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En el año 2013, un grupo de niños provenientes de varias comunidades triquis, un pueblo indígena del estado de Oaxaca, saltó a la fama. Muy pronto todo mundo hablaba de estos chicos en medios impresos y digitales. Eran particularmente diestros jugando al baloncesto, motivo por el que ganaron varios encuentros y torneos. Sin embargo, estos pequeños tenían otra característica: jugaban descalzos. ¿Por qué? Descubramos quienes fueron y la razón detrás de ello.
¿Quiénes son los triquis?
Los triquis son un pueblo originario que habita la región de la Mixteca, en el estado de Oaxaca, entre San Juan Copala en la zona baja, y San Andrés Chicahuaxtla, en la zona alta. El territorio donde viven es conocido como “nudo mixteco”, ya que es la confluencia de las sierras Madre Oriental y Occidental. El idioma que hablan son un conjunto de variantes lingüísticas pertenecientes a la familia oto-mangue.
Por otro lado, los triquis viven distribuidos en diferentes poblaciones. Cada una de ellas constituye un clan familiar, cuya pertenencia a estas determina el derecho a la tierra, así como los matrimonios. El jefe de cada linaje es quien está al tanto de la distribución de las parcelas a los jefes de familia. Además, se encarga de mediar los conflictos por disputas territoriales y promueve la cooperación entre sus vecinos.
El salto a la fama de los niños triquis: jugando básquetbol descalzos
La historia del equipo de niños triquis comenzó en el año 2013. En aquel entonces, dirigidos por el entrenador Sergio Zúñiga, los chiquillos de entre 9 y 12 años participaron en el Torneo Nacional de Básquetbol Infantil. Su participación no solo fue destacada, sino que ganaron el campeonato. Lo notorio de aquél conjunto de pequeños es que jugaban descalzos ya que, de acuerdo a sus propias palabras, se sentían más ligeros y por ende, se movían más ágilmente. Y es que en los entrenamientos se habían acostumbrado a practicar el baloncesto sin tenis, ya que no tenían los medios para adquirirlos.
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La sencillez y honestidad de los niños los puso en el ojo público, ganándose el afecto de todo el país. En octubre de aquél 2013 viajaron a Orlando, Florida, en los Estados Unidos, donde participaron en la International Youth Basquetball of America (YBOA). Aunque los chicos no pudieron jugar descalzos por el reglamento, ni se llevaron grandes triunfos, sí obtuvieron respeto y admiración mundial. Más tarde ese año, jugaron en el Festival Internacional de Minibásquetbol en Argentina, certamen deportivo donde terminaron siendo campeones.
El legado: nuevas generaciones
Tras todos estos triunfos, el equipo de niños triquis que jugaban descalzos fue ovacionado y premiado en todo México. Después, fueron incluidos en la Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM), donde siguieron formándose deportivamente. El conjunto fue creciendo y participando en torneos de categorías mayores. La fama de los chicos hizo que se pusiera atención e interés en sus comunidades. Con el tiempo, además del equipo original, nuevas generaciones de pequeños y pequeñas triquis empezaron a entrenar, recordando siempre el legado de los primeros. Y por supuesto, para sentirse tan ligeros como el aire, con frecuencia juegan descalzos.
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Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/
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