Las lesiones pueden ocurrir antes o durante el alumbramiento. Estas lesiones suelen causar debilidad de los músculos controlados por el nervio afectado. Las lesiones nerviosas pueden afectar
El nervio facial: expresión facial ladeada
Plexo braquial: debilidad en el brazo y/o la mano
Nervio frénico: dificultad respiratoria
Médula espinal (poco frecuente): parálisis
La lesión del nervio facial es evidente cuando el recién nacido llora y su cara parece torcida (asimétrica). Esta lesión tiene su origen en la presión ejercida contra el nervio debida a
El modo en que estaba posicionado el feto en el útero antes del nacimiento
La presión del nervio contra la pelvis de la madre durante el parto
Los fórceps utilizados para facilitar el parto
La lesión del nervio facial no requiere tratamiento y la debilidad, por lo general, se resuelve a los 2 o 3 meses de edad. Sin embargo, a veces la debilidad del nervio facial tiene su origen en un trastorno congénito en lugar de una lesión y no se resuelve.
El plexo braquial es un grupo de nervios de gran calibre ubicado entre el cuello y el hombro y que llega a cada brazo. Durante un parto difícil, se puede tirar de uno o ambos brazos del bebé de modo que se lesionen los nervios del plexo braquial (ver Trastornos de los plexos), causando debilidad o parálisis de parte o la totalidad del brazo y la mano del bebé. La debilidad del hombro y el codo se llama parálisis de Erb y la debilidad de la mano y la muñeca se llama parálisis de Klumpke. Cerca de la mitad de los casos de lesiones del plexo braquial se relacionan con partos difíciles, que por lo general afectan a bebés grandes, y aproximadamente la mitad ocurren en bebés con partos normales. La lesión del plexo braquial es menos frecuente en los bebés nacidos por cesárea. Deben evitarse los movimientos extremos del hombro para permitir que los nervios se curen. Muchas lesiones más leves se resuelven en unos pocos días. Si la anormalidad es más grave o dura más de 1 o 2 semanas, se recomienda fisioterapia o terapia ocupacional para un posicionamiento adecuado y un movimiento suave del brazo. Si no mejora al cabo de 1 o 2 meses, los médicos generalmente recomiendan que el bebé sea evaluado por un neurólogo y/o un traumatólogo pediátrico en un hospital pediátrico especializado para valorar si la cirugía puede ser beneficiosa.
A veces, el nervio frénico, que es el nervio que va al diafragma (la vaina muscular que separa los órganos del tórax de los del abdomen y que ayuda a la respiración), resulta dañado, dando lugar a la parálisis del diafragma en el mismo lado. En este caso, el recién nacido puede tener dificultad respiratoria y, algunas veces, requiere apoyo respiratorio. La lesión del nervio frénico suele resolverse por completo en pocas semanas.
Las lesiones de la médula espinal causadas por una distensión exagerada durante el parto son muy infrecuentes. Estas lesiones pueden provocar una parálisis por debajo del lugar de la lesión. Una lesión medular suele ser permanente. Algunas lesiones de la médula espinal que ocurren en la parte superior del cuello son mortales porque impiden que el recién nacido respire correctamente.
Otros nervios, como el nervio radial del brazo, el nervio ciático de la zona lumbar o el nervio obturador de la pierna, también pueden lesionarse durante el parto.
Tomado de https://medlineplus.gov/spanish/groupfeeds/new.xml/
Más historias
Jornada de concienciación por el Día Internacional del Síndrome de Discapacidad Intelectual Profunda y Defect os de Nacimiento CTNNB1.
¿Qué es el síndrome metabólico?
El eclipse solar y la seguridad ocular