La periodista Laura Sánchez Ley publicó dos artículos en el portal Emeequis en los que enumera algunas de los indicios investigados por la entonces Procuraduría General de la República (PGR, ahora Fiscalía) para determinar las causas de los siniestros en los que perdieron la vida ambos colaboradores del presidente Felipe Calderón.

En el caso de Mouriño Terrazo, cuyo avión explotó y se desplomó sobre el Anillo Periférico de la Ciudad de México hacia las siete de la noche del 4 de noviembre de 2018, provocando la muerte de dieciséis personas, la PGR abrió un gran número de líneas de investigación, como lo sugiere el expediente de 100 mil páginas.

Una de las principales versiones investigadas por las autoridades responsabilizaba del avionazo a tres integrantes de la Policía Estatal de San Luis Potosí –estado de donde despegó el vuelo- que estarían vinculados con Los Zetas, entonces brazo armado del Cártel del Golfo compuesto por exmilitares.

De acuerdo con una llamada anónima recibida por el número estatal de emergencias 098, los tres agentes –identficados como ‘El Chalo’, ‘El Tello’ y ‘Valles’ habrían aceptado un pago de dicho grupo delincuencial para provocar la muerte de Mourinho y de Santiago Vasconcelos, uno de los hombres claves de la ‘Guerra contra el Narcotráfico’ de Calderón.

La investigación de la Procuraduría arrojó que, en efecto, los tres individuos habían sido señalados por favorecer las operaciones de otro grupo rival –el Cártel de Sinaloa- en la entidad. Sin embargo, en aquel momento, el sector de Rioverde, en el que se desempeñaban, acababa de caer en manos de Los Zetas.

Otra de las líneas de investigación estaba relacionada al grupo terrorista vasco Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad, ETA). Presuntamente, dicha organización se habría adjudicado el incidente por la infiltración de agentes de inteligencia mexicanos en su estructura. También se sospechaba que habrían apuntado a Mouriño por su nacionalidad española.

Finalmente, una de las teorías más extrañas que siguió la dependencia fue la que aseguraba que habría habido acciones de ‘satanismo’ relacionadas con el incidente. Según un reporte, un individuo ligado a la industria aeronáutica que practicaba ‘hipnosis’ habría sido el responsable. Sin embargo, esta acusación se desechó luego de que peritos psicológicos determinaran que el denunciante padecía de trastornos paranoides y delirio de persecución.

Oficialmente, se concluyó la investigación responsabilizando a los pilotos de la nave por impericia, pues no habrían reducido la velocidad como se los indicó la torre de control y se habrían visto atrapados en la turbulencia dejada por un vuelo comercial procedente de Argentina. Además, se pusieron en duda los certificados y la experiencia de estos.

En el caso de Francisco Blake Mora, cuyo vuelo se estrelló en las inmediaciones de Chalco el 11 de noviembre de 2011, las indagatorias fueron más mucho más cortas. Sin embargo, los testimonios recogidos en ella desafían la versión oficial emitida desde el principio por Calderón Hinojosa.

Pese a que el exmandatario afirmó que su secretario falleció debido a las condiciones climatológicas, la PGR abrió una línea de investigación que, al igual que en el caso de Juan Camilo Mouriño, apuntaba a la organización encabezada por Osiel Cárdenas Guillén.

Cinco días después del siniestro, la dependencia recibió una llamada anónima, en la que se acusaba a un teniente de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y a dos de sus hermanos como operativos de Los Zetas, que habrían sido los responsables de que el helicóptero que transportaba al funcionario fuera derribado.

Además, también se ordenó la revisión de las armas que portaban los elementos militares que escoltaban a Blake, así como de los restos del fuselaje, para determinar si la aeronave había explotado mientras aún se encontraba en el aire.

Oficialmente, se determinó que la causa del accidente habría sido la poca visibilidad y la falla en las maniobras del piloto. Sin embargo, en los expedientes consta que ninguno de los empleados aeronáuticos entrevistados por la PGR detectó condiciones desfavorables en la zona durante el momento del impacto.

Con información de Emeequis.

Imagen: ESPECIAL

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